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Impuestos

Qué es el impuesto mínimo corporativo aprobado por el G20 y qué tan fácil será su aplicación

El impuesto implicaría que cada empresa deberá pagar un 15% de sus ganancias en impuestos al país en el que opera, si se beneficia de tasas inferiores en otro país, lo que busca desalentar la evasión de impuestos a través de paraísos fiscales.
30 Oct 2021 – 01:39 PM EDT
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Líderes de las 20 economías más desarrolladas del mundo, el llamado su cumbre de Roma con "amplio apoyo" establecer un i mpuesto corporativo mínimo global, resultado de meses de negociaciones para concretar el acuerdo.

El impuesto corporativo mínimo global implicaría que cada empresa deberá pagar un 15% sobre sus ganancias en impuestos al país en el que opera si se beneficiara de tasas inferiores en otro país, lo que busca desalentar a las compañías a evadir impuestos a través de paraísos fiscales.

El nuevo impuesto global, que solo se aplicaría a empresas con más de $850 millones en ingresos anuales, busca revertir la caída de las últimas décadas de las tasas impositivas a las empresas en todo el mundo, frente a los impuestos casi nulos que ofrecen agunos países para atraer a compañías y ganar un dinero con el que no contarían de otra manera.

Esta caída ha reducido la recaudación de algunos gobiernos y comprometido su capacidad de invertir en sectores sociales.

Con la imposición de esta nueva tasa mínima se espera recaudar $150,000 millones adicionales cada año en todo el mundo, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el espacio dentro del cual se negoció el acuerdo.

La aprobación formal de este impuesto global deberá reflejarse en la declaración final de la cumbre del G-20 este domingo.

En junio los ministros de finanzas del G7 anunciaron un compromiso "histórico" para aplicar el impuesto mínimo global a las ganancias de las grandes empresas y el pasado mes de julio lo hicieron los ministros de finanzas del G20. Ahora, con la aprobación oficial de los jefes de Estado del grupo, se abre el camino a su complicada aplicación en cada país.

Un impuesto que es un desafío global

Casi 140 países, que representan más del 90% de la producción económica mundial total, han respaldado el acuerdo. Y aunque el G20 ha planeado ponerlo impuesto en marcha para 2023, aplicarlo será tarea de cada país por su cuenta, un proceso complejo que puede tomar tiempo.

Para ello, la propuesta deberá ser ratificada por cada país, según sus respectivas leyes. En Estados Unidos, por ejemplo, podría requerir la aprobación de dos tercios del Senado, que actualmente se encuentra dividido en 50 republicanos y 50 demócratas, con la renuencia tradicional de los primeros a subir impuestos, menos tras el recorte con el que se beneficiaron las corporaciones durante el gobierno de Donald Trump.

Estados Unidos es sede de del 28% de las 2,000 multinacionales más grandes del mundo.


El acuerdo fiscal incluye también una revisión de cómo se gravan los impuestos a las multinacionales cuando obtienen ganancias en países donde no tienen presencia física.

Esa otra disposición, más controvertida, "tiene como objetivo principalmente abordar la ira en Europa por los gigantes tecnológicos con sede en EEUU que pagan poco en impuestos en los países europeos a pesar de ganar sumas sustanciales allí", informó The Washington Post.

Según el reporte de ese diario, escépticos del plan señalan que detalles clave como los relacionados con la imposición de impuestos a las empresas multinacionales, siguen sin resolverse y que los líderes mundiales podrían enfrentar importante desacuerdos para ponerlo en marcha.

Países en desarrollo como Nigeria, Pakistán y otros, se han opuesto al acuerdo.

El renovado interés de Washington

Tras la aprobación formal del impuesto mínimo global en el G-20, el presidente Joe Biden alabó la medida como un paso más en la búsqueda de un sistema tributario más justo y de impedir que las corporaciones se beneficien de los paraísos fiscales.

Para Biden, es "más que un simple acuerdo tributario", escribió en Twitter. "Es la diplomacia remodelando la economía global y aportando beneficios para nuestra gente", agregó.


Este acuerdo internacional se alcanza tras importantes esfuerzos de Biden, quien también busca aumentar los impuestos corporativos en su propio país, para financiar su ambiciosa agenda social y económica.

Pero hasta ahora, Biden no ha conseguido que el Congreso la apruebe en su versión inicial, entre otras cosas, por las disputas sobre cómo se financiarán esos planes y ante la renuencia de algunos demócratas conservadores de aumentar impuestos a las corporaciones.

Una nueva propuesta que el presidente anunció este jueves antes de partir a Roma no incluía un aumento en la tasa corporativa pero sí dos nuevos impuestos mínimos del 15%, uno sobre los ingresos que obtienen las empresas estadounidenses en el extranjero y otro sobre las ganancias que las grandes corporaciones reportan a sus accionistas.


Además, propuso sanciones para las empresas que operan en Estados Unidos pero mantienen sus sedes en países que no aceptan el nuevo acuerdo global.

La aprobación del impuesto mínimo corporativo global ha sido también uno de los principales empeños de la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, quien ha tenido un papel importante en las negociaciones.

"Es un momento crucial para Estados Unidos y la economía mundial. Felicito a @POTUS por este logro", escribió Yellen en Twitter este sábado.


"Este acuerdo convertirá la economía global en un lugar más próspero para las empresas y los trabajadores estadounidenses. En lugar de competir por nuestra capacidad para ofrecer impuesetos más bajos, Estados Unidos competirá ahora por las habilidades de nuestra gente, nuestras ideas y nuestra capacidad para innovar, que es una carrera que podemos ganar", añadió.

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