Biden cree que Putin es un "asesino" y asegura que pagará por interferir en las elecciones
El presidente Joe Biden parece estar apuntando a tener una relación con el ruso Valdímir Putin muy diferente a la que tenía Donald Trump. Aún no han pasado los primeros 100 días de su mandato y ya ha anunciado que el Kremlin "pagará" y "pronto" por haber tratado de interferir en las elecciones de 2020.
El 16 de marzo, la Oficina de Inteligencia Nacional desclasificó un informe que asegura que Putin autorizó operaciones de inteligencia para intentar influir en el resultado de los comicios que enfrentaron a Biden y a Trump.
"Pagará un precio", dijo el presidente cuando el periodista George Stephanopoulos le preguntó si esas acciones tendrían consecuencias, en una entrevista en la cadena ABC de la que este miércoles se publicaron nuevos fragmentos.
Interrogado por cuáles serían en concreto esas represalias, se limitó a decir: "lo verás pronto". El documento de Inteligencia confirma las versiones que ya habían circulado sobre que Putin estaba detrás de los intentos de injerencia, una estrategia basada en la difusión de información falsa para desprestigiar a Biden.
De acuerdo con Biden, él ya avisó al presidente ruso en una llamada telefónica en enero de que estuviera "preparado" ante las consecuencias si se confirmaban las sospechas sobre su participación en esos planes para alterar los resultados de los comicios.
Cree que Putin es un "asesino" y que "no tiene alma"
El presidente, quien tiene cinco décadas de carrera política en Washington, recordó en varios momentos de la entrevista en ABC que él conoce "relativamente bien" a Putin. En ese contexto, Stephanopoulos le preguntó si cree que el líder ruso es un asesino. "Mmm,mmm, lo creo", respondió.
Biden no añadió nada más al respecto pero sí contó que en un encuentro pasado con Putin le dijo que le había mirado a los ojos y considera "que no tiene alma".
"Sí, le dije eso, sí. Y su respuesta fue 'nos entendemos uno a otro'. Estaba solo con él en su oficina y así es como surgió", explicó el mandatario.
"Caminar y mascar chicle"
Pese a sus duras palabras contra Putin, Biden dio a entender que tiene un enfoque pragmático. Se mostró dispuesto a trabajar con el Kremlin en asuntos de interés común porque, defendió, se puede "caminar y mascar chicle al mismo tiempo".
Como ejemplo de esa política señaló el acuerdo para extender un tratado que limita sus respectivos arsenales nucleares, un pacto que sellaron en la primera llamada que Biden hizo como presidente al líder ruso.
En esa conversación, de acuerdo con la información ofrecida por la Casa Blanca, Biden se posicionó con contundencia contra acciones rusas que su predecesor, Trump, acostumbraba a pasar por alto.
Entre ellas, el arresto del líder opositor Alexei Navalny, las "agresiones" a Ucrania y el ciberataque contra agencias gubernamentales de EEUU en 2020. También se quejó ya entonces por los intentos de interferir en las elecciones.