El candidato para secretario de Estado sobre la nueva relación con Cuba: "Sus líderes recibieron mucho y su pueblo poco"
Estados Unidos concedió demasiado a Cuba y la isla caribeña no respondió a cambio.
Es uno de los reproches de Rex Tillerson, el candidato de Donald Trump para convertirse en secretario de Estado, al gobierno de Barack Obama por normalizar las relaciones diplomáticas entre ambos países.
"No les hemos exigido cuentas por su conducta. Sus líderes recibieron mucho, mientras que su pueblo recibió poco. Eso no ayudó a los cubanos ni a los estadounidense", criticó al comparecer en el Senado este miércoles.
Tillerson dijo que la isla comunista no ha hecho concesiones suficientes, especialmente en una materia: "Nuestro acercamiento reciente con el gobierno de Cuba no estuvo acompañado por concesión alguna en derechos humanos".
El elegido por Trump dice que realizará una revisión extensiva de las medidas adoptadas por la istración de Obama sobre Cuba. Y eso incluye la exclusión del país caribeño de la lista de países patrocinadores del terrorismo mundial.
Tillerson también se comprometió a que, de llegar al Departamento de Estado, condicionaría cualquier acercamiento al gobierno de Raúl Castro con la entrega de Joanne Chesimard, residente en Cuba y prófuga de la justicia estadounidense por el homicidio de un policía de Nueva Jersey.
Seguirán las sanciones a Rusia
Rex Tillerson, que es el ex presidente ejecutivo de Exxon, catalogó también como "perturbador" el informe de agencias de inteligencia sobre el hackeo ruso en las elecciones presidenciales y dijo que mantendrá en pie las sanciones a ese país decretadas por el presidente Barack Obama, en una audiencia en la que es escudriñado por la relación que forjó con Moscú cuando lideraba una de las petroleras más grandes del mundo.
En la segunda jornada para confirmar el gabinete de Trump, el ingeniero de 64 años era también consultado consistentemente sobre Rusia y sus acciones en la golpeada Siria y hacia la vecina Ucrania (tras anexar a Crimea en 2014).
"Rusia representa actualmente un peligro (...) Nuestros aliados en la OTAN están en lo correcto al alarmarse por el resurgimiento de Rusia", dijo Tillerson. "Mantendré las cosas en su status quo", dijo en otro momento de la sesión ante el Comité Judicial del Senado cuando se le preguntó sobre las sanciones impuestas por Obama la semana pasada.
Tillerson –quien debe demostrar que podrá convertirse de empresario petrolero en el máximo diplomático del país– era presionado por los senadores, especialmente por el republicano Marco Rubio, para que responda sobre si el gobernante ruso, Vladimir Putin, ordenó directamente el hackeo denunciado por las agencias de inteligencia de Estados Unidos la semana pasada.
"Creo que es una presunción justa", dijo al ser consultado específicamente sobre ello, aunque consideró que Putin no es un criminal de guerra.
Esto porque los senadores también centraban sus preguntas en el apoyo ruso a las fuerzas del presidente Bashar al-Assad, así como en la anexión de Crimea. "Rusia debe responder" por ellas, afirmó.
Un hombre que despierta dudas
Desde que fue seleccionado por Trump para la cartera de Relaciones Exteriores, Tillerson ha generado resquemor por sus lazos con Putin y dudas sobre su idoneidad para dirigir la diplomacia estadounidense, incluso entre algunos senadores republicanos.
Su falta de experiencia pública es algo fuera de lo común en la historia moderna de Estados Unidos para ocupar un cargo de tal envergadura. Pero el ejecutivo nacido en Wichita Falls, Texas, tiene un vasto recorrido de cuatro décadas en el gigante petrolero que preside a la que ingresó en 1975 como ingeniero de producción, luego de graduarse de la Universidad de Texas.
En 2001 fue nombrado vicepresidente senior de Exxon Mobil Corporation y fue elegido presidente y miembro de la junta directiva en 2004. Asumió la más alta posición de la petrolera en 2006. Esa profunda relación con la poderosa petrolera hace temer a muchos que pueda condicionar sus decisiones como máximo diplomático estadounidense.
Aunque, en días pasados, Exxon anunció un acuerdo con Tillerson para cortar sus vínculos, liquidando el paquete de acciones que tenía como ejecutivo de la empresa.
El de secretario de Estado es un puesto delicado, pues se trata del principal asesor en asuntos exteriores y quien está a cargo de las negociaciones de Estados Unidos puertas afuera. Además es quien asesora en los nombramientos diplomáticos al presidente y quien maneja la política exterior en general a través del Departamento de Estado y del Servicio Exterior.
Según un perfil del periódico The New York Times, Tillerson tiene una estrecha relación comercial con Rusia y con Putin, pues su lazo con Moscú se remonta a los años 90, cuando asumió responsabilidad de operaciones de su compañía allí. Tillerson fortaleció las relaciones comerciales con Rusia cuando a partir de 2011 propició que Exxon Mobil tenga empresas conjuntas con el gigante del petróleo Rosneft, que es mayoritariamente propiedad del estado ruso.
En 2013, el gobierno de Putin otorgó al empresario estadounidense la medalla de la Orden de la Amistad, galardón que se entrega a extranjeros que trabajan en la mejora de los lazos con la Federación de Rusia.
Sin embargo, algunos senadores se opondrán a su nominación por una razón completamente disociada de Tillerson: para demostrar una posición en contra de Trump y su reacción frente al hackeo ruso en las elecciones estadounidenses.
“Tillerson necesita convencerme a mí y otros que ve a Rusia como una fuerza disruptiva, que ve a Putin como una amenaza para la democracia en todo el mundo”, dijo Graham, uno de los republicanos que más ha promovido la investigación de la injerencia rusa en el proceso electoral del año pasado.
Además de Tillerson, otros nominados de Trump empezarán a presentarse ante los respectivos comités que estudiarán sus credenciales para ocupar los cargos a los que han sido postulados:
- Mike Pompeo, para DIRECTOR DE LA CIA
- John Kelly, para DIRECTOR DEL DEPARTAMENTO DE SEGURIDAD NACIONAL
- Betsy DeVos, para EDUCACIÓN
- Elaine Chao, para TRANSPORTE
- Ben Carson, para VIVIENDA
- Andy Puzder, para TRABAJO
- Nikki Haley, para EMBAJADORA ANTE NACIONES UNIDAS
De ser aprobados por el pleno del Senado, asumirán sus cargos se realizarán luego de la jura del nuevo presidente el próximo 20 de enero.