Volodymyr, un oficial de prensa de las Fuerzas Armadas de Ucrania, en el dormitorio de la oficina de prensa de la Brigada 72, que antes había sido un centro de cuidado de niños, en Donbas, Ucrania. En esa ocasión, en 2013, el Ejército ucraniano logró defender con éxito la ciudad de las fuerzas separatistas. Crédito: Guillaime Herbaut/Agence VU
Fuerzas antimotines hacen una barrera en la calle Hrusevsskoho, en Kiev, luego de que se enfrentaran con manifestantes que estaban a favor de una asociación con la Unión Europea (UE). Esas protestas dejaron al menos cuatro personas muertas y cientos de heridos.
En noviembre de 2013, miles de personas salieron a las calles de Kiev para mostrar su descontento con la decisión del presidente pro ruso Viktor Yanukovych de retirarse de la firma de un acuerdo con la UE. Las manifestaciones, centradas en Maidan (también conocida en inglés como Independence Square), se extendieron por todo el país y fueron violentamente reprimidas. El presidente Yanukovych huyó a Rusia en febrero de 2014 como consecuencia de las manifestaciones y un gobierno pro UE tomó el poder tras nuevas elecciones. Crédito: Guillaime Herbaut/Agence VU
En noviembre de 2013, miles de personas salieron a las calles de Kiev para mostrar su descontento con la decisión del presidente pro ruso Viktor Yanukovych de retirarse de la firma de un acuerdo con la UE. Las manifestaciones, centradas en Maidan (también conocida en inglés como Independence Square), se extendieron por todo el país y fueron violentamente reprimidas. El presidente Yanukovych huyó a Rusia en febrero de 2014 como consecuencia de las manifestaciones y un gobierno pro UE tomó el poder tras nuevas elecciones. Crédito: Guillaime Herbaut/Agence VU
Esto aumentó las tensiones entre el este y el oeste del país. En marzo de 2014, las fuerzas respaldadas por el Kremlin ocuparon la Península de Crimea. El territorio votó para unirse a Rusia en un referendo que Ucrania declaró inconstitucional. Un mes después, los separatistas de las regiones orientales de Donetsk y Luhansk tomaron edificios gubernamentales y establecieron repúblicas populares autoproclamadas, un estatus no reconocido por la mayoría de la comunidad internacional.
Los enfrentamientos entre el gobierno y las fuerzas separatistas provocaron numerosas bajas en ambos bandos. Rusia realizó una serie de ejercicios militares cerca de la frontera con Ucrania, mientras que Kiev y los funcionarios de la OTAN acusaron a Moscú de armar a los rebeldes e invadir el territorio de Ucrania, lo que Rusia negó. Los enfrentamientos entre el Ejército ucraniano y los separatistas continuaron hasta un tenue alto el fuego en febrero de 2015. En la imagen, una pared de fuego que fue construida por los manifestantes como defensa de los ataques de las fuerzas de seguridad. Crédito: Guillaime Herbaut/Agence VU
Los enfrentamientos entre el gobierno y las fuerzas separatistas provocaron numerosas bajas en ambos bandos. Rusia realizó una serie de ejercicios militares cerca de la frontera con Ucrania, mientras que Kiev y los funcionarios de la OTAN acusaron a Moscú de armar a los rebeldes e invadir el territorio de Ucrania, lo que Rusia negó. Los enfrentamientos entre el Ejército ucraniano y los separatistas continuaron hasta un tenue alto el fuego en febrero de 2015. En la imagen, una pared de fuego que fue construida por los manifestantes como defensa de los ataques de las fuerzas de seguridad. Crédito: Guillaime Herbaut/Agence VU
Una mujer de Slovyansk, en el noreste de Ucrania, posa con un fusil al darle la bienvenida a las fuerzas separatistas a la ciudad. Para entonces, ya habían ocupado la oficina de la ciudad. La alcaldesa de ese momento, Nellie Shtepa, había manifestado su apoyo a los milicianos. Crédito: Guillaime Herbaut/Agence VU
Un grupo de niños recibe entrenamiento militar en un campamento de verano para menores entre siete 7 y 18 años en Kiev. El campamento es uno entre varios organizados por el batallón Azov, una milicia nacionalista radical que ahora forma parte de la Guardia Nacional y lideraba la batalla en contra de los separatistas rusos en el este de Ucrania. Crédito: Guillaime Herbaut/Agence VU
Un niño ucraniano juega con el celular de su madre en Donbas, a cientos de metros de donde estaba el frente de batalla entre las fuerzas ucranianas y los separatistas. El pueblo de Zaitseve está dividido en dos: una parte es controlada por los separatistas y la otra por las fuerzas del gobierno. Crédito: Guillaime Herbaut/Agence VU
Alexander Yanushkevich lleva un guante de metal en su mano derecha que luce como si fuera una obra de arte luego de regresar del frente, donde peleó contra los separatistas en la región de Donbas, al este de Ucrania. Él se había alistado en el Ejército ucraniano como cocinero en 2017 y fue enviado al frente por cinco meses. A su regreso, comenzó a hacer obras de arte con metal. El guante que muestra en la imagen es la primera de ellas. Crédito: Guillaime Herbaut/Agence VU
Vassili Kissilov resultó herido por una mina que estalló mientras él manejaba su tractor el 24 de abril de 2015 en un campo cerca de su pueblo, Kodema, en Donetsk. Quedó con quemaduras importantes en sus piernas y perdió dos dedos de la mano y dos del pie. Las minas no detonadas son una amenaza para la gente que vive en la región del Donbas. Hay organizaciones que reportaron más de 1,600 muertes por esas explosiones en 2018. Crédito: Guillaime Herbaut/Agence VU
Al menos 50 personas murieron y decenas resultaron heridas cuando misiles rusos impactaron contra una estación ferroviaria en la ciudad de Kramatorsk. El ataque ocurrió mientras miles de civiles esperaban trenes para escapar de la región oriental de Donbas, donde la ofensiva rusa se ha intensificado, hacia zonas más seguras de Ucrania. Más información aquí.