El buen momento de la economía, ¿es una creación de Trump o una herencia de Obama?
Durante la campaña electoral, Donald Trump no creía en las cifras oficiales que hablaban del empleo, aseguraba que eran una "farsa" políticamente creada y aseguraba, sin suministrar ningún dato o fuente, que el desempleo "real" podía llegar hasta el 18%.
Pero ya en la Casa Blanca, ahora el presidente alaba los números que mensualmente entrega el Departamento del Trabajo y el primero en tomar el crédito por el desempeño actual de la economía.
Pero ¿cuánto de los números se atribuyen al trabajo en sus seis meses en la Casa Blanca y cuánto es una herencia del gobierno anterior?
Durante su campaña presidencial el millonario desmentía con frecuencia las cifras oficiales que hablaban de una recuperación económica sólida, luego de la recesión que enfrentó el país en 2008-09. Pero ahora es todo lo contrario.
Trump ha adoptado los números oficiales para dar un mensaje fuerte y claro: su gestión como presidente ha solidificado la economía. Una estrategia fundamental que utilizará para defender su gestión ahora y en el futuro.
Números, números, números
Los índices básicos pintan un panorama positivo: en julio se crearon 209.000 empleos, la tasa de desempleo alcanzó sólo un 4.3%. La economía ha sumado más de 1 millón de trabajos desde que Trump asumió el poder.
El Índice de Precio al Consumidor en junio fue cero. Específicamente el precio promedio de una casa llegó a un récord de $263.800 dólares en junio, 6,5% más que hace un año. Actualmente la tasa de crecimiento económico (GDP) es de 2.1%.
Pero economistas ponen un freno antes aplaudir las cifras generales. Según Isaac Cohen, consultor financiero y exdirector en Washington de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la economía de Estados Unidos no ha cambiado mucho, después de la llegada de Trump.
Según el experto aunque se ha registrado un aumento en la confianza de los consumidores y empresarios, eso no es producto de su gestión en la Casa Blanca, sino de sus promesas de campaña. Entre ellas que la economía crecerá un 4% anual, una baja de impuestos, disminuir regulaciones del gobierno e invertir en infraestructura, todos temas que aun están por verse cómo se desarrollan.
"La economía está bien, sigue creciendo, el desempleo ha bajado. Pero todo estaba ocurriendo antes que llegara Trump. El presidente Barack Obama recibió la economía estadounidense con una profunda recesión. Se estaban perdiendo 600.000 empleos por mes. Aplicó el plan de recuperación económica, rescató a bancos y la industria automotriz. Ahora se cumplen nueve años drante los que la economía ha crecido sostenidamente. Trump recibió una economía en buena situación", dijo Cohen.
Durante el último año de la presidencia de Obama se crearon 2.2 millones de empleos. La tasa de desocupación alcanzó su punto máximo de 10% en plena recesión económica, pero para diciembre de 2016 la cifra estaba en 4.7%.
Lo mismo ocurrió con el crecimiento económico. El GDP alcanzó su punto más alto en el gobierno de Obama con 3.8% en el segundo trimestre de 2015, en 2010 la economía se había contraído a un -4%.
Sin embargo, uno de los factores que más afecto a la candiata demócrata Hillary Clinton era la tibieza de la recuperación económica registrada en los años posteriores a la recesión que no agilizaron el aparato productivo con la misma rapidéz que se había visto despúes de crisis anteriores.
Sube la bolsa
Otro de los elementos que Trump ha utilizado para jactarse del bienestar que su gobierno ha traido al país es el comportamiento que ha tenido la bolsa de valores. Este año Dow Jones mostró un desempeño muy bueno, subió 12%.
El Nasdaq se ha elevado 20% gracias a las ganancias de empresas como Apple, Amazon, Facebook, entre otras. El índice S&P 500 ha aumentado más del 10% con respecto al año anterior.
Pero para el académico de la Universidad de Buffalo Veljko Fotak, experto en finanzas corporativas "la reacción positiva del mercado durante la elección y en los primeros meses de gobierno de Trump se debe al miedo que había en los inversionistas a regulaciones adicionales e impuestos más altos, que se esperaban con Hillary Clinton", explicó.
Según el experto con la elección de Trump esas dudas se disiparon, creando una sensación de alivio que generó confianza en la bolsa de valores. Un fenómeno que algunos expertos no pronostican que se prolongará por mucho tiempo más, dado el comportamiento cíclico de los mercados.
Ahora inversionistas, empresas y el pueblo estadounidense en general siguen esperando que Trump cumpla sus promesas grandilocuentes de crecimiento y prosperidad y mientras más pasa el tiempo, habrá menos lugar para escudarse en el trabajo del gobierno anterior.