Irak celebra su victoria sobre Estado Islámico y EEUU advierte que la guerra contra el terrorismo sigue

Un día despúes de declarar oficialmente la “victoria” sobre el autodenominado Estado Islámico, las fuerzas armadas de Irak realizaron este domingo un desfile militar en Bagdad para marcar el éxito de las operaciones con las que, según el primer ministro Haider al Abadi recuperaron el territorio que el grupo extremista había controlado en los últimos tres años.
Al Abadi declaró el domingo como día festivo para celebra la reunificación del país, cuya integridad se veía amenazada desde 2014 cuando los rebeldes sunitas del autodenominado califato empezaron a ocupar porciones del oeste del país y partes de la vecina Siria, sumida en una guerra civil que impedía al gobierno de Damasco ejercer control de su territorio.
“Nuestras fuerzas controlan la frontera sirio-iraquí, y así podemos anunciar el fin de la guerra contra Daesh (como muchos en el mundo árabe nombra a la organización). Nuestra batalla fue con un enemigo que quería matar nuestra civilización, pero la ganamos con nuestra unidad y determinación”, indicó el primer ministro la noche del sábado en una alocución.
En los últimos meses las fuerzas iraquíes, respaldadas por personal de EEUU, fue retomando el control de ciudades que habían caído en manos del grupo extremista, particularmente la segunda ciudad del país, Mosul.
Pero mientras las tropas marchaban y la fuerza aérea sobrevolaba Bagdad, incluso los mayores aliados del gobierno iraquí advertían sobre el efecto debilitante que podría tener el exceso de triunfalismo en la continuación de la llamada guerra contra el terrorismo.
En Washington, el Departamento de Estado envió su “sincera felicitación al pueblo iraquí y a las valientes fuerzas de seguridad iraquíes, muchas de las cuales perdieron sus vidas heroicamente combatiendo a ISIS”, usando la sigla con la que también se conoce al grupo radical.
“EEUU se une al gobierno de Irak al destacar que la liberación de Irak no significa que la lucha contra el terrorismo, incluso contra ISIS, en Irak haya terminado”, dijo la portavoz de la cancillería estadounidense, Heather Nauert en un comunicado.
Para junio de 2014, ISIS tenía control de unos cuatro millones de iraquíes en la zona noroeste del país, de mayoría sunita, que en un primer momento recibió bien al grupo insurgente tras años de sufrir la discriminación del anterior gobierno chiita en Bagdad.
Pero el extremismo de los ocupantes, con sus castigos puritanos y su visión extrema de la religión musulmana, hizo que muchos cambiaran de opinión.