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Esta es la razón por la que tendrás una hora menos de sueño este fin de semana

El domingo 11 de marzo EEUU vuelve a ajustar las manecillas del reloj, esta vez una hora para adelante. Aquí te enteras de las implicaciones.
10 Mar 2018 – 10:06 AM EST
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retro vintage clock at 2 o'clock Crédito: iStock

Este domingo el llamado el horario de verano llega a su fin. Así, el 11 de marzo a las 2 a.m. (hora local) la mayoría de los estadounidenses tendrán que adelantar sus relojes una hora, es decir, colocar las manecillas a la 3 a.m.

Esto significa que si este viernes vas al trabajo a las 9 a.m., el lunes lo harás una hora más temprano, aunque parezca que sea la misma hora. También significa que tendrás hambre una hora después de lo usual, verás que anochece una hora después y te dará sueño un poco más tarde.

Aquí te explicamos algunas curiosidades históricas y científicas sobre esta práctica.

La idea tiene más de 200 años


La idea del ahorro de luz natural (cambios de horario que se hacen en primavera y otoño) fue concebida por Benjamin Franklin durante su estadía como delegado estadounidense en París hace 233 años y la describió en un ensayo titulado Un proyecto económico.

A él se le ocurrió en 1784, la práctica del cambio horario comenzó a generalizarse de forma desigual unos 100 años después.

Alemania estableció el cambio en mayo de 1916 como una forma de conservar combustible durante la Primera Guerra Mundial. El resto de Europa se incorporó poco después. En 1918, fue cuando Estados Unidos adoptó el cambio.

Se hace en otros países, pero no al mismo tiempo

Cerca del 40% de los países del mundo realiza el horario de verano para obtener una hora de luz cada día, pero los países tienen diferentes fechas de cambio.

Por ejemplo, España y el Reino Unido volvieron a la hora estándar (una hora para atrás de la que estaban) el 29 de octubre.

¿Ahorrar luz o salir de trabajar aún con luz?

La finalidad de esta medida es a decuar las horas de luz natural a la actividad cotidiana y reducir el consumo de energía eléctrica. A la medida también se le atribuyen otros beneficios para el comercio o la seguridad vial. Por ejemplo, la modificación se aplicó por primera vez durante la I Guerra Mundial para mantener abiertas las fábricas una hora más.

Sin embargo, conforme la tecnología favorece la eficiencia energética, el ahorro de energía es la explicación menos robusta, ha dicho Stanton Hadley, investigador principal del Laboratorio Nacional de Oak Ridge, quien ayudó a preparar un informe para el Congreso sobre el horario prolongado de verano.

"En el vasto esquema de cosas, creo que el ahorro de energía ya no es el gran impulsor. Es gente que quiere aprovechar ese momento de luz en la noche", acota Hadley.

Sueño y poca energía por unos días

Debido al ciclo de las estaciones, que acorta y alarga los días, también se adelantan y retrasan los amaneceres y anocheceres. El ajuste del horario de verano busca que los seres humanos podamos acomodarnos a ello para aprovechar mejor las horas de luz. Sin embargo, estos ajustes también tienen implicaciones en el llamado ciclo circadiano o reloj biológico de las personas.

Un reporte de la Universidad de Columbia publicado en la revista The New England Journal of Medicine confirma que estas transiciones pueden romper los ritmos cronobiológicos e influir durante varios días en la duración y calidad del sueño. Las personas mal dormidas y poco descansadas, tienen menos energía vital durante el día.

Como curiosidad, el periódico El País explica que hace dos años Chile “olvidó” hacer el cambio otoñal y pasó un invierno con la hora de verano. Las quejas de los chilenos fueron tales que al año siguiente sí hubo cambio otoñal.

Ojo a los ‘dolores de cabeza’ y riesgo cardíaco

La alteración del horario provoca modificaciones en nuestras rutinas diarias que, aunque leves y para algunos hasta imperceptibles, no lo son tanto para aquellas personas que padecen alguna enfermedad neurológica.

Según la Fundación Cerebro de España, los cambios en los horarios de comidas, de sueño o en el número de las horas que dedicamos a dormir, y que se ven modificados por el cambio horario, afectan especialmente a personas que padecen cefaleas, epilepsia, trastornos de sueño o enfermedades neurodegenerativas.

Además, un estudio, realizado por la Universidad de Colorado, en Denver, Estados Unidos, encontró un aumento del 24% en las isiones hospitalarias por ataques cardíacos el lunes posterior al cambio de horario.

Las computadoras y dispositivos móviles se ajustan solos

Afortunadamente, cuando los relojes retrocedan una hora a las 2 a.m. del domingo 5 de noviembre, la mayoría de los dispositivos conectados a Internet, como tabletas, iPhones y otros teléfonos inteligentes, se actualizarán automáticamente. También las computadoras de escritorio se ajustarán de forma automática gracias a que sistemas como Windows, MacOS o Linux así lo tienen previsto.

Eso sí, es muy poco probable que los relojes de la cocina o de los automóviles se actualicen solos, por lo que habrá que hacer el cambio manualmente.

Esto puedes hacer


Aunque los efectos que provoca en tu organismo el cambio de horario desaparecen por completo entre dos y cinco días después, algunos consejos prácticos es modificar las horas de comida gradualmente y no de golpe, así como cenar más liviano. También se recomienda evitar la luz artificial antes de ir a la cama, eso incluye las pantallas de computadoras y teléfonos.


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