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Diplomacia

Cómo un presunto globo espía desinfló las esperanzas de distensión entre China y EEUU

El episodio del probable globo espía alimentó el frenesí noticioso de 24 horas y dejó claro que la desconfianza mutua por temas de mayor profundidad está muy arraigada en ambas cancillerías, justo cuando Washington y Pekín planificaban rebajar esas tensiones.
Publicado 19 Feb 2023 – 10:21 AM EST | Actualizado 19 Feb 2023 – 10:21 AM EST
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El episodio del globo espía chino dejó las ya tensas relaciones entre EEUU y China en su peor nivel en años, justo cuando se esperaba que la visita a Pekín del secretario de Estado, Antony Blinken, ayudara a ponerlas en un curso de mejor entendimiento.

Blinken incluso urgió este sábado a China a evitar incidentes similares en el futuro y advirtió sobre las "consecuencias" de dar ayuda a Rusia en la guerra de Ucrania.

El jefe de la diplomacia estadounidense formuló esas advertencias en un encuentro con su homólogo chino, Wang Yi, al margen de la Conferencia de Seguridad de Múnich (Alemania).

La reacción estadounidense a la “violación a la soberanía” territorial y la ira china por la “desproporcionada violencia que usó EEUU al derribar un globo que, aseguran, no tenía malas intenciones ni era militar, demuestran lo frágil que es ese vínculo entre Pekín y Washington, uno de los más importantes para la estabilidad global.

Algunos analistas esperaban que con el problemático arranque que tuvo China en 2023 en el frente doméstico (sobre todo con las protestas contra la continuidad de políticas de confinamiento por el coronavirus) el gobierno comunista favorecería la calma en sus relaciones exteriores para concentrarse en esos desafíos internos.

En ese sentido, la complicación que generó el incidente del aerostato, con la cancelación de la visita del secretario Blinken, frustró las expectativas de quienes esperaban tiempos menos tensos entre las dos mayores economías del planeta.

Un episodio que sirvió estupendamente para alimentar el ciclo de noticias de 24 horas, deja en claro que la desconfianza mutua por temas de mayor profundidad está muy arraigada en ambas cancillerías.

No es que la violación territorial y el supuesto espionaje chino a instalaciones militares estadounidenses sea algo menor, pero es algo que se da por hecho que sucede por otros medios, como satélites o inteligencia humana. EEUU hace lo mismo con China.

La “errada política” de ver a China como una amenaza

A fines del año pasado, el canciller chino Wnag Yi, aseguró en un seminario sobre diplomacia que “ EE. UU. ha insistido en considerar a China como su principal competidor” y que se trata de una política “errada”.

“La ha sitiado, atacado y reprimido, y esto ha traído grandes dificultades a las relaciones bilaterales. China ha tomado medidas para contrarrestar la hegemonía de EE. UU., y al mismo tiempo, ha mantenido una comunicación franca y abierta para encausar estos vínculos en la dirección correcta", afirmó Wang.

El canciller chino tiene alguna razón porque Washington considera a China una “grave amenaza”, aunque tiene sus razones geopolíticas para eso.

“La República Popular China es el único competidor (de EEUU) que tiene la intensión de reordenar el orden internacional e, incrementalmente, un poder para hacerlo”, dijo en octubre de 2022 el secretario de Defensa Lloyd Austin.

En su evaluación sobre lo que describe como la “amenaza china”, el FBI indica que representa un serio problema “para el bienestar económico y los valores democráticos de EEUU”.

El expansionismo de Pekín en mar Sur de China

En particular, EEUU ve a los chinos como un peligro para la estabilidad del sureste asiático, por sus afanes de expansión territorial, reflejados en el problema del mar Sur de China o el mar Meridional de China.

A principios de febrero, Powell estuvo de visita en Filipinas, donde pactó una ampliación del a bases militares locales para las fuerzas estadounidenses en ese país que, junto con Japón, es fundamental en el balance de poder que busca mantener Washington en la zona.

Filipinas es uno de los países que mantiene reclamos sobre el mar Sur de China (además de Indonesia, Vietnam y Taiwan) una porción del oeste del Océano Pacífico rica en recursos y por donde pasa buena parte del comercio regional y que Pekin asegura que le pertenece en su totalidad.

Además de la disputa marítima, China y EEUU están enfrentados por el asunto de Taiwan (República de China), nación a la que Pekín considera un territorio irredento, pero cuya autonomía es respaldada por Washington en un delicado equilibrio diplomático con el que no alienta su independencia, pero rechaza la anexión comunista.

El escenario de una guerra por Taiwán

Ese equilibro se hace cada vez más complicado, al punto que Taiwán es uno de los escenarios en el que muchos analistas consideran que eventualmente podría producirse un enfrentamiento armado entre chinos y estadounidenses.

Taiwán ocupa la isla de Formosa, separada por el estrecho de Taiwán de la China continental. Desde 1949 tiene un gobierno autónomo, cuando las fuerzas nacionalistas de Chian Kai Shek se refugiaron allí desplazadas por los comunistas de Mao Tse Tung.

Hasta 1979 EEUU reconocía a Taiwán como el único gobierno chino, pero eso cambió cuando estableció relaciones con el gobierno comunista de Mao y cortó con la isla. Desde entonces, Washington reconoce la doctrina de “una sola China” pero mantiene una relación de ambigüedad estratégica con los taiwaneses.

EEUU ofrece al gobierno de Taipéi un apoyo que busca disuadir a Pekín de cualquier medida de fuerza para unificar el territorio. Periódicamente realiza ejercicios militares que la China continental considera como actos de provocación.

China no condenó a Rusia por invadir Ucrania

El hecho de que el gobierno comunista no se haya sumado a la condena internacional por la invasión de Rusia a Ucrania ha reactivado los temores de algunos de que los chinos piensen hacer algo similar para reunificar su territorio.

Un informe del Departamento de Defensa de 2021 advierte que el Ejército Popular de Liberación chino “probablemente se están preparando para una contingencia para unificar Taiwán con la República Popular China por la fuerza, al mismo tiempo que disuaden, retrasan o niegan cualquier intervención de terceros, como los Estados Unidos”.

Recientemente, Michael Minihan, general de cuatro estrellas y jefe del Comando de Movilidad Aérea de EEUU, envió un i nusual memorándum a su personal en el que pide que se aceleren los preparativos para el combate alegando que su intuición le dice que el país podría verse arrastrado a una guerra con China en dos años.

"Espero estar equivocado. Mi instinto me dice que lucharemos en 2025", escribió Minihan, quien dirige un comando con más de 110,000 .

Pero funcionarios del Pentágono han dicho que tales comentarios no son consistentes con las evaluaciones militares estadounidenses.

Con ese trasfondo, el episodio del globo espía no deja de ser un incidente menor que, pese a la espectacularidad, no va a alterar las relaciones entre Washington y Pekín, aunque si resalta lo frágil de un vínculo crucial para la estabilidad mundial.

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