Cómo unos mensajes del FBI están siendo utilizados para desprestigiar la investigación del 'Rusiagate'

Unos mensajes de un funcionario del FBI en los que criticaba a Rusiagate'.
El agente de contrainteligencia de alto nivel Peter Strzok se comunicó con Lisa Page, una abogada de la agencia, de manera continuada. En algunos de sus comentarios, criticó a Hillary Clinton, al gobierno de Barack Obama o incluso al Partido Demócrata. Sin embargo, los más comentados han sido aquellos en los que se refiere de manera negativa al presidente Trump, unas palabras que están siendo empleadas como munición para atacar a Robert Mueller, encargado de averiguar si hubo alguna coordinación entre el equipo del presidente y Moscú para influenciar los resultados de las elecciones presidenciales del año pasado.
En un mensaje de agosto de 2015, Strzok atacó a Trump. "Acabo de ver mi primera pegatina para parachoques de Bernie Sanders. Me hizo querer golpear el automóvil", escribió Page sobre el precandidato presidencial demócrata. El agente del FBI fue claro en su respuesta: "Es un idiota como Trump".
En otro mensaje de marzo de 2016, Page afirmó: "Dios, Trump es un humano repugnante... Oh, Dios mío, es un idiota". Strzok le contestó: "Es horrible".
Pese a que al conocerse estas conversaciones, Mueller sacó de la investigación a Strzok, su publicación ha dado munición a los críticos con el trabajo del fiscal especial y algunos republicanos han mostrado su deseo de que debe nombrarse un segundo fiscal especial para supervisar el trabajo de Mueller.
"Cada día que pasa encontramos más y más ejemplos de un claro sesgo que está infectando esta investigación", sostuvo Matt Gaetz, un senador republicano por Florida, citado por The New York Times .
Los mensajes también han sido utilizados este miércoles en el comité judicial de la Cámara de Representantes, donde el vicefiscal general Rod J. Rosenstein comenzó a testificar en la mañana. Rosenstein fue quien puso a Mueller al frente de la investigación que debe arrojar luz en el complicado rompebacezas del 'Rusiagate'.
Jim Jordan, republicano de Ohio, afirmó en dicho comité que tras conocer el contenido de los mensajes "la confianza pública en esta investigación ha desaparecido" y le preguntó a Rosenstein "¿qué clase de mensajes necesita usted para nombrar un segundo fiscal especial?".
"Le puedo asegurar, congresista, tal como creo que el fiscal especial explicó, que tomamos muy enserio las preocupaciones de 20 de este comité (...) Y nosotros tenemos la responsabilidad de llegar a una conclusión imparcial", le respondió Rosenstein.
"¿De qué manera, con la cara en alto, puede usted decir que este grupo de demócratas (en referencia a los autores de los mensajes contra Trump) son independientes y van a dar al presidente Trump un trato justo?", le inquirió el republicano Steve Chabot. Rosenstein le indicó que ha "discutido esto con Mueller (...) y es nuestra responsabilidad asegurarnos que esas opiniones no influencian sus acciones". Pero además, le mostró su apoyo al fiscal especial al afirmar que "está dirigiendo la oficina de manera adecuada". Mueller fue nombrado por George W. Bush y además está registrado como votante republicano.
En todo caso, y a preguntas del representante demócrata Jerry Nadler, el vicefiscal aseguró que no tiene ninguna razón para deshacerse de Mueller. Además, Mueller dejó claro que el agente Strozk "estaba ya trabajando en la investigación cuando el fiscal especial fue nombrado (...) En el momento que tuvo conocimiento del tema, actuó".
El mandatario Trump ha criticado desde el inicio que se investigue la trama rusa y ha afirmado que él vive una "caza de brujas". Rosenstein tuvo que responder a si él había hablado con Trump sobre la investigación que le afecta directamente. "No voy a discutir mis comunicaciones con el presidente", explicó, aunque dejó claro que "nadie me ha comunicado el deseo de relevar a Robert Mueller".
Para los demócratas, esta nueva línea para desprestigiar el trabajo del fiscal especial es ya algo claro: a medida que el trabajo de Mueller se va acercando al presidente -con la declaración de culpabilidad de Michael Flynn el 'Rusiagate' entró en la Casa Blanca- están tratando de desprestigiar su labor para limitar su efecto. Incluso, según el Times, podría ser una forma de llegar a justificar el posible despido del fiscal especial.
“Sería algo sin precedentes el tener un segundo fiscal especial para que supervise la agencia entera", dijo al diario el senador demócrata Richard Blumenthal. "No hay un motivo creíble para despreciar el gran trabajo hecho por el FBI durante tantos años simplemente porque el presiente quiere distraer o cambiar la investigación especial".