Biden a DeSantis: si no va a ayudar a combatir el covid-19 debería "salir del camino"
La covid-19, que empeora cada día.
El presidente Ron DeSantis debería "salir del camino" de las personas que están tratando de "hacer lo correcto".
Biden culpó tanto a DeSantis como al gobernador de Texas, Greg Abbott, por prohibir los mandatos de uso de mascarillas o los pasaportes de vacunas contra el covid-19.
"Algunos funcionarios estatales están aprobando leyes... que prohíben a la gente hacer lo correcto", dijo Biden. "Les digo a los gobernadores que, por favor, ayuden. Si no van a ayudar, quítense del camino de la gente que está tratando de hacer lo correcto. Utilicen su poder para salvar vidas".
Durante meses, el gobernador de Florida ha promocionado su respuesta al covid-19 como muy superior a la recomendada por el asesor médico de la Casa Blanca, Centros de Prevención y Control de Enfermedades (CDC), afirmando que ha mantenido la tasa de mortalidad de Florida baja, mientras que también permite que la economía local se recupere.
DeSantis ha prometido no volver a imponer encierros o mandatos para contrarrestar la enfermedad, al tiempo que se perfila en las primeras encuestas como el aspirante presidencial republicano más fuerte para 2024 y que ha hecho numerosas apariciones públicas en todo el país, incluida la frontera con Texas.
El gobernador del tercer estado más grande se ha presentado como un potencial heredero del expresidente Donald Trump, desechando airadamente a los medios de comunicación y prohibiendo a los gobiernos locales y a las empresas imponer cierres por covid-19 o exigir vacunas, e incluso negándose a la obligatoriedad de la mascarilla.
Pero DeSantis se enfrenta repentinamente a una nueva ola de infecciones de covid-19 entre el gran número de personas no vacunadas del estado. DeSantis ha desestimado el aumento como puramente "estacional" debido al clima que obliga a la gente a permanecer en el interior.
Contraofensiva
La Casa Blanca parece pasar ahora a la contraofensiva armada con los últimos datos sobre la nueva hola del variante delta de covid-19 que muestran que Florida es responsable del 20% de los nuevos casos en los 50 estados.
"En cierto punto, los líderes van a tener que elegir si van a seguir las directrices de salud pública o si van a seguir la política y ciertamente animamos a todos los gobernadores a seguir las directrices de salud pública", dijo Jen Psaki, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, a los periodistas el lunes.
Psaki dijo que las autoridades de Florida deberían animar a la gente a vacunarse y a usar mascarillas, así como permitir que las escuelas obliguen a los niños a usarlas.
"Jugando a la política"
La oficina de DeSantis respondió rápidamente a Psaki. "Al ignorar despectivamente los esfuerzos del gobernador DeSantis para proteger a los floridanos vulnerables, Psaki es la que está jugando a la política con la pandemia", dijo la secretaria de prensa de DeSantis, Christina Pushaw.
El estado señaló que mientras DeSantis se ha opuesto a los cierres y al uso de mascarillas, ha realizado numerosos eventos específicos de vacunación instando a los floridanos a vacunarse. Los críticos dicen que DeSantis ha tratado de atribuirse el mérito de la exitosa implementación de la vacuna en el estado, cuando gran parte de ese esfuerzo fue impulsado por la intervención federal.
Solo alrededor del 49.1% de la población total de Florida está totalmente vacunada, según los CDC, muy por debajo de la media nacional del 60%.
Aunque el estado no promueve el uso de mascarillas en las escuelas, sí permite a los padres decidir si sus hijos las usan o no, subrayó.
"La Casa Blanca debería estar más preocupada por los cambios de opinión de los CDC, que están promoviendo inadvertidamente las dudas sobre las vacunas con sus comunicaciones públicas confusas y contradictorias. Afirmar que las personas vacunadas deben llevar mascarillas y distanciarse socialmente implica que las vacunas no cambian nada, lo cual es un mensaje erróneo para que nuestro gobierno federal lo promueva", dijo a Fox News.
Los demócratas del estado, y algunos republicanos han criticado a DeSantis por limitar la libertad de acción de las ciudades. Algunas comunidades del sur de Florida se tomaron la justicia por su mano el lunes, volviendo a imponer el uso de mascarillas en lugares públicos.
“Creo que eso es algo que debería poder hacer porque fuimos nosotros los que entendimos lo fluido y dinámico que es la situación del día a día”, argumentó Francis Suárez.
La comisionada estatal de Agricultura, Nikki Fried, también ha atacado al gobernador por haber "abandonado" a los residentes del estado, insinuando que sus ambiciones políticas nacionales le han cegado ante la grave situación del estado.
Florida ha batido récords en el número de casos y ha visto aumentar el número de personas hospitalizadas en los últimos días. La media de siete días de nuevos casos en Florida era de 17,628 hasta el lunes, un aumento de casi el 800% desde la media de siete días de nuevos casos del 1 de julio.
Florida informó al gobierno federal de 50,997 casos y 100 muertes en los últimos tres días, mientras el estado sigue experimentando un aumento de contagios que no se veía desde enero, el mes con el mayor número de infectados desde que comenzó la pandemia hace 18 meses.
De acuerdo con la medición independiente de la Universidad Jhons Hopkins, el estado acumula 2,634,234 de casos y 39,079 muertes por covid-19. Se han istrado 22,748,539 dosis de vacuna y solo 10,551,931 de personas han sido totalmente vacunadas.
Nuevos récords
El martes, Florida también batió su récord de hospitalizaciones por covid-19. Ahora hay 11,863 personas hospitalizadas en Florida, rompiendo los registros por segundo día consecutivo, según datos del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos. Alrededor de 2,406 personas están en cuidados intensivos, lo que supone casi el 40% de las camas en estos unidades.
Muchas de las personas hospitalizadas son más jóvenes y no están vacunadas, según los hospitales del sur de Florida y los expertos en salud pública.
Pero DeSantis se mantiene firme. En una conferencia de prensa el martes en el condado de Miami-Dade reiteró que no habría cierres. DeSantis el martes también criticó a los CDC como una "agencia no elegida" que "sobrepasó los límites".
En mayo, DeSantis impulsó una ley estatal que prohibía los cierres y los pasaportes de vacunas, suspendiendo todas las órdenes de emergencia locales.
"Durante el último año hemos evitado cierres prolongados y cierres de escuelas en Florida porque me he negado a adoptar el mismo enfoque que otros gobernadores de cierre. Esta legislación garantiza la existencia de salvaguardias legales para que los gobiernos locales no puedan cerrar arbitrariamente nuestras escuelas o negocios", dijo entonces.
"En Florida, su elección personal con respecto a las vacunas estará protegida y ninguna empresa o entidad gubernamental podrá negarle servicios basándose en su decisión", añadió.