Kamala Harris afirma que la estrategia de inmigración busca “dar una sensación de esperanza” a los indocumentados
La vicepresidenta Kamala Harris, quien fue nombrada por Joe Biden como la principal encargada de su estrategia sobre inmigración, indocumentados.
“Tenemos que dar a la gente una sensación de esperanza, de que si se quedan (en sus países de origen), llegará la ayuda”, comentó Harris. “ El problema no se resolverá de la noche a la mañana, es un tema complejo. Si fuera sencillo, se habría resuelto desde hace años”.
Harris fue nombrada encargada de asuntos migratorios en medio de un significativo aumento en el número de inmigrantes sin documentos en la frontera sur de Estados Unidos. En marzo, el gobierno deportó a 103,000 personas y tiene bajo su custodia a por lo menos 16,000 menores no acompañados.
La vicepresidenta planea viajar a Centroamérica en junio. La Casa Blanca anunció la semana pasada que Harris se reunirá virtualmente con líderes guatemaltecos en los próximos días y sostendrá un encuentro, también a distancia, con el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador el próximo 7 de mayo.
Una fuente cercana a las negociaciones afirmó a CNN que las reuniones de Harris no serán solo con funcionarios y representantes de los gobiernos de la región, sino que también quiere establecer lazos con organizaciones civiles anticorrupción y que defienden los derechos de las mujeres y comunidades indígenas y afrodescendientes.
Restaurar lazos
En la entrevista, Harris subrayó que una de las partes más complicadas de esta labor es restaurar los lazos diplomáticos con los países involucrados a la relación que existía antes de la istración de Donald Trump.
“Estamos progresando, pero no se evidenciará de un día para otro”, aseguró. “Parte del problema es que, durante la istración anterior, se canceló mucho del trabajo que se había realizado antes y se convirtió, esencialmente, en un punto muerto. Tenemos que reconstruir [las relaciones], y he dejado muy claro a nuestro equipo que esta es una prioridad para Estados Unidos, no solo para servir a quienes están sentados en estas sillas”.
La crisis en la frontera está vulnerando la política migratoria de Biden, quien acusa al gobierno anterior de haber socavado los recursos para responder a una creciente demanda de beneficios migratorios disponibles autorizados por el Congreso, entre ellos el asilo.
Durante febrero y marzo la Patrulla Fronteriza detuvo a 273,339 no ciudadanos en la frontera con México, un incremento del 70% respecto al año anterior. De ellos, 27,934 corresponden a Menores No Acompañados (UAC).
El gobierno ha enfatizado que solo está procesando los casos de UAC y que el resto, tanto unidades familiares como adultos solteros, son expulsados inmediatamente bajo el Título 42 del Código de Estados Unidos, medida adoptada el año pasado por Trump como parte de la estrategia para combatir la pandemia del coronavirus.
La no expulsión de UAC se basa en el cumplimiento del Acuerdo Judicial Flores de 1997, que prohíbe las deportaciones aceleradas de menores y ordena al gobierno que sea un juez de inmigración quien resuelva sus futuros en Estados Unidos.