Cumbre del clima | Qué dice el acuerdo de la COP28 y por qué deja insatisfechos a algunos
La cumbre del clima de este año (COP28), el más caluroso del que se tienen registros, alcanzó este miércoles un acuerdo por el que llama a efectuar "una transición" energética que permita abandonar progresivamente los combustibles fósiles por primera vez en la historia de estas reuniones.
"Por primera vez, el resultado reconoce la necesidad de hacer una transición fuera de los combustibles fósiles", celebró el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres. "La era de los combustibles fósiles debe terminar y debe terminar con justicia y equidad".
"En un mundo sacudido por la guerra en Ucrania y en Medio Oriente, hay un motivo para sentirse optimista", aseguró el enviado especial para el clima de Estados Unidos, John Kerry.
El texto de los cerca de 200 países de la cumbre, que tuvieron que negociar un día más allá del cierre oficial para alcanzar un acuerdo, considera que esta transición de las energías que han causado el calentamiento del planeta debe acelerarse "en esta década crucial".
También incluye un llamado a triplicar el uso de energías renovables y duplicar la eficiencia. Antes, durante la cumbre, se acordó un fondo especial para las naciones empobrecidas y golpeadas por el cambio climático de $800 billones.
El objetivo es llegar a 2050 con un balance "neutro" de emisiones de gases de efecto invernadero, como estipula el Acuerdo de París de 2015.
"Hemos sentado las bases para lograr un cambio transformador histórico", declaró el presidente de la conferencia, el emiratí Sultan Al Jaber, entre los aplausos de los asistentes.
"Es un plan liderado por la ciencia", dijo Al Jaber. "Por primera vez en nuestro acuerdo final se habla de combustibles fósiles", dijo al-Jaber, quien también es director ejecutivo de la compañía petrolera de los Emiratos Árabes Unidos.
Ocho años después del Acuerdo de París, la comunidad internacional dice que hay que prepararse para dejar atrás las fuentes de energía que le han permitido el mayor crecimiento económico de la historia.
La ambigüedad de la expresión 'transition away' vs 'phase-out'
Arduamente negociado, el texto emergió este miércoles como más fuerte que los borradores de días anteriores, "pide a las partes que contribuyan" con una lista de acciones climáticas, "de acuerdo a sus circunstancias nacionales".
"Es fundamental que los países desarrollados tomen la delantera" y "que aseguren los medios necesarios para los países en vías de desarrollo", explicó la ministra de Medio Ambiente brasileña, Marina Silva.
El texto propone "triplicar la capacidad energética renovable" y "duplicar la eficiencia energética media" de aquí a 2030. La transición energética deberá ser "justa, ordenada y equitativa", reconoce el texto.
Más del 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero se debe al petróleo, el gas y el carbón. Pero esa mezcla de combustibles representa también la inmensa parte de la energía que consumimos diariamente.
El término inglés 'transition away' utilizado en el texto es ambiguo y sujeto a interpretación, reconocían expertos. Los europeos y las pequeñas islas-estado, las más amenazadas por la subida del nivel del mar, buscaban incluir 'phase-out', es decir, "reducción progresiva".
La meta es 2050, pero no deja claro que para esa fecha, clave en el calendario de la batalla climática, los países hayan abandonado totalmente su dependencia de la energía fósil.
Lo que la comunidad internacional reitera es que a mediados de siglo tiene que lograr equilibrar el CO2 que envía a la atmósfera con el que retiene ("neutralidad de carbono").
Qué dicen los críticos con el acuerdo de la COP28
El ambiente general en el centro de convenciones de Dubái era de cansancio y satisfacción, pero las voces divergentes también se dejaron oír.
La jefa de la delegación de Samoa, Anne Rasmussen, en nombre de las pequeñas naciones insulares, se quejó de que ni siquiera estaban en la sala cuando Al Jaber dijo que el acuerdo estaba cerrado.
Rasmussen criticó que “no se ha logrado la corrección de rumbo que se necesita” y que el acuerdo representa seguir como hasta ahora en lugar de esfuerzos exponenciales de reducción de emisiones. Agregó que el acuerdo podría "potencialmente suponer un retroceso en lugar de un avance".
Cuando Rasmussen terminó, los delegados gritaron, aplaudieron y se pusieron de pie, mientras Al Jaber fruncía el ceño antes de unirse a la ovación. Los delegados de las Islas Marshall se abrazaron emocionados.
Bolivia también criticó el acuerdo como una nueva forma de colonialismo. Pero el miércoles la realidad es que hubo más voces complacientes que críticas.
"No reconocimos que la producción de combustibles fósiles tiene que empezar a bajar", advirtió la ministra colombiana, Susana Muhamad, cuyo país anunció en Dubái que se unía a una coalición de países que se comprometen a dejar de invertir en la explotación petrolera.
El texto representa un "paso adelante" pero "no suministra el equilibrio necesario para reforzar la acción mundial", reaccionó la Alianza de los pequeños Estados Insulares, amenazados por la subida de las aguas.
El exvicepresidente de Estados Unidos Al Gore, activista climático ganador del Premio Nobel de la Paz, dijo que si bien es un hito importante "reconocer finalmente que la crisis climática es en el fondo una crisis de combustibles fósiles", calificó el acuerdo como "el mínimo indispensable" con "medias tintas y lagunas jurídicas".
“Que este sea un punto de inflexión que realmente marque el comienzo del fin de la era de los combustibles fósiles depende de las acciones que se adopten a continuación”, dijo Gore.
Con información de AFP y AP.