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Melissa Lucio

"Salió corriendo en pánico de la casa y vio a Mariah al pie de la escalera": qué pasó antes de la muerte de la bebé de Melissa Lucio

Melissa Lucio preparaba una mudanza a un nuevo apartamento el día que su bebé, Mariah, cayó por las escaleras de la casa. Así transcurrieron esas 48 horas hasta que descubrieron que la niña había muerto.
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El 15 de febrero de 2007 Melissa Lucio se despertó en una casa oscura. Les habían cortado la luz el día anterior. Así comenzó a preparar su nueva mudanza con nueve —de sus 12— hijos. Los niños aún dormían en colchones sobre el suelo. Era temprano en la mañana. Ella había descansado poco, cuenta el documento de petición de clemencia, pues el día anterior había estado lavando y doblando ropa, empacando por todos.

Poco después los niños se despertaron y comenzó el alboroto. Melissa preparaba a algunos para la escuela; otros corrían sin parar y jugaban. Entre ellos, Mariah, su hija menor de dos años. La madre siguió recogiendo mientras vigilaba que la bebé estuviera dentro de la casa. Pero cuando volteó de nuevo, no la vio. La niña había abierto la puerta de mosquitero y se había escapado.

"Cuando Melissa se dio cuenta de que Mariah no estaba en el apartamento, salió corriendo en pánico de la casa y vio a Mariah al pie de la escalera", cuentan en el documento los abogados de esta hispana, actualmente de 52 años y en el corredor de la muerte, a la espera ser ejecutada dentro de pocos días porque un tribunal la halló culpable de la muerte de su pequeña hija que ocurriría dos días después.

Mariah estaba llorando pero consciente. La madre no logró ver la caída; no sabía si la niña había rodado por los 14 escalones de la entrada a la vivienda o solo por una parte de ellos. Pero esa escalera acababa en una placa dura, no de tierra o de grama.


Su labio inferior sangraba, pero no se veían otros daños. "Melissa agradeció que Mariah parecía no estar gravemente herida", dice el reporte. "Trágicamente, Mariah tenía golpes internos y se deterioraría en los siguientes dos días hasta su muerte".

El 17 de febrero, dos días después de la caída, ya estaban en la nueva casa: de una sola planta y con apenas tres escalones en la entrada. Mariah lucía congestionada y no quería comer. "Melissa estaba exhausta. Pensó en llevar a Mariah al médico pero creyó que eso podía esperar hasta el día siguiente. Puso a Mariah a dormir una siesta y se concentró en una pila enorme de ropa de los niños que tenía que doblar", cuentan en el documento.

A las 6:15pm de ese día, Daniella, la hija mayor de Melissa, llegó de visita a la casa, según narra en un testimonio jurado que fue incluido en la petición de clemencia. En él, dice que su madre le dijo que estaba preocupada por Mariah, porque ese día y el anterior había estado durmiendo demasiado. Daniella explica que fue al cuarto de su madre, donde dormía Mariah, y notó que respiraba con dificultad. Unos 20 minutos después, el esposo de Melissa, Robert Álvarez, llegó a la casa y volvió a chequear a la bebé. De inmediato, gritó. Mariah "lucía muy pálida y no respiraba", cuenta Daniella.

"El mundo de Melissa se vino abajo", dicen los abogados en el recuento sobre ese momento. La familia llamó al 911, los paramédicos llegaron 15 minutos después e intentaron, sin éxito, resucitar a la niña. Ya en el hospital la declararon muerta.

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Antecedentes de la bebé de Melissa Lucio

Entre las evidencias que los abogados incluyen en la petición de clemencia está una compilación del registro médico de Mariah que llevaban los Servicios de Protección de Menores (S) desde el 24 de febrero de 2005 hasta el 17 de noviembre de 2006. En ellos se muestra la dificultad de Mariah para caminar, así como otras condiciones respiratorias y fiebres de la bebé.

A principios de enero de 2006, por ejemplo, hay un reporte que muestra que la niña estaba teniendo dificultades para caminar: los dos pies apuntaban hacia los lados en lugar de apuntar al frente. El 23 de ese mes un médico recomendó que usara zapatos ortopédicos porque la ayudarían a mejorar su andar.

El 22 de marzo de ese año, mientras estaba en la escuela, perdió el balance y pegó la cabeza del suelo. Esa vez se desmayó brevemente, reseñan. Para mayo, los reportes sobre sus problemas para caminar seguían apareciendo. El 1 de junio aseguraban que Mariah "no está suficientemente fuerte para caminar y se cae con mucha frecuencia". Hacia noviembre tuvo otra caída.

La patóloga pediátrica Janice Jean Ophoven, con más de 40 años de experiencia, es una de las médicas que evaluó los antecedentes en el caso de Mariah como parte de la petición de clemencia. "La autopsia no puede excluir causas accidentales y naturales de muerte (...) La evidencia médica es consistente con una causa de muerte relacionada con una caída por unas escaleras dos días antes de que Mariah colapsara y se vieran otras complicaciones que no fueron exploradas", fue su conclusión.

Aseguró además que hay "muchas causas potenciales" que pudieron contribuir "y que no tienen nada que ver con el uso intencional de la fuerza" de parte de la madre, como alegó el fiscal del condado de Cameron durante el juicio.

Melissa Lucio fue condenada a muerte luego de que un jurado escuchara al fiscal Armando Villalobos acusarla de confesar que había causado heridas a su hija. Sin embargo, el origen de esa confesión fue cuestionado por especialistas en interrogatorios y psicólogos citados en la petición de clemencia.

Ellos concluyen que el testimonio de Lucio fue presionado por los detectives de la policía tras cinco horas de cuestionamientos el día que muere la niña y partiendo de conclusiones sin basamento. Critican que los antecedentes de Lucio como víctima de abusos sexuales reiterados no fueron considerados por el fiscal para validar una confesión que catalogan como "coercitiva".

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El punto de partida con el que actuaron los detectives en su interrogatorio está en la duda que le surgió al paramédico que conversó primero con Melissa el día que Mariah colapsó. Él le preguntó a la madre qué había pasado y ella le explicó que dos días antes la niña se había caído por la escalera de entrada a la casa. No les precisó que se refería a la de la vivienda anterior, de la que justo se estaban mudando el día que ocurrió el accidente. Por eso el rescatista se extrañó cuando vio una casa de un piso con solo tres escalones en la entrada y una niña con moretones y rasguños por todo el cuerpo, muerta. Eso fue lo que le explicó a la policía.

Melissa fue arrestada esa tarde y luego, el caso evolucionó con la madre como la principal sospechosa por supuestos abusos en contra de Mariah. Fue a un juicio en el que su abogado no presentó evidencias ni testigos para defenderla ni para anular aquella confesión inicial. Un jurado la halló culpable: la condenaron a muerte en 2008 por el fallecimiento de su hija.

Ophoven explica en su reporte que la caída de Mariah el 15 de febrero de 2007 pudo haber generado "riesgo de traumatismo (...) grave o mortal en la cabeza y cuello". Asegura que la caída en el daycare el 22 de marzo de 2006 pudo haber hecho que Mariah fuera aún "más vulnerable ante otro golpe en la cabeza". Además, argumenta que en la autopsia hay indicios de una disfunción sanguínea y de coagulación, que puede resultar de un traumatismo pero también de una infección. Esta última, dice —igual que explicó el médico de emergencias que atendió a Mariah esa tarde—, tampoco era descartable, dada la alta temperatura rectal que registró la niña tras ser medida en dos ocasiones después de su muerte.

La especialista critica que durante el juicio, la patóloga que fue designada para hacer la autopsia de Mariah no realizara todos los exámenes para evaluar la naturaleza y consecuencias de la caída, así como el historial de la bebé reportado por S y todos los síntomas que mostraba en las últimas horas de vida.

Otros especialistas médicos —entre ortopedistas, neurólogos, especialistas en desórdenes de coagulación, odontólogos forenses— desestimaron las evidencias sobre supuestos abusos a Mariah con los que Melissa fue condenada a muerte. Las consideraron como conclusiones alcanzadas "sin base científica" y con "muchos prejuicios". Todos coincidieron en que la caída y una infección debieron ser evaluados para dar con la causa de muerte de la bebé de dos años.

Sin haber considerado esos elementos Melissa fue condenada. Ahora se espera que el 25 de abril, dos días antes de la fecha de ejecución, la Junta de Perdones y Libertad Condicional de Texas dé su recomendación sobre este caso al gobernador Greg Abbott. Si le dijeran que están a favor de la clemencia, la decisión final es de Abbott. Si llegaran a estar en contra, el gobernador solo podría aplazar la ejecución por 30 días.

Además de esa posibilidad, los abogados de Melissa Lucio introdujeron el viernes una aplicación en la Corte de Apelaciones Criminales de Texas para frenar el proceso y anular su sentencia y pena de muerte. Esta es la primera vez que los tribunales tendrán la oportunidad de considerar la evidencia científica acumulada por el nuevo equipo de defensa de Lucio.

"Si el jurado hubiera escuchado evidencia sobre las tácticas coercitivas utilizadas en el interrogatorio de Melissa y la evidencia médica que muestra que la causa de la muerte de Mariah fue consistente con un accidente, habría encontrado que no hubo asesinato, Melissa habría sido absuelta (...) Ella merece un nuevo juicio", declaró Vanesa Potkin, directora de Litigación en la organización Innocence Project, una de las que asumió la defensa de Lucio para demostrar su inocencia.

El camino hacia un "trágico día"

Cuando Mariah murió, Melissa ya había perdido una vez, en 2004, la custodia de siete de sus hijos, los más jóvenes. Pero no por haber sido violenta contra ellos, de eso no hay evidencia en los registros de S revisados por sus abogados.

"Los reportes cuentan la historia del amor de Melissa por los niños, así como de su imposibilidad para cuidarlos adecuadamente: del ambiente en una casa descuidada, de comida inadecuada, falta de electricidad o agua, supervisión insuficiente, de estar sin hogar. La historia que cuenta S en sus reportes es una de pobreza, no de violencia —al menos no de parte de Melissa. Ni una vez alguno de sus hijos reportó que Melissa abusaba de ellos", dice el documento final de clemencia.

Explican que ese tiempo en que Melissa perdió a sus hijos temporalmente fue "catastrófico". Dicen hizo "todo lo que estuvo en su poder" para tener a los niños en casa nuevamente, pese a la crisis económica que atravesaba y su adicción a las drogas. Ella tomó clases de paternidad y terapias para controlar el abuso con las drogas; asistió a sesiones individuales de consejería; cada semana visitó a los niños bajo supervisión; fue itida en un programa de rehabilitación y por primera vez desde sus 16 años recibió el apoyo que necesitaba para no reincidir, cuentan. Esto fue confirmado por su hijo John Lucio en una entrevista reciente con Univision Noticias.

A pesar del ritmo de actividades que llevaba para recuperar la custodia de los niños, aseguran que halló empleo. Ese año su esposo cayó preso, pasó nueve meses en prisión y fue liberado en octubre de 2006. Ya en libertad, consiguió trabajo también. Con los ingresos de ambos, pudieron pagar la renta de un apartamento de tres habitaciones y tres baños, con sala, cocina y comedor, como no habían tenido en el pasado. Se mudaron a inicios de noviembre de 2006 y hacia finales de ese mes, recuperaron a sus hijos.

"Melissa estaba en éxtasis, estaba decidida a mantener a su familia unida (...) Se mantuvo lejos de las drogas, pese a que Robert recayó", dicen. Distintas pruebas de detección de drogas que le hicieron a Melissa una semana antes del accidente de Mariah muestran que estaba limpia.

Para ese momento, la vida de la familia volvía a complicarse por la adicción del padre. Él tenía un trabajo de medio tiempo y comenzaron las deudas con la luz, por ejemplo. El 11 de diciembre de 2006, el arrendador les pidió desalojar el apartamento. Encontraron otro lugar para vivir pero estaba inhabitable. El casero les arrendó un lugar de paso en un segundo piso mientras hacía las reparaciones del nuevo departamento. El 15 de febrero de 2007, cuando Mariah se cayó por las escaleras, se preparaban para mudarse a otra casa en la que la familia esperaba comenzar una nueva vida.

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