El 'techo de cristal' está hecho de prejuicios: 9 de cada 10 personas tienen algún sesgo contra las mujeres

Aunque en algunos países se ha avanzado más que en otros, en unos existen más leyes que en otros, en ninguna nación del mundo, sea rica o pobre, puede decirse que se ha alcanzado la igualdad de género.
El llamado 'techo de cristal' con el que chocan las mujeres del mundo en su desempeño profesional y vital no solo es una realidad sino que continúa siendo sólido a pesar de tantos años de luchas y avances, nutriéndose de sesgos y prejuicios enraizados en la sociedad, incluso, entre las propias mujeres.
Así lo demuestra el Índice de Normas Sociales de Género publicado este jueves por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), un estudio que capta "cómo las normas sociales pueden obstaculizar la igualdad de género en ámbitos como la política, el trabajo y la educación".
Este estudio analiza datos de 75 países, lo cual representa a más del 80% de la población mundial. La investigación revela que, a pesar de décadas de reivindicaciones y progresos en el camino hacia la igualdad de género, cerca del 90% de la población mantiene algún tipo de prejuicio o sesgo contra las mujeres.
La desigualdad de género se ha asociado durante mucho tiempo con normas sociales discriminatorias persistentes y aunque en las nociones más básicas estas han ido evolucionando hacia una mayor igualdad de oportunidades, las mujeres continúan enfrentando fuertes expectativas sociales convencionales que las sitúan como cuidadoras y amas de casa por sobre todo lo demás, mientras de los hombres se sigue esperando que sean el sostén de la familia.
Bien arraigados en estas normas sociales hay patrones de exclusión de larga data que limitan las oportunidades y opciones de las mujeres, impidiéndoles alcanzar su máximo potencial.
Para la elaboración de este índice se tomaron en cuenta siete indicadores que reflejan prejuicios sociales que frenan el pleno desarrollo de la mujer en ámbitos como la educación, el empleo y la política. Aquí te mostramos cuatro de ellos, que al tratarse de habilidades y esferas de mayor desarrollo, tienen más arraigo a nivel general:
Avance desigual
Haciendo un análisis histórico, es innegable que existe un avance en el desarrollo femenino y el inicio de un camino hacia la igualdad. En las áreas más básicas del desarrollo humano las mujeres han ido ganando terreno.
Se han eliminado barreras legales a la igualdad de género en muchos países, las mujeres pueden votar y ser elegidas en la vida política, tienen a la educación y participan de la vida económica sin que existan restricciones formales, al menos en la mayoría de países, pero en la medida en que se superan las áreas más básicas del desarrollo y se avanza hacia escenarios más complejos -que la investigación del PNUD denomina "áreas mejoradas"- la brecha de género se hace más evidente y amplia.
Es aquí cuando chocan con el llamado 'techo de cristal', enfrentándose a elementos y prejuicios más simbólicos e invisibles pero que inciden directamente contra su pleno desarrollo y una verdadera igualdad.
Retroceso
De acuerdo con esta investigación, que contiene información disponible sobre los cambios que ha sufrido el sesgo de género en alrededor de 30 países en los últimos años, los datos indican que aunque algunos han experimentado una mejoría en este ámbito, las actitudes parecen haber empeorado en otros.
De forma general, el sesgo contra la igualdad de género está aumentando en algunos países, con evidencia de una reacción negativa tanto en hombres como en las propias mujeres. Según una parte del estudio, la proporción de personas con prejuicios moderados e intensos contra la igualdad de género creció en los últimos años en 15 países, de un total de 31 analizados.
La proporción de mujeres y hombres en todo el mundo con sesgos de género de moderados a intensos aumentó del 57% al 60% para las mujeres y del 70% al 71% para los hombres, mientras las encuestas demuestran que "los hombres más jóvenes pueden estar aún menos comprometidos con la igualdad que sus mayores", asegura el estudio.
El progreso en la proporción de hombres sin prejuicios de género fue mayor en Chile, Australia, los Estados Unidos y los Países Bajos, mientras en el otro extremo se situaron Suecia, Alemania, India y México. La proporción de mujeres sin prejuicios de normas sociales de género aumentó más en los Países Bajos, Chile y Australia.
Educación, concienciación e incentivos
Entre las principales recomendaciones del PNUD para avanzar en materia de igualdad de género, imprescindible para lograr la igualdad entre los seres humanos y alcanzar el desarrollo, se encuentran la educación, la sensibilización y la creación de nuevos incentivos.
"Se puede lograr cambiar las relaciones de poder desiguales entre los individuos dentro de una comunidad o desafiar los roles de género profundamente arraigados" a través de la educación, brindando información y conocimientos nuevos que pueden formentar diferentes valores y comportamientos, asegura el estudio.
En áreas como la protección contra la violencia de género y la discriminación, las políticas públicas son indispensables, así como la capacitación a todos los niveles.
También es indispensable equilibrar la distribución de los cuidados, particularmente en la crianza de los hijos, ya que gran parte de la diferencia en los ingresos se genera antes de los 40 años, lo que lleva a las mujeres a perder muchas oportunidades en el mercado laboral durante las primeras etapas de sus carreras, coincidiendo con el nacimiento de los hijos.
Además, el PNUD destaca la importancia de fomentar la entrada de las mujeres y las niñas a sectores tradicionalmente dominados por los hombres, como las fuerzas armadas y las tecnologías de la información.