Las últimas palabras de John Ramírez antes de ser ejecutado y el mensaje a la familia del hombre que mató
batalla legal para que su pastor estuviese con él al momento de recibir la inyección letal: que lo tocara con su mano y que pudiese orar en voz alta.
Su caso redefinió el rol que pueden tener los asesores espirituales en las cámaras de ejecución de todo el país. John Henry Ramírez, de 38 años, enfrentó su ejecución en la Unidad de Huntsville, en Texas, condenado por el asesinato en 2004 de Pablo Castro, un empleado de una tienda de conveniencia de Corpus Christi.
Las últimas palabras de John Henry Ramírez: “Estoy listo para partir”
Poco antes de que le aplicaran la inyección letal, Ramírez dedicó sus últimas palabras a la familia del hombre que asesinó y a su propia familia.
Al recinto de ejecución asistieron como testigos cuatro de los hijos de Castro y su nuera. Un vidrio separaba a la familia Castro de Ramírez.
Luego, Ramírez se dirigió a su familia y a su pastor, Dana Moore: “A mi esposa, mis amigos, mi hijo… Dana y amigos, los amo a todos. Solo sé que di una buena pelea y estoy listo para partir. Estoy listo, alcaide”.
El pastor que acompañó, tocó y oró con Ramírez en la ejecución: “Concédenos la paz a todos”
Dana Moore, pastor de la Segunda Iglesia Bautista en Corpus Christi, estuvo en la cámara de ejecución luego de que Ramírez lo eligiera para que lo acompañara a morir.
El caso de Ramírez cobró notoriedad nacional porque su pedido llegó a la Corte Suprema. El reo pidió a Texas que su pastor lo tocara y orara por él mientras lo ejecutaban, algo que le fue negado en primera instancia porque el procedimiento permitía la presencia de un religioso, pero no el o o la oración en voz alta.
La demanda de Ramírez escaló hasta la Corte Suprema porque planteaba que había violaciones a las libertades religiosas. Ramírez ganó el caso.
En la cámara de ejecución, Dana Moore, colocó su mano derecha sobre el pecho del recluso y la mantuvo allí durante todo el tiempo. De espaldas a los testigos, Moore ofreció una breve oración.
“Mira a John con tu gracia… Concédele la paz. Concédenos la paz a todos”, oró Moore.
Ramírez respondió: “Amén”.
El abogado de Ramírez, Seth Kretzer, dijo que al asesor espiritual de Ramírez también se le permitió sostener una Biblia en la cámara de la muerte, lo que no se había permitido antes.
Janice Trujillo, miembro de la iglesia de Moore, cantó ‘Amazing Grace’ cerca de la familia del convicto.
La hora de la muerte de John Henry Ramírez
A las 6:27 pm hora local (CT) John Henry Ramírez fue ejecutado con una inyección de la dosis letal de pentobarbital.
Periodistas que estuvieron presentes indicaron que respiró hondo varias veces y luego comenzó a roncar, como en un sueño profundo.
En apenas un minuto, todo movimiento se detuvo. Ramírez fue declarado muerto 14 minutos después, a las 6:41 pm (CT).
Las palabras de la familia Castro: “Que Dios tenga misericordia de él no depende de nosotros”
Uno de los hijos de Castro, Aaron, emitió un comunicado citado por medios con una referencia a una cita bíblica. “Dios es el único juez, jurado y veredicto al final para todos nosotros. ¿Quiénes somos nosotros para mantener el odio, la ira y la venganza en nuestra mente?”, indicó.
“La verdad es que las cosas siempre han estado en manos de Dios… Paz y amor y justicia para Pablo Castro, que su nombre no se olvide, y que Dios tenga misericordia (de Ramírez) no depende de nosotros. Él está recibiendo su verdadero juicio con nuestro Señor y Salvador… Una vida quitada no debe celebrarse, pero el cierre definitivamente puede tener lugar", añadió.
El periódico local de Huntsville, The Item, indica que la familia de Pablo Castro finalmente ve un cierre a esta historia, pocos minutos después de la ejecución.
"En nombre de mi familia, esto ha tardado mucho en llegar. Nuestro papá nos enseñó a ser personas trabajadoras con integridad. Y al final su arduo trabajo no fue en vano porque en todo esto que hemos pasado… nos hemos mantenido como él quería… trabajadores e íntegros. Nuestro padre nunca murió realmente porque a través de nosotros vivirá para siempre”,
Otro de los hijos Castro, Pablo Jr., dijo: “Nos han hecho pasar por un infierno… Su disculpa fueron palabras vacías para mí”.
El crimen de John Henry Ramírez
Fue condenado en 2008 por el asesinato en 2004 de Pablo Castro, empleado de una tienda de conveniencia.
Castro, que entonces tenía 46 años, sacaba la basura en el negocio de Corpus Christi. Los fiscales dijeron que Ramírez le robó a Castro $1.25 y luego lo apuñaló 29 veces.
El asesinato de Castro tuvo lugar durante una serie de robos realizados por Ramírez y dos mujeres después de estar bajo efectos de drogas y alcohol por tres días.
Tras el crimen, Ramírez huyó a México y eludió a las autoridades por casi tres años y medio, hasta que fue detenido.