Nada es para siempre… y menos sus datos en internet

Hace un par de años hice un de 11 años en Twitter. Bajé un enorme archivo que, al descomprimirlo, me dejó todos mis tuits. Fue por cierto como una máquina del tiempo que me permitió ver cuán ingenuo es uno, buen o mal predictor, muy confiado con ciertos movimientos políticos… y a veces ingenioso (que también lo tiene uno de vez en cuando).
En fin, más de 100 mil tuits en perfecta formación en mi disco duro. Si Twitter se hace representar por un pajarito, nunca sentí más pertinente el dicho: “Más vale pájaro en mano que cien (mil) volando”. Me sentí seguro de tener los trinos dentro de la jaula y no solo entre las nubes.
(No es difícil, por cierto, si quiere bajar sus tuits vaya a Twitter > Configuración > Contenido > Solicite su archivo. Se lo mandan por email en formato ZIP.)
Hace unos días hice otro tanto con mi data de diez años de Facebook. Sí, todos y cada uno de mis posts, hasta los aburridos. No hay selección allí: todos los textos, fotos, videos, etc. Ambos paquetes son como “cápsulas del tiempo”, esas cajas que entierran en ciudades y pueblos para extraerlas varias décadas en el futuro.
(También es sencillo. Vayan a Configuración > General y en la última línea hay un vínculo para hacer de todos sus datos).
Sin embargo para mí la curiosidad por el pasado reciente no es el motor de esa arqueología, o el principal. Realmente me dio un frío en la boca del estómago pensar la cantidad de información no respaldada que tengo colgada en nubes por aquí y por allá. ¿Ejemplos? Carteles en Pinterest, fotos en Instagram y decenas de videos en Youtube. Inconscientemente me traje lo que pude.
Una historia en Storify
Pero nada me abrió los ojos como el caso de Storify. Para quienes no lo conocen, Storify es una herramienta para integración y curaduría periodísticas, es decir, búsqueda pero sobre todo armado y “empaquetado” de artículos y media en un índice sencillo, eficiente y hermoso. ¿Las fuentes? Twitter, Facebook, YouTube, Pinterest, búsquedas transversales y un generador de encabezados a partir del URL de un artículo cualquiera.
Lanzada en 2010, el servicio fue adquirido por la empresa Livefyre en 2013, que a su vez fue absorbida nada más y nada menos que por Adobe en 2016. Bajo la nueva istración el gigante de la industria gráfica determinó que Storify, tal cual la recibió, no le servía y decidió sencillamente cerrarlo.
Desde diciembre de 2017 ya no se podían abrir nuevas cuentas y el sitio web está anunciado para dejar de funcionar el 16 de mayo de 2018. Dice Adobe que “solo dará soporte a la versión 'Storify 2' construida en [un producto llamado] Adobe Experience Manager Livefyre”. Pagando por supuesto.
La verdad es que no hay problemas con eso. Adobe es muy estricto en llevar al de lo gratuito a lo . La gratuidad en la red pasó de 'monetización' tipo 'pay per click' a fees y cuotas por toda la calle del medio. Que cobren por el servicio es necesario y bienvenido, pero ¿borrar toda la data de Storify, miles de historias construidas en ocho años? No extraña que haya sonoras quejas
La opción de exportar las historias de Storify que uno tenga, una por una, genera dudas porque no se sabe dónde se importarán. Obviamente en el llamado Storify 2, pero Adobe no dice cuándo o cómo será ese servicio. No hay fechas ni precios. No encuentro cuánto cuesta la suscripción a Lyvefyre. Hay que escribirle a un representante. Lo hice por segunda vez… espero respuesta. Quizá están decidiendo qué hacer y cómo, pero lo único confirmado es que los datos desaparecerán.
Me parece que en este caso lo de Adobe es un pequeño desastre. Y los datos se borrarán y quedarán inaccesibles para los miles de s que no pueden o quieren pagar una suscripción; y quienes tienen la voluntad ignoran cómo integrar lo exportado y en qué condiciones y, sobre todo, de cuánto estamos hablando. Ren Laforne del Poynter Institute afirma que Adobe “no hace pública la lista de precios pero he oído que son significativos”. Es un producto concebido para ser adquirido por empresas. ¿Ven lo difícil o costoso que puede resultar el perder los datos en un formato ya resuelto?
(Por cierto, dos buenas alternativas a Storify son Scoop.it y ContentGems.)
Persona precavida vale por duplicado de archivo
¿A dónde quiero llegar? A que no confiemos que el servicio donde tenemos una cuenta, página, blog, directorio de archivo, media o cualquier activo alojado en la gran red va a conservar nuestra información per sécula seculorum. Las empresas pueden quebrar, cambiar de manos, ponerle tarifas a lo que era antes gratuito o ser hackeadas y no recuperarse.
Recomiendo, a vuelo de pájaro, lo siguiente:
• Si le interesa mucho lo que tiene publicado en un blog u otro servicio de contenido de s, averigüe si tiene una opción de exportación y aprenda a usarla.
• Tenga una copia de sus datos en el disco duro y en otras plataformas de red, como Google Drive, Dropbox, etc.
• Yo uso un excelente servicio de backup automático de mi disco duro local: Carbonite. Hace respaldo constante y me permite navegar mi copia virtual. De paso, puedo bajar una copia exacta de mis datos en cualquier máquina en cualquier lugar. Son $60 que pago con gusto cada año.
• Como obsesivo compulsivo que soy, hago una copia local (en disco duro portátil) de lo mejor y más valioso que tengo en mi laptop. Ya eso quizá es demasiado.
Nada es para siempre, lo sabemos, pero con un poco de desconfianza y precaución nuestra data podrá sobrevivir cualquier tormenta en las nubes borrascosas que las guardan.
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Fernando Nunez-Noda es Director de VerifiKado.com
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.