Biden impone nuevas sanciones a las inversiones de Estados Unidos en tecnología en China
El presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva este miércoles para bloquear y regular las inversiones de alta tecnología con sede en EEUU que se destinan a China.
Se trata de una medida que, según la istración, era un objetivo planeado, pero también refleja una competencia cada vez más intensa entre las dos economías más grandes del mundo.
La medida cubre chips informáticos avanzados, microelectrónica, tecnologías de información cuántica e inteligencia artificial. Altos funcionarios de la istración dijeron que el esfuerzo surgió de objetivos de seguridad nacional en lugar de intereses económicos, y que las categorías que cubre tienen un alcance intencionalmente limitado.
La orden ejecutiva busca mitigar la capacidad de China de utilizar las inversiones estadounidenses en sus empresas de tecnología para mejorar su ejército y, al mismo tiempo, preservar niveles más amplios de comercio que son vitales para las economías de ambas naciones.
La creciente competencia entre Estados Unidos y China
Estados Unidos y China parecen cada vez más enfrascados en una competencia geopolítica con un conjunto de valores en conflicto.
Los funcionarios de la istración Biden han insistido en que no tienen interés en “desacoplarse” de China, pero el gobierno estadounidense también ha limitado la exportación de chips de computadora avanzados y ha mantenido los aranceles ampliados establecidos por el expresidente Donald Trump.
China, por su parte, ha tomado medidas enérgicas contra las empresas extranjeras.
Biden ha sugerido que la economía de China está en problemas y que sus ambiciones globales se han atenuado a medida que Estados Unidos ha revitalizado sus alianzas con Japón, Corea del Sur, Australia y la Unión Europea. La istración consultó con sus aliados y la industria para dar forma a la orden ejecutiva.
¿Por qué Biden emitió esta orden ejecutiva sobre las inversiones estadounidenses en tecnología en China?
Funcionarios consultados por la agencia AP, y que anticiparon la orden, señalaron que China ha explotado las inversiones estadounidenses para apoyar el desarrollo de armas y modernizar su ejército.
Los nuevos límites se diseñaron no para perturbar la economía china, pero complementarían los controles de exportación de chips de computadora avanzados del año pasado, una medida que provocó el rechazo de los funcionarios chinos.
El Departamento del Tesoro, que supervisará las inversiones, anunciará una propuesta de reglamentación con definiciones que se ajustaría a la orden presidencial y pasará por un proceso.
Los objetivos de la orden son que los inversores notifiquen al gobierno de EEUU sobre ciertos tipos de transacciones con China, así como prohíbe algunas inversiones.
Los funcionarios dijeron que la orden se enfoca en áreas como capital privado, capital de riesgo y asociaciones conjuntas en las que las inversiones posiblemente podrían brindar a países de interés como China conocimientos adicionales y capacidades militares.
J. Philip Ludvigson, abogado y exfuncionario del Tesoro, indicó que la orden era un marco inicial que podría ampliarse con el tiempo.
“La orden ejecutiva emitida hoy representa el comienzo de una conversación entre el gobierno estadounidense y la industria con respecto a los detalles del último régimen de detección [de inversiones]”, comentó Ludvigson. “Si bien la orden ejecutiva se limita inicialmente a los semiconductores y la microelectrónica, las tecnologías de la información cuántica y la inteligencia artificial, prevé explícitamente una futura ampliación a otros sectores”.
aLa competencia con China, una prioridad bipartidista
El tema también es una prioridad bipartidista. En julio, con una votación de 91 a 6, el Senado añadió como enmienda a los requisitos de la Ley de Autorización de Defensa Nacional para monitorear y limitar las inversiones en los países de interés, incluida China.
Sin embargo, la reacción a la orden de Biden del miércoles mostró un deseo de presionar más al gobierno chino.
El congresista Raja Krishnamoorthi, demócrata por Illinois, comentó que la orden era un “paso esencial hacia adelante”, pero “no puede ser el paso final”.
Por su parte, la candidata presidencial republicana Nikki Haley, exembajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, afirmó que Biden debería ser más agresivo y dijo: “Tenemos que detener todas las inversiones de Estados Unidos en las empresas militares y tecnológicas críticas de China, punto”.
¿Cuál es el contexto en que se produce esta orden ejecutiva de Biden?
Biden habló del presidente chino, Xi Jinping, como un "dictador" molesto después de que Estados Unidos derribara un globo espía de China que flotaba sobre territorio estadounidense.
Taiwán ha sido una fuente de tensión, con Biden diciendo que China se había vuelto coercitiva con respecto a su independencia.
China, además, ha apoyado a Rusia después de su invasión de Ucrania en 2022, aunque Biden ha subrayado que la amistad no se ha extendido al envío de armas.
La Cámara de Comercio de EEUU dijo que se reunió varias veces con la Casa Blanca y las agencias federales mientras se preparaba la orden y afirmó que su objetivo durante el período de comentarios será “garantizar que la medida sea específica y istrable”.
Los funcionarios estadounidenses han señalado durante mucho tiempo la próxima orden ejecutiva sobre la inversión en China, pero no está claro si los mercados financieros lo considerarán como un paso gradual o una escalada continua de las tensiones en un momento frágil.
“El mensaje que envía a los mercados puede ser mucho más decisivo”, indicó Elaine Dezenski, directora senior de la Fundación para la Defensa de las Democracias (Foundation for Defense of Democracies).
“Las empresas estadounidenses y multinacionales ya están reexaminando los riesgos de invertir en China. Las llamadas leyes de ‘seguridad nacional’ y ‘anti-espionaje’ de Beijing, que frenan la debida diligencia y el cumplimiento corporativos rutinarios y necesarios, ya estaban teniendo un efecto escalofriante en las transacciones directas extranjeras de EEUU. Ese enfriamiento ahora corre el riesgo de convertirse en una congelación profunda”.
Los obstáculos que enfrenta la economía china
El fuerte crecimiento económico de China ha tropezado al salir de las restricciones obligadas por la emergencia sanitaria de COVID-19.
La Oficina Nacional de Estadísticas china informó el miércoles de una disminución de un 0.3% en los precios al consumidor en julio respecto al año anterior. Ese nivel de deflación apunta a una falta de demanda de los consumidores en China que podría obstaculizar el crecimiento.
Por otra parte, la inversión extranjera directa en China cayó un 89% respecto al año anterior en el segundo trimestre de este año a 4,900 millones de dólares, según datos publicados por la istración Estatal de Divisas.
Investigadores chinos sostienen que la mayor parte de la inversión extranjera es traída por empresas chinas y disfrazada de dinero extranjero para obtener exenciones fiscales y otros beneficios.
Sin embargo, los grupos empresariales extranjeros dicen que las empresas globales también están trasladando sus planes de inversión a otras economías.
Las empresas extranjeras han perdido la confianza en China luego de sus decisiones, como controles de seguridad más estrictos y la falta de acción sobre las promesas de reforma en el país.
Los llamados de Xi y otros líderes a una mayor autosuficiencia económica han dejado a los inversores preocupados por su futuro de su economía, dominada por el estado.
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