“Le están quitando la cabeza a la culebra”: el impacto en EEUU del histórico juicio contra 417 mareros
Enrique Henríquez Solórzano, alias ‘El Diablito de Hollywood’, identificado como uno de los principales jefes de la Mara Salvatrucha (MS-13) en El Salvador, se encuentra entre los 417 cabecillas y de esa pandilla que enfrentan un juicio considerado histórico en ese país centroamericano.
Varios de ellos fueron arrestados en febrero de 2018 durante la ‘Operación Cuscatlán’ y ahora los acusan de homicidio agravado, distribución de droga, lavado de dinero, tráfico de armas, conspiración de actos terroristas y agrupaciones ilícitas, señala la Fiscalía salvadoreña.
Ellos siguen el juicio desde distintas cárceles a través de videoconferencia, por la estricta vigilancia en torno a ellos. Algunos están en la prisión de máxima seguridad de Zacatecoluca, ubicada a 36 millas de San Salvador.
El juicio comenzó el 8 de octubre y ya ha comparecido más de una docena de implicados en la mayor investigación contra la MS-13 que se haya realizado en años recientes. Además, les confiscaron más de 1.8 millones de dólares en bienes.
Es posible que este proceso penal concluya hasta el 1 de noviembre por la gran cantidad de imputados, los 34 testigos cooperantes de los fiscales y el rosario de evidencias que se presentarán en la corte.
Otros líderes de la Mara sentados en el banquillo de los acusados son Saúl Turcios, apodado ‘El Trece’ y quien era un operador financiero de la pandilla; Edson Sachary Eufemia, alias 'Spyry de Park View'; y Ricardo Adalberto Díaz, 'El Rata de Leedwards'.
Ante la estrecha relación que existe entre los cabecillas de la MS-13 en Centroamérica y las clicas que operan en varias ciudades de Estados Unidos, algunos creen que este juicio debilitará a la banda.
“Sí habrá un efecto en Estados Unidos, porque la pandilla tendrá menos gente y le están quitando la cabeza a la culebra”, comparó un experto enterado de varias investigaciones criminales contra la Mara Salvatrucha y quien pidió no revelar su nombre para garantizar su seguridad. “Además, los que llenan esos puestos vacantes ya no vienen a Estados Unidos, se quedan allá”, enfatizó.
A decir de este experto, las comunidades donde la MS-13 ha sembrado el terror son más seguras por la captura de esos pandilleros, que en El Salvador catalogan de terroristas. “Cualquier organización criminal se ve afectada si le quitas a más de 400 ”, advirtió.
La pandilla nació en Los Ángeles en la década de 1980, pero sentó sus reales en el triángulo norte de Centroamérica cuando comenzaron a deportar a sus convictos. Allá se engendró su versión más sanguinaria, al grado de volverse una de las causas del éxodo masivo de migrantes hacia EEUU.
“Por las detenciones masivas la situación se pone peor”
Una acusación reciente del Departamento de Justicia (DOJ) exhibe la influencia que ejerce la MS-13 en este país, alegando que algunos mareros que emigraron en años recientes están detrás de al menos siete asesinatos brutales ocurridos en el sur de California. Se cree que eran parte del “subgrupo” más violento de la banda y que se identifica con el número ‘503’, que es la clave telefónica de El Salvador.
La ideología ‘503’ surgió de una división interna en 2015 cuando algunos jefes de la banda se opusieron públicamente a la tregua pactada con el gobierno salvadoreño para reducir la tasa delictiva en ese país y fueron asesinados, explica la Fiscalía estadounidense.
Esa influencia condujo a una ola de crímenes “de estilo medieval” más parecidos a los que se registran en El Salvador. A las víctimas les desmembraron a machetazos y a una le arrancaron el corazón. Los cadáveres fueron arrojados a cañones en una reserva forestal de Los Ángeles. En total, 22 de la clica Fulton, de los cuales 19 son centroamericanos indocumentados, enfrentan múltiples cargos y algunos son elegibles a la pena de muerte.
“Los de la MS-13 que defendieron los valores de la violencia extrema a menudo afirmaban pertenecer a la ‘503’, que generalmente denotaba el nacionalismo salvadoreño y la adherirse a las raíces violentas de la MS-13”, explica la acusación de la Fiscalía. “Los salvadoreños de la MS-13 que vinieron a Los Ángeles en los últimos años a menudo se identificaron con el grupo ‘503’”, advierte.
Las autoridades interceptaron una charla en un grupo privado en Facebook en la cual siete implicados en este caso conversaron enfurecidos sobre la intención del gobierno federal de eliminar la MS-13. En vez de replegarse dijeron estar dispuestos a enfrentar “una guerra contra la Policía”, cita el DOJ.
Para Luis Cardona, quien lleva varios años al frente de una oficina del condado de Montgomery, en Maryland, enfocada en ofrecer ayuda a los jóvenes que quieren salirse de la MS-13, esa reacción es típica en pandilleros a los que no les ofrecen opciones para abandonar su vida criminal.
“Cuando hay detenciones masivas la situación se pone peor. Una política solo enfocada en la represión jamás será la solución. En El Salvador hay mano dura y la situación aún no se ha resuelto”, dijo refiriéndose al juicio contra 417 mareros.
En 2012, Cardona estuvo presente en la tregua entre maras que se firmó en El Salvador. Asegura que entonces le quedó claro que las prisiones de ese país solo empeoran el problema. “Si 400 mareros más entran a un penal donde no hay programas de rehabilitación, ¿qué esperanza hay?”, criticó.
Cuando el presidente pronunció su segundo Estado de la Unión en febrero, ya había mencionado a la MS-13 en 160 ocasiones en discursos y tuits, según un conteo de la prensa.
En sus frases incendiarias, Trump la catalogó como una banda “salvaje” y dijo que sus integrantes son “animales”. Es su chivo expiatorio para justificar su agresiva política migratoria y la construcción de un muro fronterizo.
Al frente de esa batalla contra los más de 100,000 de la banda en 40 estados (según cifras del Departamento de Justicia) están los agentes migratorios.
La Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP) informa que ha puesto tras las rejas a 862 mareros entre el 1 de octubre de 2016 y el pasado 31 de marzo, abarcando la primera mitad del gobierno Trump.
Solo en el primer semestre del año fiscal 2019, dicha dependencia detuvo a 221 integrantes de la MS-13, casi la mitad de todos los pandilleros arrestados en ese período.
Cardona reclama que los recursos para ayudar a los de la MS-13 en EEUU y Centroamérica se limitaron cuando catalogaron a la banda como una de las cinco principales amenazas de este país y una organización criminal transnacional.
“Eso minó los esfuerzos”, lamentó el funcionario de Maryland. "Se limitaron los fondos para programas para rehabilitar a los pandilleros".