EEUU y Corea del Sur comienzan ejercicios militares en medio de tensiones con Corea del Norte
Corea del Sur y Estados Unidos iniciaron este lunes sus ejercicios militares anuales, indicaron fuentes castrenses en Seúl, a pesar de las advertencias de Pyongyang sobre el riesgo de una escalada adicional de tensiones en la región.
Decenas de miles de soldados participan en los ejercicios militares conjuntos "Ulchi Freedom Guardian" un ejercicio en buena medida simulado por computadora que durará dos semanas en Corea del Sur.
Los ejercicios son presentados como defensivos, pero Corea del Norte los considera como un provocativo ensayo de invasión.
Los medios estatales de Pyongyang calificaron el domingo los ejercicios de este año como una actuación “imprudente” que podría desencadenar “la fase incontrolable de una guerra nuclear”.
Pese a la amenaza, los ejércitos estadounidense y surcoreano iniciaron su plan de entrenamiento de 11 días como estaba previsto. En las maniobras participan 17,500 efectivos estadounidenses y 50,000 soldados surcoreanos, según el comando militar estadounidense en Corea del Sur y el Ministerio surcoreano de Defensa.
Las maniobras no incluyen ningún ejercicio de instrucción sobre el terreno como pruebas de tiro con fuego real ni maniobras de tanques. Los soldados de la alianza, en su mayoría oficiales, se sientan ante computadoras para ensayar cómo entrar en batalla y afinar su proceso de toma de decisiones. Los aliados han dicho que los ejercicios son de naturaleza defensiva.
Los ejercicios se efectúan en el marco de tensiones crecientes en la península desde que Pyongyang probó dos misiles balísticos intercontinentales capaces de alcanzar al territorio continental de Estados Unidos.
Expertos estiman que esos misiles pueden alcanzar algunas partes de Estados Unidos como Alaska, Los Ángeles o Chicago si se disparasen en trayectorias normales. Los analistas creen que sólo es cuestión de tiempo que Corea del Norte alcance su viejo objetivo declarado de adquirir un misil nuclear que pueda llegar a cualquier parte de Estados Unidos.
Los ensayos desencadenaron una advertencia a Corea del Norte por parte del presidente norteamericano Donald Trump, que amenazó a Pyongyang con un diluvio de "fuego e ira" si persistía en el desarrollo de sus ambiciones nucleares.
Pyongyang, por su parte, amenazó con lanzar misiles al territorio estadounidense de Guam antes de que su líder diera un paso atrás, diciendo que primero vería cómo actúa Washington antes de seguir adelante con los planes de lanzamiento de misiles.