Un maratónico discurso forzó a dejar para este viernes el voto sobre el plan social de Biden en la Cámara de Representantes
Las esperanzas del liderazgo demócrata en la Cámara de Representantes de aprobar el paquete de gasto social y medioambiental del presidente Joe Biden la noche del jueves se vieron frustradas por la maniobra dilatoria del líder de la minoría republicana, Kevin McCarthy, quien dio un discurso de horas que forzó a posponer la votación para este viernes.
El proyecto bautizado como "Build Back Together" ("Construir de nuevo juntos"), de unos 2 billones de dólares (trillions, en inglés), aborda la sanidad, la educación, el cambio climático, la inmigración y las leyes impositivas y su consideración final dependía de que la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) publicara un informe explicando si se paga a sí misma o supondrá una carga para el déficit.
El plan estuvo encallado por discrepancias internas entre los demócratas conservadores y liberales debido a su costo, pero se destrabó una vez la CBO presentó su informe la tarde del jueves.
El debate que siguió para proceder a la aprobación de la ley estaba previsto que fuese rápido y no durara más de una hora, pero terminó prolongándose hasta las 5:00 am, debido al discurso maratónico de McCarthy, en el que no solo atacó la legislación, sino también al gobierno de Biden, hizo bromas sobre la historia y burlas hacia los demócratas, a veces vociferando.
"Sé que algunos de ustedes están enfadados conmigo, piensan que he hablado demasiado tiempo", dijo,en una provocación a los demócratas. "Pero ya he tenido suficiente. Estados Unidos ha tenido suficiente".
Los demócratas abuchearon y esporádicamente le gritaban, mientras McCarthy les devolvía la mirada, subrayando la hostilidad partidista que se profundizó con la censura de esta semana al representante Paul Gosar, republicano de Arizona, por tuits amenazantes dirigidos a la representante Alexandria Ocasio-Cortez, demócrata de Nueva York.
McCarthy, quien espera convertirse en presidente de la Cámara si los republicanos capturan la cámara en las elecciones del próximo año, recitó los problemas que el país ha enfrentado bajo Biden, incluyendo la inflación, el ascenso de China y el gran número de inmigrantes que cruzan la frontera suroeste. "Sí, quiero volver", dijo en referencia burlona al nombre "Build Back Better" que Biden utiliza para la legislación.
El líder de los demócratas en la Cámara Baja, Steny Hoyer, dijo luego a la CNN al referirse al voto sobre la iniciativa que McCarthy "quiere hacerlo en plena noche. Nosotros vamos a hacerlo de día".
Mientras tanto, en la Cámara de Representantes, McCarthy sonó aún más envalentonado. "No sé si creen que porque se hayan ido voy a parar", dijo. "No lo voy a hacer".
Los demócratas señalaron que una votación a primera hora de la mañana podría garantizar un día completo de cobertura mediática. Se espera que Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara Baja, pronuncie su propio discurso antes de que se proceda al voto.
Paquete de Biden sí aumentaría déficit presupuestario
El informe del Congreso sobre el plan social y ambiental de Biden, que fue publicado el jueves por la noche, señala que aumentaría el déficit presupuestario federal en 160,000 millones de dólares durante los próximos 10 años.
Esa determinación está en desacuerdo con la promesa de Biden de pagar por completo la legislación, pero es poco probable que impida que los demócratas de la Cámara de Representantes aprueben finalmente el proyecto de ley.
El análisis de la oficina de presupuesto encontró que los recortes de impuestos y los programas de gastos del proyecto de ley fueron casi, pero no del todo, compensados por nuevos recortes de ingresos y gastos. El paquete se pagaría en gran medida con aumentos de impuestos para las empresas y las personas con altos ingresos, que se estimó que generaría casi $ 1.5 billones en 10 años. Se estimó que los ahorros en el gasto del gobierno en medicamentos recetados generarían otros $ 260,000 millones.
Los demócratas quieren aprovechar el empuje de la aprobación de la ley de infraestructura logrado a principios de noviembre para sacar adelante lo que el presidente Joe Biden llama "la infraestructura social", es decir, ayudas para familias con hijos, mujeres, enfermos y otros colectivos vulnerables.
El Senado, listo para terminar el debate de la ley de ayudas sociales antes de Navidad
Si se aprueba en la Cámara de Representantes, el proyecto pasa al Senado, donde su debate podría completarse antes de Navidad, según ha explicado recientemente el líder de la mayoría demócrata en la Cámara Alta, Charles E. Schumer.
La ley expandiría Medicare (salud subsidiada para mayores de 65 y personas con ciertas discapacidades o dolencias) para incluir también beneficios sobre la audición.
Asimismo, autoriza la eduación prekinder (menores de 5 años) para todos los niños estadounidenses; ofrece nuevos beneficios fiscales para ayudar a las personas de menores recursos y destina nuevas partidas para combatir el cambio climático.
Los demócratas plantean que este importante gasto se financie con las nuevas políticas fiscales destinadas a que los millonarios y las grandes empresas asuman mayor responsabilidad tributaria.
Una pelea entre demócratas por el costo de la ley de ayudas sociales
Los demócratas tienen mayoría -aunque muy ajustada- en la Cámara de Representantes pero no han podido sacar esta ley todavía adelante por discrepancias internas: los más moderados ponen énfasis en la preocupación por si realmente esta ley se pagará a sí misma como sostienen sus defensores.
La Oficina Presupuestaria del Congreso (CBP), una instancia no partidista que estudia el impacto de las legislaciones que se consideran en el Congreso, anunció que publicaría su informe sobre el coste de esta ley a final del día viernes.
Cuando se aprobó el paquete de infraestructura, los demócratas moderados lograron pactar con los progresistas una pausa para someter a debate el presupuesto social y ambiental apenas se tuviera el informe de CBP, para ver si su conclusión coincide con la de la Casa Blanca.
Pero el problema para los demócratas no radica solo en superar el voto en Representantes, sino lograr que la mayoría aún más exigua que tienen en el Senado logre dar el visto bueno al proyecto sin introducir modificaciones radicales que molesten a los más progresistas.
Para votarlo bajo la figura de "reconciliación" los demócratas necesitan que toda su bancada de 48 senadores, más los dos independientes que suelen votar con ellos, presenten un frente común. Entonces, el voto de la vicepresidenta Kamala Harris hará la diferencia ante los 50 votos republicanos, que se espera que se opongan en bloque a la iniciativa.
Las declaraciones del senador Joe Manchin, el demócrata más opuesto a las políticas de gasto de Biden, hacen temer a algunos que viene un tenso pulso que podría alterar lo que apruebe la Cámara Baja. Manchin dijo esta semana que él no está de acuerdo con el plan de Schumer de aprobar esta ley antes de Navidad.