Se agota el tiempo para evitar un 'default': Biden y McCarthy se reúnen en un nuevo intento por alcanzar un acuerdo
El presidente Joe Biden y el líder republicano de la Cámara Baja, Kevin McCarthy, se reúnen este lunes en un intento por destrabar las hasta ahora fallidas conversaciones para elevar o suspender el techo de la deuda de Estados Unidos.
Planean hablar cara a cara cuando faltan apenas diez días para la fecha en la que el Tesoro advirtió se quedará sin el dinero suficiente para cumplir con todos sus pagos y en la que el país podría entrar un nefasto 'default' selectivo de su deuda externa.
La situación se ha tornado más compleja pues con el poco tiempo que queda primero debe alcanzarse un acuerdo entre la Casa Blanca y el liderazgo republicana, y luego lograr que sea ratificado en el Congreso, donde hay facciones más exigentes en ambos bandos.
Todavía existen diferencias significativas entre los recortes de gasto que exigen los republicanos y a lo que accederían los demócratas. Los republicanos aprobaron un proyecto en la Cámara de Representantes que reduciría el gasto federal en 8% el próximo año y los demócratas ha dicho que están dispuestos a mantener el presupuesto estable frente al de este este año.
En medio de esa pelea ha quedado el límite de endeudamiento de $31.4 billones (trillions en inglés) del gobierno federal y las catastróficas consecuencias si se concreta un escenario en el que Estados Unidos deje de pagar parte de su deuda y beneficios de los que dependen millones de personas en el país.
El 'día X' para el cual se debería elevar o suspender el techo de la deuda
A pesar de que los equipos negociadores no han logrado avances, Biden expresó optimismo este domingo tras hablar por teléfono con McCarthy mientras viajaba desde Japón. La conversación "fue bien", dijo a periodistas citado por el diario The New York Times.
Este fin de semana se habló otra vez sobre la posibilidad de que Biden invoque la decimocuarta enmienda de la Constitución que establece que "la validez de la deuda estadounidense no debe ser objeto de cuestionamientos", una opción controversial que nunca nadie ha intentado y que probablemente sería desafiada en los tribunales. El mandatario no la descartó, pero sí mostró renuencia a que tenga el tiempo suficiente para invocarla antes del 1 de junio.
Ese es el 'día X' fijado por la propia secretaria del Tesoro, Janet Yellen como el momento en que tendría que comenzar a elegir qué pagos se pueden seguir haciendo. Aunque algunos bancos, como Goldman Sachs, estiman que ese día podría llegar un poco más tarde, hacia el 8 o 9 de junio, lo que daría un poco más de tiempo a las negociaciones.
Si el asunto se extiende pasada esas fechas y no ha habido acuerdos, el panorama económico sería tan sombrío como incierto.
"Los mercados financieros perderán fe en Estados Unidos, el dólar se debilitará y las acciones caerán. La calificación crediticia de Estados Unidos seguramente será recortada y las tasas de interés subirán de forma generalizada para los préstamos de consumo", advirtió la Casa Blanca en un análisis. "Estas y otras consecuencias pueden detonar una recesión y congelar los mercados crediticios, golpeando la capacidad de las compañías para operar", agregó.
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