Biden firma una ley para reducir ataques a la comunidad asiático-estadounidense, acosada en la pandemia
En una ceremonia en la Casa Blanca, el presidente población asiático-estadounidense.
El evento fue abierto por la vicepresidenta Kamala Harris, quien es de origen asiático por el lado materno, quien recordó cómo cuando ella aún estaba en el Senado el año pasado se presentó la iniciativa para atajar el problema.
"He visto como la gente unida contra el odio puede fortalecer nuestro país. Esta ley nos trae más cerca de detener el odio no solo para los asiáticos-estadounidenses, sino para todos los estadounidenses", dijo Harris, quien recordó cómo ella presenció la persistencia del problema en sus tiempos como fiscal en California.
Al presentar a Biden, Harris alabó el esfuerzo del presidente de comprometerse en esa lucha contra el odio y la discriminación.
"Necesitamos unirnos como un pueblo, una nación, un Estados Unidos", empezó diciendo Biden, recordando uno de los lemas de su campaña electoral.
Biden llamó el racismo y la discriminación el "horrible veneno" que daña la sociedad y destacó el bipartidismo con el que fue aprobada la ley.
La ley, llamada originalmente en inglés Covid-19 Hate Crimes Act, contó con 364 votos a favor y 62 en contra, todos estos últimos del Partido Republicano. La iniciativa había recibido en abril el respaldo casi unánime en el Senado, al recibir 94 votos a favor y solo 1 en contra del republicano Josh Hawley.
Los incidentes de odio contra los asiático-estadounidenses han aumentado drásticamente durante más de un año, a causa del coronavirus.
Al inicio de la pandemia, el entonces presidente Donald Trump llegó a llamar el covid-19 como el "virus chino", pese a que médicos y organizaciones de salud piden no usar denominaciones geográficas para bautizar enfermedades para evitar la estigmatización de sociedades o comunidades enteras.
A su llegada a la Casa Blanca, el presidente Biden cambió la retórica desde la presidencia y criticó la ola de violencia contra asiáticos agravada por quienes los culpan de la pandemia.
El grupo Stop AAPI Hate, que sigue los incidentes de odio contra las personas de origen asiático y de las islas del Pacífico, ha documentado 6,603 casos de acoso verbal, agresión física o discriminación desde marzo de 2020 hasta marzo de 2021.
Tras el tiroteo que tuvo lugar en Georgia en marzo y en el que murieron ocho personas -seis de ellas mujeres de ascendencia asiática-, los congresistas de ambas cámaras pidieron que se actuara con rapidez sobre la legislación, que se convierte en ley en mayo, el mes de la herencia asiática.
La ley indica que "la incidencia de la violencia conocida como delitos de odio, o delitos motivados por prejuicios, plantea un grave problema nacional". En tal sentido plantea que debe darse asistencia financiera a los estados para facilitar las tareas relacionadas con la investigación y el enjuiciamiento de dichos delitos.
Los puntos esenciales de la ley
La propuesta aprobada requiere que el Departamento de Justicia designe a un responsable para que investigue este tipo de delitos durante la pandemia y pide movilizar recursos a nivel local y estatal.
En concreto, estipula que el fiscal general emita "una guía para las agencias estatales, locales y tribales de aplicación de la ley", en la cual debe incluir lo siguiente:
- Establecer la denuncia en línea de los delitos o incidentes de odio, y disponer de una denuncia en línea que sea igualmente eficaz para las personas con discapacidades como para las personas sin discapacidades, disponible en múltiples idiomas según lo determine el fiscal general.
- Recoger datos desglosados por las características protegidas descritas en la sección 249 del título 18 del Código de Estados Unidos. Esto se refiere a toda la tipificación de los delitos de odio y las penas de hasta 10 años de cárcel, según cada caso.
- Ampliar las campañas de educación pública destinadas a concienciar sobre los delitos de odio y a llegar a las víctimas, que sean igual de eficaces para las personas con discapacidad que para las personas sin discapacidad.
- Orientación relacionada con la pandemia de covid-19. El fiscal general y el secretario de Salud y Servicios Humanos, en coordinación con el Grupo de Trabajo de Equidad en Salud de Covid-19 y las organizaciones comunitarias, emitirán orientación dirigida a aumentar la conciencia de los delitos de odio durante la pandemia de covid-19.
"Cansados de vivir con miedo"
La diputada Judy Chu, demócrata por California, presidenta del Caucus Asiático-Estadounidense del Congreso, dijo en una conferencia de prensa el martes que "después de un año en el que se han denunciado 6,600 delitos e incidentes de odio contra los asiáticos, y después de un año en el que la comunidad asiático-estadounidense ha pedido ayuda a gritos, hoy el Congreso está tomando medidas históricas para aprobar una legislación sobre delitos de odio que debería haberse aprobado hace tiempo".
"Estos incidentes han aterrorizado a la comunidad asiático-estadounidense", dijo Chu, citada en USA Today.
La congresista demócrata por Nueva York Grace Meng, la principal promotora del proyecto, dijo en rueda de prensa que las personas de ascendencia asiática se han convertido en el "chivo expiatorio" por la pandemia, y lamentó que hayan sido golpeados, acuchillados e incluso asesinados.
"Los estadounidenses de origen asiático están cansados de vivir con miedo y tener miedo de que sus hijos o padres ancianos salgan a la calle", apuntó, en alusión a ataques ocurridos en distintas ciudades del país.
Un estudio de la Universidad Estatal de California en San Bernardino indica que en 2020 hubo un aumento de los crímenes de odio contra los asiático-estadounidenses del 150% respecto al año anterior.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, destacó que la legislación permitirá igualmente fortalecer la capacidad de prevenir los hechos y combatir la violencia.
Por su parte, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, resaltó que la aprobación en la Cámara de esta ley "es una prueba de que cuando se da al Senado la oportunidad de trabajar, el Senado puede trabajar para resolver cuestiones importantes".
A contravía, conservadores como el congresista Jim Jordan expresaron su descontento, al considerar que ahora se le pide a los "gobiernos estatales que actúen como policías del discurso".