Donald Trump es una amenaza mundial para el medio ambiente

Donald Trump contamina el medio ambiente con sus declaraciones y puntos de vista. El candidato presidencial republicano dice que Estados Unidos debe retirarse de los acuerdos de París sobre calentamiento global y da como argumento una suposición, la de que “burócratas extranjeros” controlan la energía de su país. Trump llegó a decir que “el calentamiento global es una falsa noticia inventada por los chinos”, considera el tema “un fraude”, algo “inexistente”. Es por ello que 376 científicos norteamericanos firmaron en septiembre una carta abierta dirigida al candidato, pidiéndole que rectifique semejante ‘burrada’.
Y es que resulta muy preocupante pensar que el caprichoso y poco ilustrado magnate, al llegar a la presidencia, decida acabar con años de lucha, investigación e integración que condujeron a que gran parte de países del mundo ratificaran finalmente el histórico Acuerdo de París hace menos de un mes, uniendo por primera vez a países ricos con naciones en vía de desarrollo. Acuerdo logrado desde diciembre del 2015 por 195 países. Durante una aparición en el Club Económico de Detroit, Michigan, en agosto pasado, Trump prometió romper con el acuerdo y reactivar el estancado Proyecto del Oleoducto Keystone XL, rechazado por el presidente Barack Obama y con el cual se transportaría petróleo desde la región canadiense de Alberta hasta el estado de Nebraska. Es un tema del que hay mucha tela de donde cortar. Costoso, improductivo, que no genera empleos ni acaba con la dependencia energética de Estados Unidos.
El acuerdo (o acuerdos) de París sienta las bases para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y, más importante aún, para empezar a soñar con un mundo sin combustibles fósiles, temas de los que el candidato republicano no tiene la más remota idea, pues sus preocupaciones son otras muy distintas a las de salvar al planeta en que vivimos.
Trump ha jugado con el tema ambiental, no lo considera importante, se burla. En el 2012 tuiteó que se trataba de una noticia inventada para perjudicar la economía estadounidense. Más tarde dijo que bromeaba. En mayo de este año, el aspirante presidencial aseguró que “retiraría” todos los fondos de Estados Unidos para las Naciones Unidas que tengan que ver con el cambio climático.
Por fortuna el mundo sigue girando mientras el señor Trump sigue exponiendo ideas torpes y engañando con peroratas a un montón de personas ingenuas quienes, ajenas a seguir a Donald Trump, siguen a un partido político con una venda en sus ojos y tapones en los oídos.
Hace apenas una semana culminó en Ecuador una conferencia mundial que se realiza cada 20 años, la Conferencia de Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Sostenible, Habitat III. Allí 150 países se comprometieron a construir ciudades sostenibles, siguiendo los parámetros del Acuerdo de París sobre calentamiento global. ¿Será que el caprichoso magnate republicano podrá exponer una idea clara sobre este compromiso mundial al cual también se opone?
La Nueva Agenda Urbana, que define parámetros para el desarrollo sostenible de las urbes y ayuda a replantear la planificación, la istración y las acciones para el bienestar de sus ciudadanos, es un paso extraordinario de avanzada para el mundo, pero podría verse un jaque con una metida de pata de los electores estadounidenses si aprueban llevar a la Casa Blanca a la negación del medio ambiente simbolizada, personificada por Donald John Trump.
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es). Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.