Equipos de fútbol, casinos y hasta una guardería. ¿En qué han invertido los capos más ricos de México?

Hasta 2007, los sinaloenses preferían tomar leche marca 'Santa Mónica', se divertían en el balneario 'Los Cascabeles' y llevaban a sus hijos pequeños a la guardería 'Niño Feliz', sin saber que el verdadero dueño de esos negocios era el narcotraficante Ismael 'El Mayo' Zambada.
El gobierno estadounidense reveló ese año solo una parte del emporio empresarial del cartel de Sinaloa, que ha usado a decenas de compañías en todo México y en varios países para blanquear la fortuna ilícita que ha obtenido a través del contrabando de drogas. Testaferros, principalmente familiares cercanos, operadores financieros y socios repartidos en el mundo, se encargan de istrar esos negocios.
Por ejemplo, a cargo del conjunto de albercas 'Los Cascabeles', así como del rancho 'Los Mezquites' y el centro comercial y habitacional 'Lomas', todos ubicados en Culiacán, estuvieron Mónica Verdugo García y Tomasa García. Mientras que el gerente de la guardería 'Niño Feliz', la lechería 'Santa Mónica' y el establo 'Puerto Rico', también localizados en la capital sinaloense, era José Núñez Bedoya.
Estos prestanombres rendían cuentas directamente a la exesposa de 'El Mayo', Rosario Niebla Cardoza, y a sus cuatro hijas: María Teresa, Miriam Patricia, Mónica del Rosario y Modesta. Ellas y sus negocios están en la lista negra de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC).
A lo largo de los años, la OFAC, una dependencia del Departamento del Tesoro dedicada a identificar y sancionar a personas y entidades ligadas al crimen organizado internacional, no ha dejado de agregar compañías fachada de todo tipo que financiaron 'El Mayo' y su socio Joaquín 'El Chapo' Guzmán.
Se trata de hoteles, inmobiliarias, bares, restaurantes, financieras, constructoras, gasolinerías, tiendas de ropa, distribuidoras de alimentos, pesqueras, ranchos, agencias de transporte y hasta un criadero de avestruces. La mayoría en su bastión, Culiacán.
Se cree que éstas fueron abiertas usando una parte de los más de 14,000 millones de dólares que ha generado el cartel en tres décadas. Aunque varias empresas cerraron después de que la OFAC reveló su vínculo con dicha organización delictiva, otras fueron creadas para seguir lavando capitales.
La istración para el Control de Drogas (DEA) las califica como "vacas lecheras" o fuentes de ingresos que alimentan las actividades de la transnacional del crimen más poderosa.
"La organización criminal de Zambada García no puede esconderse detrás de compañías de ganado y lácteos en Sinaloa", advertía en 2007 la entonces titular de la DEA, Karen P. Tandy, al revelar que la famosa lechería 'Santa Mónica', que llegó a ser la más popular de Sinaloa, era de 'El Mayo'.
Mientras las autoridades ven con desconfianza que la esposa de Guzmán, Emma Coronel, esté tratando de objeto de una investigación por su presunta participación en la fuga del capo en 2015.
Desde junio de 2000, la OFAC ha etiquetado a más de 1,900 personas y entidades como testaferros de traficantes de narcóticos. La mayoría está vinculado a carteles mexicanos y colombianos.
Los negocios de Caro Quintero y 'El Azul'
Otro mafioso de alto rango, Rafael Caro Quintero, en la lista de los más buscados de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), se hizo de una amplia red de establecimientos de combustible.
La OFAC incluso publicó en 2016 el domicilio de cada una de las gasolinerías del 'Narco de narcos', como le apodan. En su nombre, Diana Espinoza Aguilar, alias 'Altagracia Espinoza Aguilar', su actual pareja, se encarga de estas y otras empresas, incluyendo restaurantes, inmobiliarias y constructoras.
Espinoza Aguilar era esposa de un traficante colombiano hasta que conoció a Caro Quintero mientras purgaban condenas por contrabando de droga en la prisión de Puente Grande. Ella fue fichada por el gobierno de EEUU en mayo de 2016, tres años después de que el capo salió de una prisión mexicana y –según la DEA– se unió a la cúpula del cartel de Sinaloa.
"La designación de Diana Espinoza Aguilar demuestra una vez más que el fugitivo narcotraficante Rafael Caro Quintero depende en gran medida del apoyo de sus familiares", indicó entonces John E. Smith, Director Interino de la OFAC, en un comunicado.
Las inversiones de otros peces gordos de ese grupo criminal también han sido ventiladas. Según una acusación federal, Juan José Esparragoza Moreno, alias 'El Azul' y uno de los fundadores del cartel de Sinaloa, adquirió Casa V y Terraza, la inmobiliaria Grupo Impergoza, el parque industrial La Tijera, el centro comercial Provenza, así como de varios establecimientos de combustible en Culiacán y el estado de Jalisco.
Este hombre habría fallecido de un paro cardiaco en 2014, pero su muerte no fue confirmada por el gobierno. Por eso, el FBI aún ofrece una recompensa por su arresto. Las autoridades creen que sus empresas están bajo el control de su esposa Ofelia Monzón Araujo, y sus cuatro hijos Brenda, Nadia, Cristian y Juan Ignacio Esparragoza, todos fichados por la OFAC.
Por su parte, entre Raúl Flores Hernández, alias 'El Tío', un distribuidor de droga independiente que se asoció a los carteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG), se encuentran el casino Grand, el bar La Camelia y el club deportivo Morumbi, todos en Jalisco.
Al revelar en agosto de 2017 quiénes eran los prestanombres de 'El Tío', la OFAC señaló al cantante de música regional mexicana Rafael Márquez.
Un caso criminal contra Flores Hernández se interpuso en el Distrito del Sur de California de la Fiscalía federal. Se le acusa de importar grandes cantidades de cocaína desde Sudamérica y hacia EEUU. Actualmente se encuentra preso en una cárcel mexicana en espera de su extradición.
Los diarios y la comida japonesa de 'El Mencho'
Uno de los criminales más buscados del mundo, Nemesio Oseguera Cervantes, alias 'El Mencho', también ha invertido en negocios parte de las millonarias ganancias que le ha dejado su sanguinario grupo, el cual fundó en 2011 después de ser un brazo armado del cartel de Sinaloa.
Según la OFAC, el dinero de 'El Mencho' fue a parar en los periódicos Uno Más Uno y Diario Amanecer, los restaurantes de comida japonesa Kenzo y Mizu, la promotora musical Gallistica, así como en plazas, hoteles y varios negocios.
Al frente de sus empresas gastronómicas están los chefs Alfonso Corona Romero, alias 'Chef Poncho Corona', y Edgar Alfonso Corona Robles, apodado 'Ponchito Corona', alega el Departamento del Tesoro.
Desde abril de 2015, la OFAC ha señalado a 63 individuos y entidades ligadas al Los Cuinis, el cual lidera Abigael González Valencia.
Como resultado de la investigación de la OFAC, el gobierno de México le confiscó a 'El Mencho' el 'Hotelito Desconocido', una hospedería en Tomatlán, en el estado de Jalisco. La agencia indicó que gracias a sus acciones, las autoridades en ambos lados de la frontera han podido enfocarse en desmantelar las operaciones de lavado de dinero del CJNG.
"El Departamento del Tesoro se ha enfocado estratégicamente en los líderes del CJNG y Los Cuinis, así como en familiares cómplices, operadores criminales y negocios bajo su control", advirtió la directora de la OFAC, Andrea Gacki, en octubre de 2018, cuando el Departamento de Justicia elevó a 10 millones de dólares la recompensa ofrecida por la captura de Oseguera Cervantes.
A mediados de mayo, EEUU le asestó otro golpe a las finanzas de ese cartel, acusando a seis empresas de Guadalajara por presunto banqueo de capitales. Se trata de las firmas de arquitectos y de bienes raíces A&A Estudio Arquitectónico, Arquitectura y Diseño de Balance, y G Y R Arquitectos. También castigó a la compañía de productos orgánicos Granatura, la tienda de ropa femenina Jafiea Boutique y la agencia de servicios gastronómicos Operadora Restaurantera del Sol Naciente.
De acuerdo con la acusación, Liliana Rosas Campa, quien es esposa de Gonzalo Mendoza Gaytán, alias 'El Sapo', un lugarteniente del CJNG en Puerto Vallarta, se encarga de istrar esos negocios y lavar dinero en nombre de su marido y de la organización de 'El Mencho'.
La OFAC asegura que el jefe de Los Cuinis usa como prestanombres a su esposa Jeniffer Camacho y a su cuñada Wendy Amaral, quien se registró como dueña de la firma de arquitectos W & G de Jalisco.
Pocos activos de otras organizaciones de tráfico de droga han sido desvelados por el Departamento del Tesoro. Por ejemplo, señala que Miguel Treviño Morales, alias 'El Z-14' y exlíder de Los Zetas, lavó dinero a través de la casa de cambio Prodira y la empresa de seguridad Trastreva, ambas en Zacatecas. Su testaferro era Filemón García.
Mientras que su esposa Juanita Ríos era la encargada del negocio Distribuidora e Importadora de Productos del Norte, con sede en Monterrey, en Nuevo León. 'El Z-40' está preso en México.
Héctor Beltrán Leyva, el fallecido jefe del clan de los hermanos Beltrán Leyva, estuvo vinculado a la empresa de seguridad privada Sistemas Elite, con oficinas en Guadalajara.
Mientras que un capo de la Familia Michoacana metió dinero en la compañía Transportadora Purépecha, con sede en Uruapan, Michoacán; y uno de los cabecillas del cartel del Golfo compró la gasolinería Combustibles Briones, que operó en la ciudad de Matamoros, en Tamaulipas.
Además, se alega que el cartel de los Arellano Félix, cuyos remanentes aún controlan parte de la ciudad de Tijuana, estaba detrás del negocio Tienda Marina Abaroa de La Paz, en Baja California Sur.
Las inversiones de 'El Futbolista'
A Tirso Martínez Sánchez le encantaba tanto el fútbol que llegó a ser dueño del Club Irapuato en 2002, cuando ese conjunto ascendió a la primera división de la liga mexicana de balompié.
También compró equipos en las ciudades de Querétaro, Celaya, La Piedad y Mérida. Todos los fue adquiriendo con el dinero proveniente del tráfico de drogas, confesó al gobierno estadounidense. Martínez Sánchez era distribuidor de cocaína en EEUU para los carteles de Sinaloa y de Juárez.
Durante su testimonio en el juicio contra 'El Chapo' Guzmán en una corte federal de Brooklyn, contó que adquirió el equipo Venados de Yucatán por alrededor de 700,000 dólares y el de Reboceros de La Piedad por $2.2 millones. Cuando vendió este último le sacó buena ganancia: se lo compraron por $10 millones y luego de pagar adeudos a empleados y jugadores se echó a la bolsa $4 millones.
Por estas inversiones le apodaban 'El Futbolista'. Pero a la par de sus empresas deportivas, este hombre que estudió hasta la adolescencia trabajó para organizaciones de tráfico de droga entre 1995 y 2003. Solo en los últimos cuatro años, dijo, se embolsó hasta 50 millones de dólares.
Antes de que lo arrestaran en 2014 en México y lo extraditaran al año siguiente, este mafioso disfrazado de empresario compró un restaurante en Tijuana y otro en Illinois, así como una concesionaria de autos en Los Ángeles, cuatro negocios de venta de ropa, una avioneta, caballos y varios vehículos.
No siempre le fue bien. Relató que una parte de su fortuna se le fue en palenques mexicanos, donde perdió entre dos y tres millones de dólares en apuestas en peleas de gallo.
En 2016, Martínez Sánchez se declaró culpable de cargos relacionados con el narcotráfico y aceptó testificar contra su antiguo socio 'El Chapo'. Por esta colaboración espera que le reduzcan su condena, que podría dejarlo tras las rejas por el resto de su vida.
La Fiscalía federal aún trata de confiscarle dos millones de dólares, prácticamente el valor total de los bienes que aún conserva: una casa, un rancho y tres terrenos.
'El Futbolista' insistió en la corte de Brooklyn que la mayor parte de su fortuna ya se esfumó. "Me gasté todo el dinero en las apuestas de gallos, caballos, propiedades, autos, casas, fiestas y mujeres".