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¿Se acabaron los pactos entre el Cártel de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación?

“Cuando las escisiones en los grupos del crimen organizado suceden, quienes resultamos más afectados somos la ciudadanía”.
Opinión
Académico y periodista independiente
2016-08-26T10:51:07-04:00
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Joaquin 'El Chapo' Guzman, líder del cártel de Sinaloa, recapturado el 8 de enero de 2016 (archivo) Crédito: Miguel Tovar/LatinContent/Getty Images

Hasta el pasado 15 de agosto parecía que el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) mantenían un pacto de colaboración; sin embargo, el plagio y desaparición de Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijos de Joaquín Guzmán Loera ‘El Chapo’, reconfiguró las relaciones de quienes –desde 2010– habían sido socios en la producción, distribución y venta de droga en el pacífico mexicano.

De acuerdo con las versiones oficiales, integrantes del CJNG irrumpieron la madrugada del 15 de agosto en el restaurant-bar “La Leche”, ubicado en Puerto Vallarta, para plagiar a Guzmán Salazar junto con cinco hombres más que inicialmente fueron identificados como Juan Daniel Calva Tapia; Josias Nahuali Rábago Borbolla y Víctor Galván Ureña; ese día también fueron desaparecidos dos hombres más pero las autoridades de Jalisco no se animaron a mencionar que se trataba del otro hijo de “El Chapo”: Iván Archivaldo Guzmán Salazar y de su suegro –de quien hasta ahora se desconoce el nombre–.

Iván Archivaldo Guzmán Salazar fue designado por su padre para encabezar sus negocios ilícitos en Sinaloa desde que fue aprehendido en febrero de 2014 pero sobre todo desde su última recaptura en enero del presente año. Iván Archivaldo y su hermano Jesús Alfredo, ‘Los Menores’, encabezaban desde ese entonces una disputa interna con otras facciones del Cártel de Sinaloa siendo su principal opositor Dámaso López Núñez, ‘El Licenciado’, el cual tras la detención de ‘El Chapo’ decidió que era tiempo de asumir un rol más protagónico dentro del Cártel de Sinaloa.

Estas disputas internas no pueden pensarse ajenas a otros eventos como la liberación de Rafael Caro Quintero y el fortalecimiento de otros grupos criminales como el propio CJNG y el Cártel de Los Beltrán Leyva, el cual ya había comenzado a tener fuerte presencia en la capital de Jalisco, Guadalajara. Esta reconfiguración en la geografía del narcotráfico provocó que el Estado Mexicano asumiera con singular importancia la desaparición de los hijos de “El Chapo Guzmán”, ya que el desenlace de esta historia pudo haber significado la apertura de una guerra entre dos de los cárteles de la droga más fuertes a nivel mundial.

El gobierno temió lo peor; sin embargo, el semanario sinaloense Río Doce, uno de los más especializados en temas del narcotráfico en México, informó que las cúpulas de ambas organizaciones criminales negociaron “la liberación con vida” de los hijos de ‘El Chapo’ y que fue la comunicación directa de Ismael ‘El Mayo’ Zambada (Sinaloa) y Nemesio Oseguera ‘El Mencho’ (CJNG), lo que provocó ‘el final feliz”’en una historia que ahora se ve anecdótica pero que implica una jugada que parece haber cambiado la geografía del narcotráfico en el país, ya que el CJNG, que por años fuera un apéndice del Cártel de Sinaloa y posteriormente un socio comercial, ahora se erige como una entidad criminal capaz de desafiar no solo al Estado Mexicano sino también a su otrora aliado.

El CJNG surgió entre 2010 y 2011, tras la muerte de Ignacio ‘Nacho’ Coronel, el cual había sido el jefe de la plaza en Jalisco hasta que fue abatido por militares, el 29 de julio de 2010, en el municipio de Zapopan. Lo que en su momento se consideró una escisión del Cártel del Pacífico se convirtió en menos de seis años en uno de los cárteles más fuertes en el país, el cual –incluso– mantiene fuete presencia a nivel internacional.

Es tal la fuerza del CJNG que el gobierno federal implementó desde el 1 de mayo de 2015 la “Operación Jalisco”, acción de seguridad donde diversas fuerzas federales tienen el objetivo de abatir a los principales capos de este cártel, principalmente a su líder Nemesio Oseguera Cervantes ‘El Mencho’. La reacción del CJNG ante este operativo federal fue la generación de más de 30 bloqueos en tres estados del país y el derribo de un helicóptero de la Secretaría de Defensa Nacional donde viajaba un grupo elite de militares que tenían como misión capturar a ‘El Mencho’, cuyo centro de operaciones tácticas y financieras se ubican en los municipios de Tonaya y Puerto Vallarta, ambos en el sur de Jalisco.

El crecimiento en seis años del CJNG, sin embargo, no puede pensarse sin el apoyo de las autoridades jaliscienses ni sin las maneras en que algunos de sus se han logrado incrustar en las instituciones estatales de seguridad. Para muestra dos botones:
Sergio Adame Ochoa, detenido en los Estados Unidos el 17 de junio por participar en actividades ilícitas como fraude y lavado de dinero, fue titular de la Dirección del Centro de Inteligencia y Comunicaciones para la Seguridad de la Fiscalía General de Jalisco por más de tres años. Desde su puesto gubernamental facilitó las labores de trasiego de droga en el territorio jalisciense y además fungió como operador financiero para que el CJNG lavara su dinero a través de inversiones comerciales en Texas. Como si esto no fuera suficiente, también fue informante de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la cual lo utilizó como enlace entre áreas de seguridad de los Estados Unidos e integrantes del narcotráfico; su función era ofrecer beneficios y protección a cambio de información.

El otro ejemplo es Sergio N., detenido el 18 de agosto. Éste operador del CJNG era uno de los objetivos de la Operación Jalisco, ya que se presume su participación en diversas operaciones para lavar el dinero así como también se le acusa de la desaparición del exregidor de Puerto Vallarta, Humberto Gómez Arévalo, desaparecido desde enero de 2015.

Las preguntas que surgen tras el plagio de los hijos de ‘El Chapo’ Guzmán y la manera ‘pacífica’ en que terminó este suceso son las siguientes: ¿Por qué el gobierno de Peña Nieto tomó esto como un “Asunto de Estado”? ¿Por qué desplegó un amplio operativo para buscar a ‘Los Menores’? ¿Qué cedió el Cártel de Sinaloa ante esta acción realizada por Nemesio Oseguera “El Mencho”? ¿Por qué el CJNG puede actuar con plena libertad a pesar de que Jalisco está aparentemente “blindado” por el operativo federal cuyo único objetivo es restarle fuerza a este cártel? ¿Por qué no se investiga a fondo el papel de las autoridades jaliscienses en el crecimiento del CJNG? ¿Lo ocurrido será el fin de la alianza Cártel de Sinaloa-CJNG? ¿Está el gobierno federal y el gobierno de Jalisco preparado para brindar seguridad ante un posible conflicto armado entre ambos grupos delictivos?

En Jalisco hay mucha tensión pero pocas respuestas de las autoridades local y estatal, pues ya sabemos que, cuando las escisiones en los grupos del crimen organizado suceden, quienes resultamos más afectados somos la ciudadanía; y más la de un estado como Jalisco que lleva meses sumido en la inseguridad que ha multiplicado homicidios y desapariciones.

Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.

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