Exjefe del Cartel del Golfo será liberado en dos años: su hijo espera una larga condena
Osiel Cárdenas Jr, hijo del exjefe del Cartel del Golfo, tiene un largo historial criminal en su natal Texas. Lo han arrestado por traficar municiones, por hacerse pasar por un alguacil federal y, en el caso más reciente, por intentar transportar ilegalmente armas de grueso calibre a México.
Cárdenas Jr, de 30 años, itió esta semana que trató de comprar diez rifles de asalto AR-15 y AK-47 para llevarlos a ese país. La operación encubierta que llevó a su captura ocurrió en el estacionamiento de una tienda en Brownsville y la realizaron funcionarios de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), de acuerdo con un comunicado del Departamento de Justicia.
El joven había dado instrucciones a otra persona para que fuera a México a recoger 15,000 dólares para adquirir el armamento y le pidió que le informara al completar la transacción, según la acusación.
Por cometer este delito estando en libertad condicional, Cárdenas Jr enfrenta una condena de hasta 10 años de prisión y una multa máxima de 250,000 dólares. Le dictarán sentencia el 8 de noviembre.
En contraste, su padre se acerca a su liberación, que ha sido programada para el 30 de agosto de 2024.
Osiel Cárdenas Guillén purga una condena a 25 años de cárcel por narcotráfico, lavado de dinero y amenazas a un funcionario federal estadounidense. Le exigieron, además, pagar 50 millones de dólares.
Fue el primer capo mexicano que pisó la prisión de máxima seguridad ADX Florence, en Colorado, de la cual salió en 2019 para ser enviado a otro penal federal en Indiana.
El del Golfo es el cartel más antiguo de México y mantiene una fuerte presencia en el noreste de ese país. Surgió en la década de 1930 para traficar whisky y otras mercancías ilícitas hacia Estados Unidos. Se expandió en los años 70 bajo el mando de Juan García Ábrego, quien fue arrestado por el gobierno mexicano en 1996. Lo sustituyó Oscar Malherbe De León, a quien detuvieron poco después. Fue entonces cuando Cárdenas Guillén tomó el mando.
A este traficante se le ocurrió contratar a desertores de las fuerzas especiales del Ejército mexicano para que lo protegieran. A la postre se convirtieron en los sanguinarios Zetas, un grupo criminal dividido que tiene células en Tamaulipas, Nuevo León, Zacatecas y Oaxaca.
Aunque el hijo de Cárdenas Guillén, apodado ‘Mini Osiel’, no tomó las riendas del cartel, sí se ha metido en problemas judiciales en Brownsville, Texas, donde tiene una lujosa residencia.
A finales de 2014 fue encarcelado por tratar de llevar ilegalmente a México 480 municiones para rifles y dos cargadores. Lo detuvo la Patrulla Fronteriza conduciendo una camioneta Cadillac.
Cuatro años después, la policía de Brownsville lo arrestó en el club nocturno SKY Bar and Lounge porque llamaron al 911 denunciando que había sacado un arma para amenazar a los clientes.
Cuando lo detuvieron, los agentes le decomisaron una pistola calibre .380 y les dijo que era un elemento del Servicio de Alguaciles. “Colgando de su cuello, debajo de su camisa, los oficiales localizaron una placa dorada del fiscal de distrito del condado Cameron”, indica un comunicado de la Fiscalía.
“Testigos identificaron a Cárdenas como el individuo dentro del club nocturno que blandía el arma de fuego. También identificaron el arma de fuego… indicaron que Cárdenas también había mostrado una insignia de color dorado y se identificó como un alguacil… Los testigos dijeron que Cárdenas ordenó a los clientes que abandonaran el club nocturno o serían arrestados”, describe el comunicado.
Por estos últimos delitos, él fue condenado a dos años de prisión y salió libre el 25 de marzo de 2020. Un año después lo arrestaron en su casa agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y alguaciles federales, por violar su libertad condicional.