"Barriles tóxicos": Rusia lanza estrategia para no seguir perdiendo compradores de petróleo. ¿Cómo le afecta?
Las sanciones de Occidente por la invasión a Ucrania no han ido directamente hasta el momento en contra de las exportaciones de petróleo y gas de Rusia, pero Moscú ha tenido problemas en días recientes para vender parte de sus barriles de crudo.
Algunos compradores han optado por buscar suministros en otros mercados —como el de Medio Oriente— a pesar de que los barriles rusos se han llegado a ofrecer con una rebaja de $20 frente al máximo de una década cercano a los $120 alcanzado por los del Brent, tomados como referencia por casi todo el mundo.
"Los que compran al contado no están adquiriendo crudo ruso y esto está causando un alza en los precios, porque entonces tienen que buscar suministros en otro lado", escribió este jueves el analista petrolero Phil Flynn, en su reporte diario para la consultora energética Price Futures Group.
Si el recorte en las compras de petróleo ruso se prolonga, Moscú sufriría un doble golpe.
Por un lado, dejaría de recibir ingresos clave para financiar el gobierno, pues las ventas de crudo y gas el año pasado representaron para Rusia el 36% de su su presupuesto total. De hecho, en 2021 las ventas energéticas de Rusia fueron cruciales para el presupuesto del país porque los precios del crudo y gas superaron ampliamente los niveles proyectados por el país al inicio del año. En el caso del petróleo, Moscú había previsto que el precio del barril promediara $45 el año pasado y, en cambio, promedió $69.
Por el otro lado, si sus ventas se frenan no podrá beneficiarse de la actual escalada de los precios, porque no está consiguiendo compradores para todo su crudo a pesar de que lo está ofreciendo más barato.
Medios especializados en el sector energético reportaron en días recientes que no solo los operadores están dejando de comprar petróleo ruso, sino que incluso algunos importadores están rechazando los barcos que lo transportan.
Sanciones que buscan secar los ingresos petroleros en Rusia
"Nadie quiere comprar, embarcar o almacenar petróleo ruso", dijo un operador citado por la agencia Reuters.
Analistas lo catalogan como "una prohibición de facto" que se da en medio de la cascada de sanciones que Occidente ha espetado a Rusia por su invasión a Ucrania, y del éxodo de gigantes energéticas como BP y Shell de Rusia o al menos de proyectos clave allí.
Las sanciones no han asestado un golpe directo a las ventas de suministros energéticos, pero el objetivo es asfixiarlas hasta que Rusia deje de recibir dinero por ellas, dijo este jueves la jefa de la política energética de la Unión Europea, una región altamente dependiente del gas natural ruso criticada por algunos porque indirectamente con sus compras financia el gobierno de Vladimir Putin.
Una de las sanciones apunta a un componente crucial para cualquier país productor de petróleo: su capacidad para refinar el crudo que extrae de sus profundidades.
La Unión Europea prohibió las exportaciones de tecnologías necesarias para refinar o procesar el petróleo. "Estas tecnologías son elaboradas en Europa y no pueden ser ofrecidas fácilmente a nivel mundial por otros proveedores", explicó ante el Parlamento Europeo Kadri Simson, la cabeza para asuntos energéticos del bloque.
"Así que, con el tiempo, se agotarán los ingresos del crudo refinado que en 2019 generó 24,000 millones de euros en ingresos para Rusia", agregó.
En China siguen comprando con métodos de pago alternativos
El crudo ruso es uno de los más demandados en el mercado mundial. Rusia exporta de 2 millones a 3 millones de barriles de productos refinados por día y eso lo convierte en uno de los mayores proveedores del planeta.
La mezcla de petróleo referencial de Rusia, conocida como la mezcla de los Urales, fue de hecho la primera que superó este año los $100 el barril tras el desplome de los precios durante la pandemia, una señal de la mayor demanda que había por ella, recordó la analista petrolera Louise Dickson, de Rystad Energy, citada por el diario The New York Times.
"Pero la incursión de ese país en Ucrania lo ha convertido ahora en el productor de los barriles más tóxicos en el mercado", agregó.
Por ahora, China ha compensado una parte de esas ventas que Rusia ha dejado de hacer en Europa. De acuerdo con el analista Flynn, de la consultora Price Futures Group, los compradores de ese país han mantenido sus compras de crudo ruso, específicamente de una mezcla conocida como ESPO.
Para ello, están recurriendo a otros métodos de pago en lugar de adquirirlo con las habituales líneas de créditos de los bancos, explicó en una nota.
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