Republicanos de condado en Nueva York piden la renuncia del controvertido representante George Santos
Los republicanos con cargos de elección popular del condado Nassau en el estado de Nueva York, entre ellos el representante Anthony D'Esposito, pidieron este miércoles que el representante George Santos renuncie a su escaño en el Congreso.
" Engañó a los votantes, sus mentiras no son meras mentiras, ha sido una desgracia para la Cámara de Representantes y no lo consideramos uno de nuestros congresistas. En nombre del Comité Republicano del Condado de Nassau, pido su renuncia inmediata", dijo Joseph Cairo, presidente de esa instancia local.
Preguntado por los periodistas cómo pudo haber contado con el apoyo de su comité, Cairo explicó que Santos era alguien de fuera del condado en el que confiaron, y ahora saben que eran todo mentiras. "Nos avergonzamos", repitió.
D'Esposito, quien habló desde Washington por videoconferencia, aseguró que no iba a asociarse con Santos y que iba a pedir a otros congresistas que se unieran a su rechazo.
El caso de Santos saltó a los medios por la larga lista de mentiras que había repetido durante su campaña poco después de arrebatarle a los demócratas el distrito 3 de Nueva York, que cubre el norte del condado Nassau en Long Island, Nueva York.
En concreto, una investigación del diario The New York Times reveló que había dicho falsamente que era egresado universitario, que había trabajado para Goldman Sachs o que tenía ascendencia judía, entre otras falsedades.
Santos reconoció haber “embellecido” su currículum pero en todo momento insistió en su negativa a renunciar a su escaño en la Cámara de Representantes.
De hecho, durante la larga semana que duraron las votaciones para presidente de la Cámara, llamó la atención el aislamiento de Santos. Particularmente el primer día, cuando permaneció solo en su asiento mientras otros representantes conversaban y se saludaban. Parecía radiactivo, comentaban los periodistas.
Los días siguientes, sin responder a los reporteros que lo seguían por los pasillos, bajaba al hemiciclo prácticamente solo a emitir su voto, esencial para Kevin McCarthy, quien libraba su particular batalla por el liderazgo de la Cámara con los diputados rebeldes que se negaban a darle su voto.
La importancia de su voto es una de las explicaciones que daban los críticos a que el liderazgo republicano hubiera optado por no referirse a las mentiras de Santos, como denunció el martes el representante Daniel Goldman al anunciar una queja formal ante el Comité de Ética de la Camara.
“No han condenado a George Santos ni todas sus mentiras”, dijo del liderazgo republicano el representante demócrata, también de Nueva York. “Lo han adoptado como uno más. Y de hecho, George Santos dio el voto decisivo para que Kevin McCarthy fuera presidente de la Cámara, así que lo ha arropado”.
“ George Santos tiene que asumir sus responsabilidades por sus mentiras. Y esperamos que el Comité de Ética investige con seriedad”, agregó Goldman.
La repentina fortuna de Santos
Pero más allá de sus mentiras sobre su pasado, lo que ha llamado la atención de fiscales han sido sus finanzas.
Hasta 2020, Santos no tenía activos y sus ingresos eran de $55,000 por su trabajo para LinkBridge Investors, según declaraciones financieras presentadas ante el secretario de la Cámara de Representantes.
Dos años después, en una presentación similar, Santos informó ingresos de entre $1 millón y $5 millones para cada uno de los años 2022 y 2021, todos provenientes de la Organización Devolder, de la cual tenía una participación total. Describió a la entidad como una “empresa consultora de introducción de capital”.
Los registros muestran que prestó a su campaña más de $700,000.
Esta llamativa repentina fortuna en los negocios de alguien que no hace tanto se dice que tenía problemas para pagar el alquiler de su apartamento atrajo la atención de los fiscales federales de Nueva York que comenzaron a examinar los antecedentes de Santos y sus transacciones financieras, según AP.
La oficina del fiscal general de Nueva York dijo que está investigando las acusaciones en torno a Santos, mientras que las oficinas de los fiscales de distrito locales en Queens y Long Island también dijeron que están revisando si Santos violó alguna ley.
Además, registros judiciales en Brasil, descubiertos por primera vez por The New York Times, muestran que Santos fue objeto de un cargo penal por usar dos cheques robados en 2008, cuando tenía 19 años, para comprar artículos por un valor aproximado de $1,350 en una tienda de ropa en el ciudad de Niteroi, incluido un par de zapatillas que le regaló a un amigo.
Santos, en una confesión firmada, itió haber robado la chequera del exempleador de su madre y haber hecho compras, según documentos judiciales revisados por AP. Un juez aceptó los cargos contra Santos en 2011, pero las citaciones posteriores para que compareciera personalmente o presentara una defensa por escrito quedaron sin respuesta.
Dado que las autoridades no pudieron determinar su paradero, el caso se suspendió en 2013. Pero en un comunicado, los fiscales estatales en Río de Janeiro dijeron que ahora que se conoce la ubicación de Santos, solicitarán la reapertura del caso.
Un diario local ya advirtió que era un "farsante"
The North Shore Leader, un periódico de Long Island, ya levantó cuestionamientos sobre las finanzas y los gastos de campaña de Santos antes de las elecciones en una nota que no alcanzó mucha tracción en su momento. Se refirió al entonces candidato "probablemente solo un mentiroso, un farsante".
Pero sus declaraciones sobre sus antecedentes, sus divulgaciones financieras y gastos de campaña no atrajeron la atención generalizada hasta diciembre, cuando The New York Times examinó las mentiras que Santos presentó a los votantes durante su campaña.
Desde entonces, Santos ha itido haber mentido sobre trabajar para Citigroup y Goldman Sachs, además de haber obtenido una licenciatura en finanzas y economía de Baruch College en Nueva York.
Más allá de su currículum, Santos inventó una historia de vida que también ha sido cuestionada, incluidas las afirmaciones de que sus abuelos “huyeron de la persecución judía en Ucrania, se establecieron en Bélgica y nuevamente huyeron de la persecución durante la Segunda Guerra Mundial”. Y durante su campaña, se refirió a sí mismo como “un judío estadounidense orgulloso”.