"El gobierno busca controlar lo que decimos": la dura advertencia de la editora de AP sobre los peligros que enfrentan las libertades con Trump
La editora ejecutiva de la agencia de noticias The Associated Press, Julie Pace, lanzó una dura advertencia a la población de EEUU sobre los peligros que enfrenta la libertad de expresión bajo el mandato de Donald Trump.
En un artículo editorial difundido este jueves por el diario The Wall Street Journal, Pace explicó por qué las restricciones aplicadas al medio por la Casa Blanca luego de que la agencia dijo que no utilizará el término “golfo de Estados Unidos”, como lo ordenó Trump, son un ataque a la libertad de expresión.
“Hoy, el gobierno estadounidense quiere controlar la libertad de expresión de AP. Mañana, podría ser de alguien más”, escribió Pace en el artículo titulado “La libertad de expresión de AP - y la tuya”.
Luego de que Trump ordenó cambiar el nombre del golfo de México por el de golfo de Estados Unidos, la agencia independiente, que opera en el país desde 1846, dijo que no usaría el término en sus textos, ya que podría generar confusión en sus lectores a nivel global.
Sin embargo, aclaró que en cada texto añadirá una referencia a la orden de Trump.
Pace dijo que las restricciones del gobierno al del medio a la Oficina Oval y al Air Force One por no utilizar el nombre de golfo de Estados Unidos son “un intento descarado de castigarnos por utilizar palabras que a Trump no le gustan”.
Tras las restricciones, AP interpuso una demanda en contra de la jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susan Wiles, del subjefe de gabinete Taylor Budowich y de la secretaria de prensa Karoline Leavitt.
“Para quien piense que la demanda de The Associated Press contra la Casa Blanca del presidente Trump se trata del nombre de una masa de agua, piensen en algo más grande. En realidad, se trata de si el gobierno puede controlar lo que dicen”, agregó Pace.
“La Primera Enmienda se ve amenazada” con Trump, alerta editora de AP
La periodista, quien fue corresponsal de la Casa Blanca de AP durante el primer mandato de Trump, agregó que los derechos de la ciudadanía para expresar sus ideas, consagrados en la Constitución estadounidense, ahora están en riesgo.
“La capacidad de comentar sobre política y consumir noticias creadas sin interferencia ni intimidación por parte del gobierno es fundamental para la democracia estadounidense. Tan fundamental, de hecho, que está protegida por la Primera Enmienda de la Constitución”, añadió la periodista. “Este principio se ve ahora amenazado”.
El texto de Pace en el WSJ fue difundido el mismo día que el juez Trevor N. McFadden, de la corte de distrito para el Distrito de Columbia, escucha los argumentos de AP sobre su demanda contra el gobierno. A finales de febrero, el juez, nominado por Trump, negó la petición del medio de restablecer temporalmente el de la agencia a algunos de los eventos de Trump.
El juez rechazó abrir de nuevo la puerta de la Oficina Ovala a AP diciendo que la organización de noticias no había demostrado haber sufrido ningún daño irreparable.
Sin embargo, instó a la istración Trump a reconsiderar su prohibición de hace dos semanas, diciendo que la jurisprudencia “es uniformemente inútil para la Casa Blanca”. En esa audiencia, el juez McFadden planteó preguntas a ambas partes durante los argumentos.
El juez, al hablar de la composición del “pool de prensa” que elige la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, cuestionó por qué el gobierno está obligado a seguir esas elecciones. Tras esa pregunta, días más tarde el gobierno de Trump anunció que asumió el control del “pool de prensa”, un término utilizado para describir al grupo de reporteros que acompañan al mandatario en sus apariciones públicas.
“La Casa Blanca nos ha excluido simplemente porque nos referimos al golfo de México por el nombre que ha tenido durante más de 400 años, a pesar de reconocer que el Sr. Trump ha decidido llamarlo golfo de Estados Unidos”, reiteró Pace en su artículo del jueves.
De acuerdo con la periodista, con sus medidas contra AP, el gobierno “pretende mostrar a otros medios de comunicación lo que sucederá si no se alinean”.
“Ningún presidente, de ningún partido, ha tenido reparos en avisarnos cuando no le gustó nuestra cobertura. Tienen derecho a criticarnos. Pero ningún presidente, ni siquiera el Sr. Trump durante su primer mandato, ha intentado jamás ponernos en la lista negra porque no le gustó lo que escribimos”.
“Este es un ataque mezquino e indefendible contra la prensa”, dice editorial en Missouri
Pace recordó que recientemente uno de sus clientes, el Joplin Globe, en Missouri, dijo que las medidas contra AP por parte del gobierno de Trump era un “ataque” contra la prensa en general.
“Negarle la cobertura a AP es, en realidad, negarle también el a nuestros lectores. Este es un ataque mezquino e indefendible contra la prensa. Tiene que parar”, escribió el medio local, uno de los cientos de clientes del servicio de noticias a nivel internacional que por razones presupuestarias acude a la agencia para reseñar historias relevantes que no pueden cubrir con sus propios reporteros, una realidad que aplica a casi todos los medios de comunicación digitales de EEUU que intentan sobrevivir en un ambiente informativo cada vez más dominado por voces en redes sociales que no operan bajo los estrictos parámetros editoriales de medios tradicionales.
Pace pidió a la población pensar en lo que ocurriría si, en lugar de tratarse del gobierno de Estados Unidos, fuera otro gobierno el que buscara controlar el discurso del medio de comunicación.
“Imaginen esta disputa fuera del contexto estadounidense. Si descubrieran que AP cedió ante otro gobierno que intentaba controlar su discurso, ¿volverían a confiar en lo que AP reportó desde ese país, o, de hecho, desde cualquier otro lugar?”, dijo Pace. “AP no tiene dueño corporativo ni accionistas. Si no defendemos el derecho de los estadounidenses a expresarse libremente, ¿quién lo hará?”.
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