El saldo de muertos en el terremoto en Myanmar y Tailandia supera los 1,600: siguen buscando entre los escombros
El saldo de muertos por el potente terremoto que golpeó Myanmar y Tailandia ha seguido subiendo este domingo con el reporte de las autoridades birmanas hablando ya de más de 1,600 fallecidos, mientras los equipos de rescate siguen buscando a posibles sobrevivientes entre casas en ruinas o un rascacielos colapsado en Bangkok.
El número de muertos por el terremoto de magnitud 7.7 del viernes aumentó rápidamente en Myanmar y este domingo alcanzó las 1,644 víctimas. Además, hubo 3,408 heridos y 139 desaparecidos.
En el área metropolitana de Bangkok, que sufrió la peor parte del terremoto en Tailandia, las autoridades informaron este domingo de 18 muertos, 33 heridos y 78 desaparecidos.
Las autoridades aún estaban evaluando los daños y cualquier estimación general sigue incompleta. Sin embargo, dos días después, se ha obtenido un panorama más claro sobre la magnitud de la destrucción.
Los devastadores daños en Myanmar
El sismo de magnitud 7.7 y poca profundidad sacudió a primera hora de la tarde del viernes el centro de Myanmar, con su epicentro cerca de Mandalay, la segunda ciudad del país, que resultó gravemente dañada. Al terremoto lo siguió una fuerte réplica de magnitud 6.4, que destruyó numerosos edificios, abombó carreteras y derribó puentes en este empobrecido y aislado país del sudeste asiático.
Myanmar se asienta sobre la importante falla de Sagaing, que separa las placas de la India y la Sonda, y los daños generalizados de este terremoto se extienden por una amplia franja del centro del país. La zona incluye Mandalay, la segunda ciudad más grande de Myanmar, con 1.5 millones de habitantes, ubicada cerca del epicentro del terremoto.
Infraestructuras críticas han sido destruidas, incluyendo el histórico Puente Ava que conecta Sagaing y Mandalay, la Universidad de Mandalay y varios sitios patrimoniales, según informó la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en un comunicado este domingo.
Hasta el momento, se ha obtenido poca información de otras zonas aparte de las principales áreas urbanas de la ciudad de Mandalay y Naypitaw, y la Cruz Roja indicó que los aeropuertos permanecen cerrados en ambas zonas.
También se han reportado daños significativos en las regiones de Sagaing, Naypyidaw, Magway, Bago y el estado de Shan, mientras que las interrupciones en las telecomunicaciones continuaron dificultando la coordinación de emergencias en varias regiones, según la Cruz Roja.
La Cruz Roja dijo que ha lanzado un llamamiento de emergencia por 100 millones de francos suizos (113.3 millones de dólares) para ayudar a 100,000 personas en 20,000 hogares durante los próximos 24 meses.
Myanmar está sumida en una prolongada y sangrienta guerra civil, la cual ya ha generado una enorme crisis humanitaria. Esto hace que moverse por el país sea difícil y peligroso, complicando las labores de ayuda e incrementando los temores de que la cifra de muertos pudiese aumentar precipitadamente.
La devastación que causó el terremoto también en Tailandia
En la vecina Tailandia, donde el terremoto sacudió el área metropolitana de Bangkok y otras partes del país, las autoridades confirmaron al menos diez muertes en la capital, donde se desplomó un edificio de 30 plantas en construcción.
El sábado llegaron más equipos pesados para mover las toneladas de escombros, pero la esperanza se desvanecía entre amigos y familiares de los desaparecidos de que pudiesen ser encontrados con vida.
“Estaba rezando para que hubieran sobrevivido, pero cuando llegué aquí y vi la ruina... ¿dónde podrían estar? ¿En qué rincón? ¿Siguen vivos?. Sigo rezando para que los seis estén vivos”, dijo Naruemol Thonglek, de 45 años, llorando mientras esperaba noticias sobre su pareja, que es de Myanmar, y cinco amigos que trabajaban en el lugar.
“No puedo aceptar esto. Cuando veo esto, no puedo aceptarlo. Un amigo cercano mío también está ahí”, señaló.
Waenphet Panta señaló que no había tenido noticias de su hija Kanlayanee desde una llamada telefónica aproximadamente una hora antes del terremoto. Un amigo le dijo que Kanlayanee había estado trabajando en lo alto del edificio el viernes.
“Estoy rezando para que mi hija esté a salvo, que haya sobrevivido y que esté en el hospital”, manifestó ella, con el padre de Kanlayanee sentado a su lado.
Las autoridades tailandesas informaron que el terremoto y las réplicas se sintieron en la mayoría de las provincias del país. En muchas zonas del norte se registraron daños en edificios residenciales, hospitales y templos, incluyendo en Chiang Mai, pero sólo se reportaron víctimas en Bangkok.
El inusual pedido de ayuda humanitaria de las autoridades birmanas
Señal de la grave situación, el jefe de la junta, Min Aung Hlaing, lanzó un inusual pedido de ayuda internacional. En el pasado, otros regímenes militares rechazaron la asistencia exterior ante grandes desastres naturales.
El país declaró el estado de emergencia en las seis regiones más castigadas. En un gran hospital de la capital, Naipyidó, los médicos se vieron forzados a atender a los heridos en el exterior.
"No había visto nada así antes. Intentamos gestionar la situación. Estoy tan exhausto ahora", dijo un doctor a la AFP.
Varios países ofrecieron ayuda, entre ellos Estados Unidos. "Es realmente malo y nosotros ayudaremos", dijo su presidente Donald Trump desde la Casa Blanca.
Un primer vuelo desde India con material de higiene, mantas o comida aterrizó el sábado en Rangún, la ciudad más poblada y centro comercial de Birmania, 500 km al sur de Mandalay.
China también envió un equipo de 82 socorristas al país, con el que mantiene frontera.
Organizaciones humanitarias advierten que Birmania no está preparada para lidiar con esta catástrofe. Unos 3,5 millones de personas están desplazadas por la guerra civil y muchas en riesgo de hambruna, incluso antes del sismo.
Con información de AP y AFP.
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