Cuatro cosas que diferencian al libro de Bob Woodward de otros sobre la "caótica" Casa Blanca de Donald Trump
El libro escrito por Bob Woodward, quien junto a Carl Bernstein integró el equipo de The Washington Post que destapó el escándalo de espionaje político que quedó acuñado para la historia como el caso Watergate, dibuja una Casa Blanca disfuncional y caótica, a merced de un presidente temperamental e ignorante de muchos temas de política mundial y nacional.
Trump queda retratado como un líder caprichoso, que humilla a sus colaboradores, no deja que sus ideas sean mejoradas o modificadas por el aporte de sus asesores. A su vez, el equipo de la Casa Blanca desconfía de la capacidad del presidente y ha tomado acciones para evitar “tragedias”.
Quizá el pasaje más conocido sea el relato de cómo su entonces asesor económico Gary Cohn y su secretario de gabinete Rob Porter le quitaron documentos del escritorio para que no los firmara. O como cuando quien era su abogado personal John Dowd recomendó no hablar con la oficina del fiscal especial del ‘Rusiagate’ porque reconocía que su cliente era un “jodido mentiroso” (aunque nunca se lo dijo directamente).
En ese sentido, Fear refuerza la recopilación de versiones que se han ido conociendo sobre la manera como se trabaja en la presidencia de Trump en reportajes periodísticos previos y en otros libros, como el polémico Unhinged, de la exasesora presidencial Omarosa Manigault.
El aporte diferencial con esas otras obras que hace Woodward es la tradicional rigurosidad investigativa de su reportaje y décadas de prestigio que ayudan a blindarlo de las naturales críticas que comenzaron a salir de la Casa Blanca apenas empezaron a trascender datos sobre la documentación que hizo el periodista de la presidencia de Trump.
Acá les presentamos cuatro aspectos que diferencia el trabajo de Woodward.

A Woodward hay que tomarlo más en serio que a otros autores.
No necesariamente porque los otros no sean rigurosos investigadores, sino porque el emblemático periodista de The Washington Post tiene una larga carrera desnudando a presidentes que data desde 1972 cuando empezó a investigar junto a Bernstein el caso Watergate que terminó con la renuncia de Nixon.
No en vano ha ganado dos veces el Premio Pulitzer y tiene una docena de best sellers políticos con los que ha analizado varias presidencias.
El prestigio de Woodward es tal que el propio Trump le reconoció que ha sido “justo”, una rara valoración del mandatario a la hora de hablar de periodistas, en una conversación telefónica que tuvieron ambos en agosto, cuando se supo sobre la inminencia de la publicación y el presidente quiso saber por qué no había sido entrevistado.
Woodward no habló con Trump porque aparentemente nadie le dio el mensaje de que quería entrevistarlo.


