52 blancos iraníes por cada rehén: qué ocurrió en la crisis revivida por Trump en su amenaza a Teherán

El domingo 4 de noviembre de 1979 fue tan crucial para Irán y Estados Unidos que, cuatro décadas después, lo que sucedió esa mañana sigue acechando una relación que desde entonces no ha logrado componerse de forma duradera.
Era el año de la Revolución Islámica comandada por el ayatolá Ruhollah Jomeini y decenas de iraníes pedían al grito de "muerte a Estados Unidos" que Washington extraditara al sha Mohammad Reza Pahlavi que meses antes había huído del país. Lo querían en Irán para que rindiera cuentas por los "crímenes contra el pueblo" que aseguraban perpetró durante sus más de tres décadas en el poder. Pero él había viajado hasta Nueva York para recibir tratamiento por cáncer.
Las calles de la capital ya eran terreno fértil para las protestas cuando un giro inesperado desató una crisis que cambió la historia.
Un grupo de estudiantes se enfrentó por casi tres horas con los marines estadounidenses que custodiaban la embajada en Teherán y tomaron como rehenes a 52 funcionarios y otros ciudadanos, recuerda un reporte de esa época de la agencia The Associated Press.
La reyerta quedó grabada por los reporteros que estaban apostados frente a la sede diplomática estadounidense. Poco después se escuchó a un estudiante decir desde adentro en inglés: "Este es un mensaje de los estudiantes en la embajada estadounidense en Teherán. No estamos en contra del pueblo de Estados Unidos. Estamos en contra de las políticas de Estados Unidos en Irán".
Los 444 días que siguieron después pusieron en jaque al gobierno del entonces presidente Jimmy Carter, quien lanzó una misión de rescate que resultó un desastre cuando dos aeronave se estrellaron en el desierto iraní. Carter se responsabilizó por la fallida operación y el ayatolá Jomeini le advirtió que no lo intentara otra vez porque no podría controlar a los militantes parapetados dentro de la embajada.
Eso fue en abril de 1979. Los rehenes pasaron ocho meses más en cautiverio en los cuales ocasionalmente eran presentados con los ojos vendados frente a los periodistas que no se despegaban de los portones de la instalación.
"A veces llevaban la bandera estadounidense y la quemaban", relató a AP uno de sus fotógrafos que cubrió la crisis, Kaveh Kazemiun. "Salían y gritaban 'muerte a América', 'muerte al sha' (...) cambió el mundo como lo conocía", reconoció.
La odisea se prolongó hasta que el 20 de enero de 1981, al concluir la presidencia de Carter y arrancar la de Ronald Reagan, los 52 fueron liberados como resultado de una negociación. Para ese entonces, el sha había muerto (en julio de 1980) en Egipto.
"Muerte a EEUU" retumba nuevamente
Los 52 regresaron a abrazar a los suyos a casa. Pero la llamada 'crisis de los rehenes' se convirtió en uno de los hitos que parecen haber llevado la relación entre Estados Unidos e Irán a un punto de no retorno.
En mató al poderoso general Qassem Soleimani, considerado el brazo derecho del ayatolá Alí Jamenei.
Este sábado, también se volvió a escuchar sobre la toma de esos 52 rehenes cuando Trump amenazó a Teherán con atacar alguno de los 52 blancos que tiene en la mira si Teherán toma represalias por el asesinato del hombre que lideró la fuerza de élite Quds de la Guardia Revolucionaria.
"Que esto sirva como una ADVERTENCIA de que si Irán ataca a cualquier estadounidense o activos estadounidenses tenemos como blanco 52 puntos iraníes (que representan los 52 rehenes que tomó hace muchos años)", escribió Trump en Twitter.
"Estados Unidos no quiere más amenazas", sentenció después de que Irán prometió una "terrible venganza" por el bombardeo que acabó con el general de 62 años.
Sigue aquí nuestro minuto a minuto con los desarrollos en la escalada de tensión Irán-EEUU.
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