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    La respuesta del abogado de Trump a Comey, comentada y en contexto

    El asesor legal del presidente sugiere que Comey cometió un delito al compartir información, aunque sus memorandos no eran clasificados. El exdirector del FBI dice que Trump le pidió lealtad, el abogado del mandatario lo niega. La diferencia: el exfuncionario declaró bajo juramento y su versión consta en documentos oficiales.
    8 Jun 2017 – 04:46 PM EDT
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    Después de que el exdirector del FBI James Comey declaró ante el Comité de Inteligencia del Senado, el abogado personal de Donald Trump emitió el siguiente comunicado, al que le hemos agregado comentarios con contexto:

    Soy Marc Kasowitz, abogado personal del presidente Trump. El presidente Trump utiliza un abogado privado, y no el de la Casa Blanca, porque la normativa así lo establece. Se intenta de esta manera separar al 'ciudadano' del 'presidente', según lo explica el periodista Carlos Chirinos. Estas limitaciones se impusieron luego del escándalo del caso Watergate que terminó con la renuncia de Richard Nixon a la presidencia en 1974. En ese momento, el abogado de la Casa Blanca asesoraba a Nixon y su testimonio terminó siendo clave en la caída del mandatario republicano.

    Contrario a los numerosos reportes falsos de prensa antes de la audiencia de hoy, el señor Comey finalmente ha confirmado en público lo que repetidamente le dijo al Presidente en privado: el Presidente no estuvo bajo investigación como parte de la pesquisa sobre la interferencia rusa. Él también itió que no hay evidencia de que un solo voto haya cambiado como resultado de cualquier interferencia rusa. Como bien lo apunta el periodista de The New York Times Glenn Thrush, la declaración del abogado de Trump coincide con las líneas generales o "talking points" que han sido distribuidas entre los portavoces que le defendarán en los medios. Lo importante para el presidente es dejar claro que él no es objeto de investigación por la interferencia de Rusia en las elecciones de 2016. Eso fue lo que ocasionó su frustración con James Comey, quien se negó a hacerlo público.

    El testimonio del señor Comey también deja claro que el Presidente nunca buscó impedir la investigación sobre el intento de interferencia rusa en la elección de 2016, y de hecho, según el señor Comey, el presidente le dijo al señor Comey que “sería bueno averiguar” en esa investigación si hubo algunos "satélites" asociados suyos que hubieran hecho algo incorrecto. Y él no excluyó a nadie de esa declaración. La posición de Trump en sus encuentros privados con Comey, sobre la posibilidad de que de su campaña tuviesen relaciones inapropiadas con los rusos, contrasta con su posición dura en público, rechazando cualquier vínculo y llamando la investigación "una cacería de brujas".

    Consistente con esa declaración, el presidente nunca, ni en forma o en fondo, ordenó o sugirió que el señor Comey dejara de investigar a nadie, incluyendo la sugerencia de que el señor Comey “dejara lo de Flynn”. Como declaró públicamente al día siguiente, él dijo al señor Comey, “el General Flynn es un buen tipo, ha pasado por mucho”, y también “preguntó cómo le va al General Flynn”. El almirante Rogers testificó que el presidente nunca “(le) ordenó hacer nada… ilegal, inmoral, antiético o inapropiado”. Y nunca “(lo) presionó para hacerlo”. El Director Coates dijo lo mismo. El Presidente tampoco presionó al Sr. Comey. Esta declaración de Kasowitz contradice de alguna manera un reciente reporte del diario Washington Post, según el cual Trump pidió al Director de Inteligencia Nacional, Daniel Coats intervenir con el entonces director del FBI James Comey para que dejara la investigación de Michael Flynn y su relación con Rusia. El Post reportó que la petición la hizo Trump el 22 de marzo durante una reunión en la Casa Blanca.

    Además, el presidente nunca le dijo al señor Comey, “Necesito lealtad, espero lealtad” tanto en forma como en fondo. Aquí hay dos versiones enfrentadas. Comey asegura que Trump le pidió lealtad y él se negó a ofrecerla. Trump dice lo contrario. Pero un par de detalles hacen la diferencia: Comey detalló la conversación en un memorando que escribió inmediatamente después de su reunión con el presidente, y en ese momento compartió la información con personas cercanas. El director del FBI procuró que el memorando fuese desclasificado, pensando en que podría necesitarlo en el futuro. Otro detalle es que la declaración de Comey se dio bajo juramento, mientras que la versión de Trump o su abogado no.

    Por supuesto, la Oficina del Presidente está en todo derecho a esperar lealtad de aquellos sirviendo en la istración, y, desde antes de que este Presidente asumiera y el poder y hasta hoy, es abrumadoramente claro que ha habido y siguen habiendo aquellos en el gobierno que intentan activamente socavar esta istración con filtraciones selectivas e ilegales de información clasificada y comunicaciones privilegiadas. El señor Comey ha itido que él es uno de esos filtradores. Lo que no dice el abogado de Trump es que el material del memorando que detalla la conversación entre Trump y Comey no es material clasificado, según declaró Comey ante el senado. Dificilmente su divulgación en la prensa sería considerada ilegal. La jurisprudencia de EEUU sobre filtraciones y espionaje persigue la divulgación de material clasificado o información que de alguna manera ponga en riesgo la seguridad del país o ayude a un gobierno extranjero contra los intereses estadounidenses, de acuerdo a un artículo de Susan Hennessey y Helen Klein Murillo escrito en el blog Lawfare. Asimismo, según detalla una nota de Politifact no existe en Estados Unidos una sola Ley que criminalize de forma expresa cualquier tipo de filtración de información clasificada o privilegiada a la prensa. Se trata de un cúmulo de normativas distintas, en las cuales los fiscales casi siempre encuentran base legal para llevar adelante los casos, pero depende mucho del nivel de clasificación y en que medida la seguridad del país o el curso normal de una investigación se hayan visto afectadas. En el caso de Comey parece que ninguna de esas situaciones han ocurrido.

    Hoy, el Sr. Comey itió que unilateral y subrepticiamente hizo divulgaciones no autorizadas a la prensa de comunicaciones privilegiadas con el Presidente. Las filtraciones de esta información privilegiada comenzaron a más tardar en marzo de 2017 cuando amigos del Sr. Comey declararon que él les reveló las conversaciones que tuvo con el Presidente durante su cena del 27 de enero de 2017 y el 14 de febrero de 2017 en la reunión de la Casa Blanca.

    Hoy, el Sr. Comey itió que filtró a los amigos sus supuestos memorandos de estas conversaciones privilegiadas, uno de las cuales declaró que era clasificado. También testificó que inmediatamente después de que fue despedido, él autorizó a sus amigos a filtrar el contenido de estos memorandos a la prensa para "lograr el nombramiento de un fiscal especial". En realidad, la revelación de que James Comey compartió los memorandos de sus reuniones con Trump no es nueva. El diario The New Times lo reveló el 16 de mayo, cuando publicó su historia de como Trump había pedido a Comey abandonar la investigación de Michael Flynn. "El señor Comey compartió la existencia del memo con altos oficiales del FBI y personas cercanas. The New York Times no ha visto una copia del memo, el cual es desclasificado, pero uno de los asociados de Comey leyó algunas partes a un reportero del Times", reza el reportaje del diario.

    Aunque el Sr. Comey testificó que sólo filtró los memorandos en respuesta a un tweet, el registro público revela que el New York Times estaba citando estos memorandos el día anterior al tweet de referencia, lo cual contradice la excusa del Sr. Comey para esta divulgación no autorizada de información privilegiada, que parece ser totalmente vengativa. Dejaremos que las autoridades apropiadas determinen si se deben investigar estas fugas junto con todas las otras que están siendo investigadas. Esta misma tarde, la periodista de The New York Times, Julie Davis se encargó en Twitter de desmentir a Kasowitz: "Está equivocado respecto a las historias del NYT sobre los memos de Comey. Nunca citamos los memos antes del tweet de Trump del 5/12 sobre grabaciones; la 1era historia en hacerlo fue el 5/16".

    En resumen, se ha establecido que el Presidente no estaba siendo investigado por coludir con los rusos o por intentar obstruir esa investigación. Como señaló el Comité hoy, estos hechos importantes que el país debe conocer son virtualmente los únicos hechos que no se han filtrado durante el largo curso de estos eventos. "No estaba". Este uso de palabras es notable, dado que Comey dijo ante el Senado que una de las razones por las que nunca salió a decir en público que Trump no era investigado es porque esa situación podría cambiar en cuaqluier momento y hubiesen tenido que corregir. Al ser preguntado en el Congreso por la situación actual, Comey dijo: Yo puedo hablar de como estaba la investigación cuando yo dirigía el FBI. Ahora es responsabilidad de Bob Mueller. Yo no sé.

    Como dijo ayer, el Presidente se siente completamente reivindicado y está ansioso por continuar avanzando con su agenda, ahora que esta nube pública ha desaparecido

    Gracias

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