Facebook, Apple, YouTube y Spotify vetan al 'rey de las teorías conspirativas' Alex Jones por "propagar discursos de odio"
Alex Jones, el creador del sitio online Infowars, es nacionalmente conocido por sus teorías de la conspiración y su propagación de noticias falsas. A pesar de la naturaleza de sus contenidos, sus programas podían oírse libremente en iTunes y Spotify, sus noticias eran propagadas por Facebook y YouTube.
Sin embargo, este lunes Facebook, Apple y Youtube decidieron desactivar sus perfiles y bajar su contenido por considerarlos propagadores de “discursos de odio”, en una especie de efecto dominó que empezó la semana pasada Spotify.
Después de las múltiples presiones de la sociedad y de revelaciones como las que ha hecho Facebook sobre la intervención del gobierno ruso para desacreditar la campaña de Hillary Clinton, los gigantes de Internet se han visto forzados a arreciar sus políticas en torno a qué tipo de contenido puede circular por sus plataformas.
Jones es conocido por esparcir el falso rumor de que el tiroteo de la escuela primaria de Sandy Hook en diciembre de 2012, en el que murieron 28 personas, entre ellas 20 niños, era un montaje recreado. Pese a ello, su página de Facebook seguía disponibles en línea.
Padres y agentes del FBI involucrados en ese doloroso episodio entablaron varias demandas por difamación en su contra que están siendo ahora procesadas en cortes de Texas.
“Hoy temprano eliminamos cuatro páginas pertenecientes a Alex Jones por publicar repetidamente contenido en los últimos días que rompe los estándares de la comunidad”, dijo en un comunicado oficial Facebook que efectivamente ha desmontado la página del Canal de Alex Jones, su página personal, la página de información nocturna de Infowars y la página general de Infowars.
La acción de Facebook condena así a este sitio por glorificar la violencia, por violar su política de violencia gráfica, y “por el uso de un lenguaje deshumanizante para describir a las personas que son transgénero, musulmanes e inmigrantes, lo que viola nuestras políticas de discurso de odio".
Aunque Jones se escuda en el derecho a la “libertad de su discurso”, los grandes canales digitales han dejado claro que su contenido es incompatible con sus políticas.
Por su parte, Apple removió la librería entera de los seis podcasts pertenecientes a Jones que se podían oír en sus plataformas, incluso, War Room, el programa que era hecho a diario por el cospiracionista.
"Apple no tolera el discurso de odio, y tenemos pautas claras que los creadores y los desarrolladores deben seguir para garantizar que proporcionamos un entorno seguro para todos nuestros s" , le explicó la compañía a Buzzfeed, aclarando que desde ahora ninguno de estos programas está disponible para ser buscados, ni descargados.
YouTube se ha sumado a este veto. Alex Jones tenía 2,4 millones de seguidores en esta plataforma. El canal, ya previamente había bajado cuatro de sus videos y había suspendido las transmisiones en vivo por 90 días.
El polémico ascenso de Jones
Aunque este comentarista que suele mantener un tono altivo y beligerante en todas sus comunicaciones se había mantenido marginado por los grandes medios, y parecía habitar solo en los huecos oscuros de Internet, su simpatía por el presidente Donald Trump, su constante eco a las críticas que el mandatario hace sobre la prensa a la que él califica de “enemigo del pueblo” y una entrevista que hizo 2017 con la presentadora Megyn Kelly para la cadena NBC, le dieron una inesperada visibilidad.
Después de las elecciones de 2016, el que era conocido como “el hombre más paranóico de Estados Unidos”, empezó a tener cada vez una voz más altiva. Cuando comenzó la campaña, Jones encontró en Trump a su aliado perfecto. El locutor tenía un tipo de audiencia receptiva a los mensajes que propagaba el estridente candidato.
El magnate le ofreció a Jones aún más prominencia al aparecer en su programa para una entrevista de 30 minutos y al tomar prestadas algunas de sus teorías infundadas. El propio Jones se confesó sorprendido de que Trump estuviera siguiendo su mismo guión. En agosto de 2016 dijo en antena que le parecía “surrealista hablar de asuntos en el aire y que luego oyera dos días más tarde a Trump decir lo mismo palabra por palabra”.
Con el paso del tiempo, sin embargo, ha quedado cada vez más evidenciado el juego crucial que tienen las plataformas digitales en el ajedrez político del país y esas compañías experimentan presiones desde muchos frentes para que no se conviertan en propagadoras de caos, de mentiras y de discursos nocivos. Con esta movida parecen por lo pronto querer darle un jaque-mate al “rey de las conspiraciones” y alinearse así con sus intención de hacer de la red un lugar más confiable.
A pesar de estas movidas, este conspiracionista sigue manteniendo en su página web un promedio de 3,6 millones de s únicos mensuales y su programa de radio sigue aún sindicado por 160 estaciones de radio.