Congresista denuncia que El Salvador no le permitió visitar a Kilmar Ábrego García
El legislador estadounidense Glenn Ivey, representante por Maryland, dijo el lunes que las autoridades de El Salvador le impidieron visitar a Kilmar Abrego García, salvadoreño expulsado de Estados Unidos por la istración de Trump debido a un error istrativo.
Ivey dijo sentirse decepcionado y molesto por lo ocurrido. Es el sexto legislador demócrata que viaja a El Salvador en un intento por lograr el regreso de Abrego García, de 29 años, quien está detenido en un centro penal en Santa Ana, a unas 43 millas de la capital salvadoreña, tras haber sido deportado en marzo a pesar de tener una protección contra la deportación a ese país.
“No pudimos reunirnos con Kilmar, eso es seguro”, dijo Ivey en una rueda de prensa en San Salvador. “Hoy fuimos a la prisión de Santa Ana y hablamos con el personal en la entrada. No abrieron la puerta ni nos dejaron entrar.”
“Nos dijeron en la puerta que teníamos que regresar a San Salvador para obtener un permiso, lo cual es ridículo. Esta es una visita internacional, soy miembro del Congreso”, se quejó el representante y aseguró que ya había hablado previamente con altos funcionarios para coordinar el encuentro.
Según el legislador, hace una semana se reunió en Washington con la embajadora salvadoreña en EEUU, Milena Mayorga, y hablaron de “la posibilidad” de que Ivey se reuniera con el vicepresidente salvadoreño, Félix Ulloa, y visitara la Penitenciaría Occidental de Santa Ana para ver a Ábrego García. También se entrevistó con el embajador de Estados Unidos en El Salvador, William Duncan, para comunicarles que se reunirían con Ábrego.
“Les dije que íbamos a venir y que queríamos reunirnos con Kilmar, así que estaban al tanto. También tuvimos comunicación directa con otros del gobierno, así que sabían que íbamos”, señaló.
Ivey detalló que su intención era hablar con Ábrego García “para asegurarse de que esté bien, hablar sobre sus derechos legales y cosas por el estilo”.
Según el legislador, los congresistas estadounidenses pueden “supervisar” el contrato entre Estados Unidos y El Salvador para recluir extranjeros en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), una enorme prisión de alta seguridad.
“Creo que fue un gran error por parte de El Salvador y del gobierno, pero el problema más grave es el gobierno de Trump. El presidente Trump podría llamar a El Salvador y lograr que Kilmar fuera liberado y enviado de regreso a Estados Unidos. Si hiciera la llamada regresaría en cuestión de horas”, manifestó.
Más detalles sobre la visita de Glenn Ivey a El Salvador
En su visita, que inició el viernes y concluyó el lunes, el legislador también se reunió con madres de personas desaparecidas de la región del Bajo Lempa, a unas 62 millas de la capital de El Salvador; con representantes de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, del Movimiento de Víctimas del Régimen de Excepción y de la asociación Cristosal, que el 18 de mayo sufrió la captura de una de sus integrantes, Ruth Eleonora López.
“Una madre nos contó que había estado intentando encontrar a su hijo sin éxito. Enviaron peticiones al procurador, pero el gobierno no respondió. La única forma fue cuando les devolvieron el cadáver tras su fallecimiento en custodia”, relató.
Ivey, en cambio, no logró entrevistarse con funcionarios del gobierno del presidente Nayib Bukele, un aliado clave de Trump que también se ha negado a facilitar el regreso de Abrego García a Estados Unidos.
El legislador estuvo acompañado por Abel Núñez, director ejecutivo del Centro de Recursos para Centroamericanos en Washington; Jaime Contreras, vicepresidente ejecutivo del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios; y el abogado Chris Newman, que defiende a la familia de Ábrego García.
Newman detalló que su objetivo era conocer el estado de salud de Ábrego García, saber dónde está y garantizar que reciba servicios jurídicos. “Quiero decir a ambos presidentes que tengan decencia”, declaró y agregó que esta era su tercera visita a El Salvador para intentar conseguir la liberación de su cliente.
El caso de Kilmar Ábrego García
El caso de Kilmar Ábrego García es uno de los más notorios que han salido a la luz. Las autoridades estadounidenses iten que fue deportado por error a una prisión salvadoreña conocida por albergar a criminales violentos, pero se han negado a cumplir con las órdenes judiciales que exigen su retorno a Estados Unidos.
La istración Trump afirma, sin aportar pruebas, que Abrego García es un criminal violento y miembro de la pandilla MS-13, organización que Washington ha declarado como “terrorista”. Pero la Corte Suprema de Estados Unidos ordenó al gobierno que facilitara su regreso, rechazando la afirmación de la Casa Blanca de que no podía traerlo de vuelta tras deportarlo por error.
Tanto la Casa Blanca como el presidente salvadoreño han dicho que no tienen poder para devolverlo. El gobierno de Trump ha intentado invocar el privilegio de secretos de Estado, argumentando que revelar detalles sobre el regreso de Ábrego García a Estados Unidos en un tribunal abierto, o incluso al juez en privado, pondría en peligro la seguridad nacional.
Desde el 16 de marzo, El Salvador ha recibido a un total de 266 venezolanos y 23 salvadoreños deportados de Estados Unidos. Los venezolanos son acusados de pertenecer a la banda Tren de Aragua, y los salvadoreños de ser integrantes de la MS-13.
Organizaciones de derechos humanos han denunciado que el gobierno de Trump está cometiendo abusos y negando el debido proceso a los migrantes indocumentados, acusaciones que los tribunales han respaldado parcialmente en casos que aún están en curso.
Con información de AP y AFP.