Qué es la Resistencia Islámica, la milicia proiraní a la que EEUU acusa de los ataques a su base en Jordania
La Resistencia Islámica en Irak es la amalgama de milicias proiraníes a la que Estados Unidos atribuyó el miércoles el Joe Biden dijo que ya decidió cómo va a responder.
Sin entrar en detalles de cuál puede ser esa respuesta, la Casa Blanca sí ha dicho que no quiere provocar una expansión de la guerra en Medio Oriente. Irán ha advertido con “responder decisivamente” a cualquier ataque estadounidense contra la República Islámica.
Estados Unidos ha señalado que se está preparando para ataques de represalia en el Medio Oriente tras el ataque con drones del domingo que también hirió a más de 40 soldados en la Torre 22, una base secreta en el noreste de Jordania que ha sido crucial para la presencia estadounidense en la vecina Siria.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, dijo el miércoles que Estados Unidos cree que el ataque fue planeado, financiado y facilitado por la Resistencia Islámica en Irak, un grupo que incluye al grupo militante Kataib Hezbollah.
Qué es la Resistencia Islámica
El término Resistencia Islámica se utiliza para describir una coalición flexible de milicias respaldadas por Irán que se oponen al apoyo de Estados Unidos a Israel en la guerra en Gaza.
Es difícil determinar quién pertenece a este grupo, pero diversos expertos han enlistado cinco organizaciones principales: Asaeb Ahl-e Haq, el Movimiento Hezbollah liderado por Akram al-Kaabi, Brigadas Imam Ali dirigidas por Shibl al-Zaydi; Kataib Hezbollah dirigido por Ahmad al-Hamidawi, y las Brigadas Seyed al-Shuhada ld encabezadas por Abu Ala al-Walayi.
De estos, Kataib Hezbollah es considerada la facción armada más poderosa de la Resistencia Islámica. Además, de acuerdo con el Instituto de Washington para la Política del Cercano Oriente, hay pruebas que sugieren que la Guardia Revolucionaria de Irán desempeña un papel de coordinación.
Estos grupos a veces toman acciones que no cuentan con el apoyo del resto.
También han adoptado una nueva táctica en los últimos años, utilizar un nombre genérico que evitaría que un grupo en particular sea visto como el principal autor de los ataques en un intento de evitar responsabilidades específicas.
Estados Unidos responsabiliza en gran medida a Irán por armar y apoyar a estos grupos.
La respuesta de EEUU ante más de 160 ataques
Hasta el miércoles, Kataib Hezbollah y otras milicias alineadas con Irán habían lanzado 166 ataques contra instalaciones militares estadounidenses desde el 18 de octubre, incluidos 67 en Irak, 98 en Siria y uno en Jordania, según el Pentágono.
Estados Unidos ha contraatacado a las milicias varias veces durante los últimos tres meses. El 27 de octubre, aviones de combate estadounidenses atacaron dos sitios de almacenamiento de armas y municiones en el este de Siria, cerca de Boukamal, que eran utilizados por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y grupos respaldados por Irán.
También en Siria, aviones de combate bombardearon una instalación de almacenamiento de armas del IRGC cerca de Maysulun en Deir el-Zour el 8 de noviembre. Y los ataques aéreos estadounidenses tuvieron como objetivo un centro de entrenamiento y una casa segura en el distrito Bulbul de Mayadin el 12 de noviembre.
El 26 de diciembre, Estados Unidos lanzó ataques contra tres lugares en Irak utilizados por Kataib Hezbollah y grupos afiliados, y el 23 de enero, contra tres sitios en Irak, nuevamente apuntando a Kataib Hezbollah.
Cualquier ataque estadounidense adicional podría inflamar aún más una región ya agitada por la guerra en curso de Israel contra Hamas en la Franja de Gaza.
La guerra comenzó cuando Hamas atacó a Israel el 7 de octubre, matando a unas 1,200 personas y tomando alrededor de 250 rehenes. Desde entonces, los ataques israelíes han matado a más de 26,000 palestinos y desplazado a casi 2 millones de sus hogares.
La violencia ha tenido ecos en varios países del Medio Oriente, con Irán atacando objetivos en Irak, Pakistán y Siria, y Estados Unidos llevando a cabo ataques aéreos contra los rebeldes hutíes de Yemen, respaldados por Irán, por sus ataques a la navegación en el mar Rojo.
Algunos observadores temen que una nueva ronda de ataques contra Irán pueda llevar a la región a una guerra más amplia.