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    Israel saluda el inicio de la 'era Trump' con unas polémicas medidas que dañan la paz con los palestinos

    La decisión del gobierno israelí de construir miles de nuevas casas para judíos en Cisjordania y Jerusalén se produce justo la primera semana de la llegada a la Casa Blanca de Trump, un presidente que esperan que reajuste la relación que quedó enfriada bajo Barack Obama.
    24 Ene 2017 – 04:23 PM EST
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    Presidente Trump: 'mazeltov' por su decision de mudar su embajada a Jerusalén. Un cartel de una empresa constructora israelí felicita al nuevo presidente y, de paso, ofrece sus servicios. Crédito: Thomas Coex / GETTY Images

    En Israel parecen estar sintiendo que el gobierno de Estados Unidos con Donald Trump a la cabeza será más comprensivo que el de su antecesor y luce dispuesto a ignorar la presión diplomática con la decisión de ampliar asentamientos judío en Cisjordania.

    Israel aprobó esta martes la construcción de 2,500 viviendas para israelíes en zonas de la Cisjordania ocupada, apenas dos días después de que el Ayuntamiento de Jerusalén autorizara la construcción de “bloques de asentamientos” en el este de la ciudad sagrada, disputada por palestinos e israelíes.

    Este domingo, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu habló por teléfono con el presidente Trump, quien tras las elecciones habló de mudar la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén , algo que ningún gobierno estadounidense ha hecho para no afectar el delicado, y ahora estancado, proceso de paz entre palestinos e israelíes.

    Aunque ha sido un tema del que han hablado anteriores presidentes, ninguno ha adoptado la medida porque significaría reconocer a Jerusalén como capital de Israel, cuando la ONU la mantiene como ciudad internacional a la espera de una solución definitiva del conflicto palestino-israelí. Los palestinos aspiran que la ciudad santa de tres religiones sea la capital de un eventual estado.

    “Estamos construyendo y seguiremos construyendo”, escribió Netanyahu en un mensaje en Facebook y aunque el primer ministro no aclaró si había tratado el tema con Trump, medios israelíes informan que sí le habría dicho a su gabinete que no había que esperar objeciones de la nueva Casa Blanca.

    Trump, el 'comprensivo'

    El mismo domingo, una reunión de líderes internacionales en París ratificó la ilegalidad de la construcción en territorios ocupados palestinos, en línea con la votación del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de fine de 2016 y que Washington no vetó, faltando a su tradición de bloquear decisiones contra Israel adoptadas en el organismo internacional.

    Aquella decisión hizo que las relaciones entre el presidente Barack Obama y el primer ministro Netanyahu terminaron en un bajo nivel, el peor desde que empezó el vínculo entre ambos en 2009, año en el que ambos llegaron al poder.

    El presidente Obama, como casi toda la comunidad internacional, consideraba que la construcción de asentamientos en territorios ocupados atentaba contra las conversaciones de paz entre las partes que han sido promovidas por Washington, hasta que en 2014 quedaron prácticamente congeladas.

    Tras el voto en la ONU, el entonces presidente electo Trump publicó un mensaje en su cuenta Twitter dando a entender que en su gobierno encontraría una Casa Blanca más comprensiva con el que es considerado por todos en Washington como el aliado más importante de EEUU en el Medio Oriente.

    "Con relacion (al voto en el Consejo de Seguridad) de ONU, las cosas serán diferentes despúes de 20 de enero", escribió Trump.

    “Esta decisión destruye la solución de los dos estados”, dijo Saeb Erekat, antiguo exjefe negociador palestino y actual miembro del Parlamento Palestino, quien pidió una reacción de la comunidad internacional.

    Según Erekat, la movida israelí es producto de lo que han interpretado como una mayor “permisividad” de parte del gobierno de Trump.

    Sin palabras desde Washington

    Hasta la tarde del martes no había habido ninguna reacción desde el departamento de Estado, cuyo futuro jefe, Rex Tillerson, todavía no ha sido confirmado por el Senado.

    Pese a que Trump ha dejado claro que será más cercano al gobierno de Israel, también ha dado a entender que perseguirá el objetivo que prácticamente todos los gobiernos estadounidenses del último medio siglo se han planteado de lograr un acuerdo definitivo de paz en Medio Oriente.

    Esa solución implica la creación de un Estado Palestino que conviva con el Estado de Israel, un compromiso que está pendiente desde 1947 cuando al final del protectorado de Reino Unido en la región, la ONU creó un plan de partición para un estado judío y otro árabe con un status internacional para Jerusalén.

    Los dos últimos puntos no han podido resolverse 70 años después.

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