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Medicina y Farmacia

Por qué tienes que dejar de tomar vitaminas y comer más verduras

Estudio tras estudio tumba la persistente creencia de que los suplementos nutricionales son necesarios o incluso saludables. La investigación más reciente relaciona incluso el consumo de niacina (B3) y antioxidantes con la probabilidad de muerte temprana.
3 Jun 2018 – 09:01 AM EDT
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Millones de personas en todo el mundo toman religiosamente sus vitaminas diarias pensando que les permitirán disfrutar de una vida más saludable. Más de la mitad de los estadounidenses, en concreto, consumen suplementos vitamínicos, un porcentaje que aumenta hasta el 68% en el caso de los mayores de 65 años.

¿Está justificado este consumo? El último estudio que se plantea esta pregunta se publicó esta semana en la revista enfermedades cardiovasculares y muerte temprana, y que la niacina (vitamina B3) y los antioxidantes incrementan la probabilidad de fallecer por cualquier causa.

El estudio, dirigido por investigadores de la Universidad de Toronto, Canadá, analiza los resultados de 179 ensayos clínicos realizados en todo el mundo entre 2012 y 2017. Los resultados muestran que los cuatro suplementos más utilizados (multivitaminas, vitamina D, calcio y vitamina C) no conllevan beneficios a la hora de prevenir la enfermedad cardiovascular, los infartos agudos de miocardio o los ictus. De hecho, tampoco parecen mejorar el riesgo de mortalidad por cualquier causa de los consumidores con una excepción: el ácido fólico, o vitamina B9, que se asocia a un menor riesgo de ictus (accidente cerebrovascular).


Como señala David J.A. Jenkins, director de esta investigación, "los estudios desarrollados no muestran pruebas suficientes de que los suplementos con vitaminas o minerales sean beneficiosos para prevenir o tratar la enfermedad cardiovascular. La única excepción es el ácido fólico para reducir el riesgo de ictus".

Los complementos vitamínicos disfrutan de una aureola de vitalidad hábilmente potenciada por una industria multimillonaria. De hecho, el nombre procede de “vita” (vida, en latín) y sugiere justamente eso: buena salud y vitalidad. Pero la realidad es otra, y son numerosos los estudios que ponen en tela de juicio las bondades de estos productos. Entre ellos se encuentra un trabajo elaborado por investigadores de la Universidad de Minnesota que evaluó los casos de 39,000 mujeres mayores y descubrieron una mayor tasa de mortalidad entre las que tomaban suplementos multivitamínicos. En 2008, una revisión de todos los estudios existentes –que supuso la evaluación de 230,000 personas– encontró que los suplementos incrementan el riesgo de padecer cáncer y enfermedades cardiovasculares.


Los Institutos Nacionales de Salud han gastado más de 2,400 millones de dólares desde 1999 en el estudio de vitaminas y minerales. Sin embargo, para "todo lo que hemos investigado, no tenemos mucho que mostrar", dijo la doctora Barnett Kramer, directora de prevención del cáncer en el Instituto Nacional del Cáncer.

Parte del problema podría ser que la investigación nutricional se ha basado en suposiciones erróneas, incluida la idea que las personas necesitan más vitaminas y minerales de lo que proporciona una dieta típica; que las dosis grandes son siempre seguras; y que los científicos pueden concentrar los beneficios de vegetales como el brócoli en una píldora diaria.

Para evitar las patologías, insisten los autores del estudio internacional y las autoridades alimentarias, lo importante es alimentarse adecuadamente, siguiendo una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras, baja en grasas trans.

Como concluyen los autores del estudio más reciente, "es más beneficioso confiar en una dieta saludable para obtener tu ración de vitaminas y minerales. Hasta ahora, ninguna investigación sobre suplementos nos ha mostrado nada mejor que raciones saludables de comidas menos procesadas, incluyendo verduras, frutas y frutos secos".


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