Los CDC aprueban las dosis de refuerzo de Moderna y Pfizer para todos los adultos: estarán disponibles desde este fin de semana
La directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), Rochelle Walensky, dio luz verde definitiva para el uso de las vacunas de refuerzo de Moderna y Pfizer-BioNTech para toda la población adulta del país mayor de 18 años y para ser istrada seis meses después de la segunda dosis.
Las vacunas estarán disponibles desde este fin de semana y buscarán evitar un aumento invernal a medida que aumentan los casos de coronavirus, justo antes de que millones de estadounidenses viajen durante las vacaciones.
La decisión se dio luego de que el viernes por la mañana un de los CDC recomendara su aprobación de manera unánime (11-0).
Los del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización también votaron sobre una segunda pregunta, reforzando la recomendación de decir que las personas de 50 años o más deben recibir una dosis de refuerzo de la vacuna.
Más temprano, por la mañana, la istración de Alimentos y Medicamentos (FDA) autorizó su uso de emergencia en la población general, algo que la agencia gubernamental había descartado en septiembre.
La FDA ya había autorizado el uso de emergencia de una dosis de refuerzo de las vacunas de Pfizer, Moderna o Johnson & Johnson para mayores de 65 años y personas en alto riesgo.
Pfizer anunció a finales de octubre que los ensayos realizados en más de 10,000 personas de más de 16 años concluyeron que la tercera dosis tiene un 95.6% de eficacia relativa contra la infección sintomática.
"Estos resultados demuestran una vez más la utilidad de los refuerzos en nuestro esfuerzo por proteger a la población contra esta enfermedad", señaló Albert Bourla, director ejecutivo de Pfizer.
Por su parte, Moderna reportó que la dosis de refuerzo es efectiva en un 93% cuando han pasado seis meses desde la segunda dosis.
La decisión convierte en política federal algo que ya permitían ciudades como Nueva York o estados como California, Nuevo México y Colorado, entre otros.
La pandemia de Sars-CoV-2 ha matado a más de 5.1 millones de personas en todo el mundo desde que el virus fue detectado por primera vez en China en diciembre de 2019, según el recuento de la Universidad Johns Hopkins. EEUU es el país con más fallecidos con más de 768,000, seguido de Brasil, India y México.
Pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, teniendo en cuenta el exceso de mortalidad, el saldo de víctimas de covid-19 podría ser dos o tres veces mayor.
El debate sobre la dosis de refuerzo de las vacunas
Los expertos están de acuerdo en istrar la tercera dosis para personas de avanzada edad o inmunodeprimidas, quienes representan una abrumadora mayoría de las hospitalizaciones y muertes entre los ya vacunados.
Pero hay quienes debaten la conveniencia de dar prioridad al refuerzo de la vacuna, ya que quienes se infectan con la dosis completa tienen una probabilidad muy baja de desarrollar síntomas graves que los obliguen a ser hospitalizados.
Aunque advierten que las muertes entre los vacunados no son cero. Actualmente son uno de cada 100,000 a la semana, comparado con 14 por cada 100,000 a la semana de los no vacunados.
Y sobre todo porque los refuerzos en la población de los países más avanzados no resolverán la pandemia mientras los países en vías de desarrollo, especialmente en África, sigan con tasas muy bajas de vacunación.
"Sería realmente lamentable si hacemos todo este arduo trabajo de vacunación y luego nos encontramos retrocediendo una vez más, debido a una variante emergente en alguna otra parte del mundo", le dijo a la agencia AFP la doctora Celine Gounder, una destacada especialista en enfermedades infecciosas y profesora de la Universidad de Nueva York.
La semana pasada, el jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, condenó el hecho de que los países ricos estén suministrando diariamente seis veces más dosis de vacunas de refuerzo que las dosis primarias aplicadas en los países de bajos ingresos.