La nueva ley electoral de Texas “comete un fraude”: Pam Gaskin cuenta cómo su aplicación para votar por correo fue rechazada dos veces

Como todos los años, Pam Gaskin envió en enero su aplicación para votar por correo, esta vez en las primarias de Texas. Se sorprendió cuando 10 días después, la oficina electoral le notificó que su petición había sido negada y no por su culpa. En la web del condado seguía publicada la planilla vieja, no la actualizada bajo los parámetros de la recién firmada ley electoral de Texas. Llenó la nueva forma y siete días después la rechazaron de nuevo.
"Me sentía muy molesta", contó a Univision Noticias esta afroestadounidense de 74 años. Esa segunda vez llamó al condado para que le explicaran las razones y le dijeron que en la aplicación no había puesto el número de identificación correcto: la ley exige que se escriba el mismo con el que la persona se registró como votante. En su caso, eso ocurrió en 1976, es decir, hace 46 años. "Obviamente no me acordaba. El empleado no quiso decirme cuál era el número. Podía hacerlo, pero no lo hizo. Le pregunté si era mi número de seguro social y me lo confirmó".
Entonces llenó por tercera vez la planilla. Esta vez completó la información requerida pero también los renglones donde se pedían datos adicionales: "Llené todos los espacios, no quería que me rechazaran de nuevo". Días después le notificaron que había sido aceptada. "Me sentí como si quisieran evitar que yo votara, pero esa no soy yo, así que persistí".
A Gaskin le tomó 28 días registrarse para poder votar por correo. "Fue extremadamente frustrante porque sé que tienen a la base de datos con mi licencia de conducir y eso era todo lo que tenían que buscar para confirmar".
Esta septuagenaria es una entre miles de personas cuyas aplicaciones y votos por correo han sido rechazados desde que los republicanos —con el visto bueno del gobernador Greg Abbott— aprobaron en septiembre una nueva ley electoral para Texas, la llamada SB1. Alegaron entonces que el nuevo texto blindaría el voto de los texanos ante cualquier fraude. Gaskin cree todo lo contrario.
"No están previniendo el fraude, lo que hacen es dificultar el voto. El fraude que está ocurriendo ahora es que la gente no está votando. Quien comete un fraude es esta ley", reclama.
Para el momento de la aprobación de este texto, la oposición estatal demócrata y organizaciones de derechos civiles criticaron que la nueva norma había sido redactada para limitar el al voto a sus detractores, entre afroestadounidenses y latinos. Dos meses después de promulgada la ley, el gobierno de Joe Biden introdujo una demanda contra el estado: se centró en las cláusulas relacionadas con la votación por correo y la asistencia al votante. Según el Departamento de Justicia, ambas violan las protecciones federales a los derechos civiles.
No cualquiera puede votar por correo. Aunque otros estados también limitan esta vía, Texas tiene las regulaciones más estrictas: solo pueden hacerlo quienes tienen más de 65 años, como Gaskin; personas con discapacidades o mujeres embarazadas; aquellos que se encuentren fuera del estado o ciertos grupos de personas encarceladas.
Por eso, al ver los números de rechazos, Gaskin teme que no todos sean tan persistentes como ella y decidan no continuar con el proceso. "Algunos podrían decir: ‘Me rechazaron, no debo votar’, o ‘es demasiado difícil’, o ‘ no tengo tiempo’. Cuando eso pasa, ellos ganan".
Para 2020, casi un millón de personas se registraron en Texas para emitir su voto por correo en el marco de las elecciones presidenciales. La primaria en Texas este 1 de marzo es la primera gran elección del estado en la que se pone a prueba la nueva ley electoral. Este texto es uno entre más de 250 que han sido introducidos, aprobados o puestos en marcha por legisladores de al menos 27 estados para restringir el voto, según un análisis del Centro para la Justicia Brennan, un instituto no partidista que analiza temas relacionados con democracia. En enero de 2021, las iniciativas similares eran 75 en 24 estados.
"Los votantes están confundidos"
Solo en el condado Harris —el más poblado del estado, donde está Houston y donde vive Gaskin— se ha duplicado el número de aplicaciones de votos por correo que han sido devueltas como consecuencia de los cambios de la nueva ley. Esto si se compara con el total de denegaciones que hubo en todas las primarias de 2018, explica a Univision Noticias Leah Shah, encargada de prensa de la Oficina Electoral de esa dependencia.
Y en cuanto a votos por correo, 31% (7,165) fueron rechazados el 22 de febrero por problemas con los números de identificación de los votantes o porque no se llenaron todas las casillas en las que esta información era requerida en la planilla o en el sobre donde se guarda para ser enviada. Otros 24 votos más por correo fueron devueltos porque no llevaban la firma del elector.
Según reportes de prensa, en condados como El Paso, en la frontera, el viernes 18 de febrero 994 de 2,159 votos por correo recibidos habían sido rechazados. Y en el condado Hays, en Austin, estimaban que 30% de los votos por correo que llegaron en un día habían sido denegados por problemas con el número de identificación.
"Estamos haciendo todo lo que podemos para ar a los votantes, primero por el correo electrónico y teléfono que tenemos en archivo, para ayudar a la gente a navegar en este nuevo proceso", explica Shah, quien asegura que duplicaron el tamaño del equipo para tratar de que los votantes pudieran hacer las correcciones antes de que cerrara el proceso de votación por correo este jueves.
Shah explica que, desde el 1 de enero de 2022 han recibido más de 8,000 llamadas de electores, un número superior a las que recibieron mensualmente en las últimas presidenciales. Precisa que cerca de 5,000 de esas llamadas eran de personas con preguntas sobre sus aplicaciones y votación por correo por los cambios de la nueva ley. "Los votantes están confundidos sobre lo que se les pide, frustrados porque han votado por años y ahora tienen que hacer cosas adicionales. Muchos son personas mayores que no entienden cómo actualizar su información".
Para Grace Chimene, presidenta de la Liga de Mujeres Votantes de Texas, esta ley "está mermando la confianza en el proceso electoral" y termina siendo una "catástrofe" para cientos de electores que posiblemente no podrán votar entre esos que necesitaban hacerlo por correo por discapacidades o por problemas de movilidad vinculados con la edad. "Son votantes consistentes, lo han hecho por muchos años y que les rechacen el voto es una verdadera pena".
Un impacto para las minorías
Como mujer afroamericana en Estados Unidos, Gaskin siente una responsabilidad enorme cada vez que vota. No solo por las batallas que se libraron en el país hasta la ley de 1965, sino porque en su hogar sus padres se lo enseñaron como un valor.
Además de votar, tiene más de 25 años registrando a votantes, tras las ceremonias de naturalización y en distintos espacios. Por eso le preocupan tanto las consecuencias que pueda generar la nueva ley, sobre todo entre las minorías: "Tener un voto comprometido me molesta porque votar es el primer derecho de tu ciudadanía".
Claudia Ortega, de la Liga de Mujeres Votantes de Texas, aseguró a Univision Noticias que la ley crea "barreras" para "intimidar a nuestra comunidad latina", acrecenta las inseguridades o los lleva a desistir en medio de elecciones donde se elige a autoridades locales que tomarán decisiones que afectan la vida cotidiana de estos votantes. "Preocupa es que estas personas hacen el esfuerzo, tienen ganas de votar. Pero si complicas el proceso habrá a quienes les dé pena preguntar porque no quieren causar problemas (...) Son votos perdidos que hubieran podido evitarse", explica.
Gaskin recomienda a quienes no lograron votar por correo que lo hagan en persona el 1 de marzo. Asegura que al elegir a quienes quiere como candidatos se sintió "aliviada". "No dejen que el estado de Texas les quite un derecho que les dio Estados Unidos".
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