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    Donald Trump llena su gobierno de generales

    Poderosos en número e influencia, los generales de Trump tendrán un impacto enorme en temas como terrorismo, inmigración, fronteras y política exterior.
    7 Dic 2016 – 04:48 PM EST
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    Los generales de Donald Trump. Crédito: Getty Images

    Con la nominación del general John Kelly el gabinete de Donald Trump contará con tres militares en posiciones de gran influencia. Un perfil muy diferente a las istraciones anteriores, donde la mano del Pentágono estaba fuera del Salón Oval.

    El general James Mattis quien en 2013 dejó el servicio activo es el nominado para secretario de defensa; el general Michael Flynn un férreo crítico del liderazgo de Barack Obama en la lucha contra el terrorismo es el nominado para asesor de seguridad nacional y ahora Kelly, quien lideró el Comando Sureste, fue nominado como secretario de seguridad nacional.

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    Donald Trump nominó a John F. Kelly como director del Departamento de Seguridad Nacional

    Los tres puestos tienen una influencia enorme en la presidencia y el potencial de modificar para siempre la dirección que tome el país en materias de seguridad interna y externa, como la lucha contra el terrorismo, el uso de armas nucleares, la política de inmigración, sólo por nombrar algunos temas.

    Civiles y militares

    Uno de los preceptos más arraigados en la democracia estadounidense es el control civil de las fuerzas armadas. Expertos temen que la presencia de demasiados generales en el gabinete de Trump dañe ese principio básico.

    “Es una preocupación. Traer a ex militares a la Casa Blanca puede difuminar la línea entre civiles y el control militar. Hay una razón por la que las leyes prohíben que los generales retirados se incorporen al gobierno al salir del Pentágono”, aseguró Dennnis Goldford, profesor y director del departamento de ciencia política en la Universidad de Drake.

    En el caso de Mattis, la ley especifica que si un ex militar ocupa el puesto de secretario de defensa necesita tener al menos siete años fuera de servicio activo. Mattis se retiró en 2013.

    William Perry quien lideró el Pentágono bajo la istración de Bill Clinton aseguró en una entrevista que “tener a un ex general como secretario de estado o de defensa no es una buena idea. No lo recomendaría. En lugar de eso me gustaría ver a alguien con más experiencia en diplomacia y política pública”, dijo.

    Un sólo lente

    Una de las mayores reservas frente a la presencia de militares en el gabinete es precisamente su experiencia, un elemento clave en su lógica de pensamiento y decisiones. Los generales elegidos por Trump tienen un amplio conocimiento en áreas como política exterior y defensa, pero desde el ángulo militar y no diplomático.

    El profesor de política internacional de Fletcher School of Law and Diplomacy en la universidad de Tufts, Daniel Drezner, escribió en una columna en The Washington Post que “los diplomáticos y funcionarios de inteligencia e incluso los políticos traen otros puntos de vista a la mesa. Un equipo de generales puede ser talentoso, pero sólo tiene una dimensión”, escribió.

    Otro problema según Goldford es la forma en que Trump se relacione con ellos. “En la campaña el habló de ‘mis generales’ . Es una frase incómoda que usan la mayoría de los dictadores”, comentó.

    "Los generales siempre están preparados para luchar la última guerra, esa es su formación", agregó.

    ¿Más guerra?

    Pero los expertos también han sido cautos a la hora de interpretar el impacto concreto que tendrán los generales en el gabinete de Trump.

    “Los civiles tienden a reaccionar mucho más rápido y comprometer el uso de las tropas que las personas con experiencia militar”, dijo Goldford.

    Según Carl Jillson profesor de ciencia política de Southern Methodist University en Dallas, esa lógica se aplica en el caso de Mattis y Kelly, pero no con Flynn.

    "Él ha demostrado ser un militar y civil mucho más errático. Menos estable que sus contrapartes y más inclinado a teorías de conspiración. En su caso, no creo que haya más moderación en el compromiso de las tropas", comentó.

    En el pasado

    Trump no es el primer presidente electo en nominar a ex generales en puestos claves. El primer asesor de seguridad nacional de Barack Obama fue el general retirado Jim Jones.

    El ex general Brent Scowcroft fue asesor de seguridad nacional para George H. Bush y Colin Powell fue secretario de estado para George W. Bush.

    Los militares tampoco han estado lejos de la presidencia misma, como fue el caso de los generales Ulysses Grant y Dwight Eisenhower.

    Trump está considerando a otros generales para puestos de alta importancia, es el caso de David Petraeus como posible secretario de estado y el Almirante Mike Rodgers, director de inteligencia nacional.

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