El voto latino decidirá el futuro de nuestra democracia

Para los hijos y nietos de inmigrantes latinoamericanos, como yo, nuestra percepción de la democracia estadounidense se ve influenciada por las experiencias de nuestras familias en sus países de origen. En mi caso, esta fue definida por la “dictadura perfecta” que permitió que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) permaneciera en el poder por 71 años en México. Tanta era la fuerza del PRI que la única vez que mi abuelo intentó votar, le negaron el a las urnas por la afiliación política de su hermano mayor. A raíz de esa experiencia, me inculcó un profundo agradecimiento de haber nacido en un país dónde los presidentes son elegidos por el pueblo y no por dedazo.
Pero la democracia, a la que tanta fe le tenía mi abuelo y me imagino que muchos de los suyos, está bajo ataque. Los republicanos de Trump están sentando las bases para hacer más fácil anular las elecciones que pierdan. Han cambiado las leyes estatales para que ellos – y no los votantes – tengan la última palabra. Y han amenazado y acosado a servidores públicos que no quieren ser cómplices de sus planes.
Ahora, los llamados election deniers, o candidatos que disputan los resultados de la elección de 2020, representan más del 66% de los nominados republicanos para puestos federales y estatales con autoridad sobre las elecciones, un hecho que pone en riesgo el futuro de nuestras elecciones y nuestro derecho al voto.
Además de difundir mentiras sobre la elección de 2020, estos candidatos antidemocráticos han hablado de sus planes con entusiasmo. Desde acabar con la votación anticipada y por correo – opciones de las cuales dependen muchos trabajadores latinos – hasta prohibir el uso de urnas electrónicas y así frenar el conteo de votos, estos candidatos parecen empeñados en socavar el proceso electoral y hacer más difícil que los ciudadanos voten.
En Arizona, el candidato respaldado por Trump para secretario de estado, Mark Finchem, dice que estos cambios de mano dura son necesarios por un supuesto fraude en la elección presidencial de 2020, dando como prueba que él personalmente no conoce a nadie que haya votado por Biden.
El candidato MAGA para secretario de Estado de Nevada, Jim Marchant, fue más allá y prometió ante un público de simpatizantes de Trump que él le daría la victoria al expresidente en 2024. Estos individuos, junto con 11 republicanos más de Trump que buscan convertirse en secretarios de Estado, representan un peligro claro e inminente.
Por suerte existe la oportunidad de elegir a defensores de la democracia, como Adrián Fontes en Arizona o Francisco “Cisco” Aguilar en Nevada. Estos latinos están comprometidos con fortalecer nuestras instituciones democráticas, proteger el derecho de todos los ciudadanos al voto y hacer más seguro y fácil el proceso electoral. Más importante aún, podemos confiar en que ellos respetarán los resultados de nuestras elecciones, ya sea estén de acuerdo o no.
La elección de noviembre no se trata de demócratas contra republicanos, se trata de lo que más valoramos de Estados Unidos: nuestro derecho al voto, que nuestros votos decidan las elecciones y que nuestros líderes rindan cuentas.
Como latinos, conocemos el alto precio de ignorar el lento avance del autoritarismo. Nuestras familias y comunidades han pagado ese precio y han hecho un gran esfuerzo para que nosotros no tengamos que hacerlo. Este noviembre, se lo debemos a todos ellos votar como si nuestra democracia dependiera de ello.
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.