La invasión rusa a Ucrania cumple 50 días: una guerra marcada por atrocidades contra la población civil
Esta semana se cumplen 50 días de la invasión de Rusia a Ucrania, el peor conflicto y la peor crisis de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Ucrania se prepara ahora para una gran ofensiva rusa en el este del país, después de que hace dos semanas el Ejército ruso anunciara su repliegue de la capital Kiev y áreas del norte del país, entre ellas la zona de exclusión nuclear de Chernobyl.
El bombardeo indiscriminado de ciudades ucranianas, unos 32 al día, ha disminuido tras el repliegue. Ahora Rusia se concentra en el Donbas. El presidente Vladimir Putin dijo este martes que la guerra no terminará hasta que no controle esta región oriental.
Lo que espera el Pentágono es que la guerra desde el aire de estos primeros 50 días deje paso a una guerra más callejera, un marco en el que Rusia puede encontrar más dificultades por la resistencia terrestre ucraniana, que ya fustró su entrada en Kiev.
El error de cálculo de Putin (una resistencia que no imaginó)
La invasión a Ucrania, que Rusia negó hasta el estallido de la primera bomba, está resultando mucho más dura, larga y costosa de lo que el presidente Vladimir Putin había previsto.
Lo que el Kremlin llamó "operación militar especial" tenía, según sus cálculos, que haber durado solo días, con la caída pronta de la capital, Kiev, y la rendición del pueblo ucraniano.
Sin embargo, los ucranianos, tanto el Ejército como las milicias civiles, contrarrestaron la ofensiva rusa con mucha más potencia de lo esperado, dada su notable inferioridad de recursos.
Tampoco contempló Putin el liderazgo moral del presidente mensajes diarios a sus ciudadanos y al mundo en defensa de la integridad de Ucrania.
La asistencia militar y estratégica de Occidente ha jugado un papel destacado en el poder de respuesta ucraniano.
Bombardeos indiscriminados contra la población civil
Rusia niega lo que el resto del mundo ha visto en los medios y en redes sociales: las imágenes de bombardeos contra objetivos civiles como bloques de viviendas, refugios, guarderías o maternidades.
Algunas de esas imágenes ya forman parte de la memoria colectiva sobre los horrores de esta guerra: el ataque a cadáveres repatidos por las calles de Bucha.
Rusia tampoco ha respetado los corredores humanitarios en repetidas ocasiones: algunas veces ni siquiera han podido ponerse en marcha y otras los civiles han sido atacados directamente mientras escapaban, atravesando carreteras o huyendo en tren.
Investigación sobre posibles crímenes de guerra
Tres países de la Unión Europea (UE) - Alemania, Países Bajos y Suecia- anunciaron este lunes la liberación de unos 2.7 millones de dólares a la Corte Penal Internacional (I) en apoyo a sus investigaciones sobre posibles crímenes de guerra en Ucrania.
A principios de marzo, el fiscal jefe de la I, el británico Karim Khan, había anunciado que su oficina iniciaba "investigaciones activas" sobre posibles crímenes de guerra en Ucrania.
Las atrocidades registradas en la ciudad de Bucha, cerca de Kiev, a principios de abril, y un ataque con misiles contra una estación de tren abarrotada en la ciudad de Kramatorsk, en el este de Ucrania, serán dos de los focos de la investigación dirigida por la fiscalía de Ucrania con expertos forenses desplegados desde varios país.
La respuesta de Occidente que Putin desestimó
Otro de los errores de cálculo notorios de Putin al plantear la invasión a Ucrania fue desestimar la capacidad de Occidente para unirse y tomar decisiones rápidas y contundentes.
El Kremlin tenía el antecedente de la descoordinación, pasividad o inacción de los países occidentales en sus agresiones a otros países o territorios durante los últimos años, por ejemplo con su anexión de Crimea.
Sin embargo, en esta ocasión tanto Estados Unidos como la Unión Europea han sorprendido con una unión, contundencia y agilidad sin precedentes a la hora de tomar decisiones durísimas contra la movilidad, las importaciones y en general el intercambio con un país que hasta el 24 de febrero era un socio comercial más en el panorama internacional.
Las últimas sanciones han afectado a la población rusa de forma indiscriminada, al privarles de contratos con empresas extranjeras y el cierre de empresas de un día para otro, dejando a muchos sin empleo, o el corte de a medicamentos occidentales.
El efecto boomerang: rearme en la UE e impulso para la OTAN
La estrategia de Putin ha tenido un efecto revulsivo que no deseaba: la Unión Europea ha roto tabúes históricos sobre defensa en cuestión de horas, Alemania ha aumentado por primera vez en décadas su presupuesto de defensa y la OTAN se ha fortalecido.
Incluso ahora es más probable la ampliación de la Alianza Atlántica hacia el Este. Finlandia y Suecia mostraron un claro deseo de pedir la adhesión este verano, según adelantó con fuentes oficiales el diario británico The Times.
El temor a que Rusia no se detenga en Ucrania es latente y la OTAN aparece como la garantía ante un eventual ataque. Ninguna nación europea quiere ser la próxima Ucrania.
La mayor crisis de refugiados en Europa desde la II Guerra Mundial
Más de 4.5 millones de personas han abandonado Ucrania desde que comenzó la invasión el 24 de febrero, el mayor éxodo en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Es la última cifra que ha dado ACNUR, la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados, un dato que no deja de crecer y al que se suma el drama del desplazamiento interno: gente que abandona sus casas sin saber si quedarán en pie o las saquearán. La ONU calcula que son 7.1 millones.
Polonia ha sido el principal país receptor de refugiados ucranianos pero también otras naciones vecinas como Rumanía, Hungría, Moldavia y Eslovaquia.
La imagen icónica de la huida ucraniana son las ventanas de los trenes, madres, hijos, hermanas,esposas y familiares despidiendo, no saben por cuánto tiempo, a los hombres entre 18 y 60 años que están obligados a combatir a las fuerzas rusas.
Las pérdidas militares rusas
La conocida superioridad militar rusa ha sido clara en todo momento en los ataques aéreos, pero esta invasión ha revelado carencias en el Ejército ruso: tanto en la estrategia, como en el suministro y la motivación de los soldados.
La renuncia a entrar en Kiev, después de haber estado días a las puertas con una fila de tanques, es una de las señales de que la guerra no ha discurrido como Rusia tenía previsto.
Falta información verificada sobre bajas rusas, pero sí se han visto numerosas imágenes de tanques rusos destruidos y se sabe que han muerto al menos seis generales.
Un número "no insignificante" de grupos tácticos de batallón ya no pueden luchar en Ucrania, según las informaciones que ha dado el Pentágono a periodistas.
Putin ha nombrado al general Alexandr Dvornikov, conocido como "el carnicero de Siria", como líder de sus tropas en Ucrania. EEUU y la UE consideran que no será capaz de resolver todos los problemas logísticos rusos rápido, pero advierten de sus prácticas brutales, ya empleadas en Aleppo, Siria, y Grozny, Chechenia.
Una guerra larga
La sanción pendiente a Rusia, la que tendría un mayor impacto en su financiación, aún no ha ocurrido. La Unión Europea ha dado a Moscú 35,000 millones de euros (casi $38,000 millones) en compra de energía desde que comenzó la guerra en Ucrania.
" Hemos dado a Ucrania 1,000 millones de euros, que puede parecer mucho, pero 1,000 millones de euros es lo que damos a Putin cada día. Desde que empezó la guerra le hemos dado 35,000 millones de euros. Compárenlo con los 1.000 millones de los ucranianos", dijo recientemente el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.
Hay negociaciones pero el consenso para recortar las importaciones de petróleo y gas es muy difícil debido a la dependencia que tienen algunos países de la energía rusa, entre ellos Alemania.
Borell adelantó que los ministros europeos abordarán ahora “los próximos pasos”, cuando se le preguntó por la posibilidad de sancionar el petróleo ruso, como ya ha hecho Estados Unidos.
Mientras esa sanción no llegue, esta guerra se anuncia larga y ahora mismo incierta: existe la incógnita de si Rusia podrá controlar el Donbás o de si realmente la ofensiva en el norte y en la capital ha terminado.
EEUU anunció este miércoles $800 millones en ayuda militar adicional a Ucrania. Si el flujo de armas hacia Kiev continúa, las fuerzas de ese país seguirán mostrando la resistencia que han plantado a Rusia. Que la guerra se extienda mucho más en el tiempo ya no es una aseveración sin fundamento.