"Un cajón lleno de órdenes": un exjefe del DHS dice que el arquitecto de la política migratoria de Trump guardó medidas "extremas" para un segundo término
La política migratoria de ‘tolerancia cero’ del presidente Donald Trump podría endurecerse aún más durante un segundo mandato, de acuerdo con declaraciones de un exjefe de personal del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Miles Taylor, quien este miércoles se supo fue The Lincoln Project es conformado por estrategas republicanos que han hecho campaña en contra de Trump.
"Antes de irme, un asesor muy senior del presidente, que todos ustedes conocen, me dijo que el segundo término sería asombroso e impactante y que tenía una lista de órdenes ejecutivas en su cajón (…) y había cosas que eran inaceptables hacer en un primer término porque sabían que perderían votos porque eran extremas", dijo Taylor, colaborador de CNN quien desde hace meses ha sido abiertamente crítico de Trump.
Cuando se le preguntó de qué trataban específicamente esas órdenes ejecutivas que presuntamente están listas, Taylor dijo que desconocía pero que apuntaban a abordar asuntos migratorios.
Los planes conocidos de Miller
En una reciente entrevista concedida por Miller a The Associated Press, el asesor presidencial dijo que una de las principales prioridades de Trump en materia de inmigración, si es reelecto, será ampliar los acuerdos de tercer país seguro a todo el mundo para que atiendan pedidos de asilo de personas que buscar refugiarse en Estados unidos.
Miller también anticipó severas medidas contras las denominadas 'jurisdicciones santuario' y prometió que habrá más medidas en favor de una inmigración legal “basada en los méritos”. Desde marzo de 2017, Trump favorece una inmigración basada en méritos promovida por republicanos ultraconservadores del Senado, quienes no incluyen en sus planes la regularización de los 11 millones de indocumentados que viven en el país.
El sistema de méritos mencionado por Miller –y que apoya el presidente– se incluye en una propuesta de reforma migratoria elaborada el año pasado por el yerno y también asesor de Trump, Jared Kushner.
El proyecto, que no cuenta con suficiente capital político republicano en ninguna de las dos cámaras del Congreso, deja fuera a los dreamers e ignora la totalidad de los 11 millones de indocumentados que viven en el país. También incluye modificaciones a la Ley de Asilo, acelera las deportaciones y establece ese complejo sistema de migración legal basado en méritos.
La iniciativa selecciona a los inmigrantes en función de un sistema de puntos y presentación tres categorías de alta capacidad: talento extraordinario, vocación profesional especializada y expedientes académicos excepcionales. El plan original fue ventilado por primera vez en marzo de 2017 y fue escrito por los senadores David Perdue (Georgia) y Tom Cotton (Arkansas).
Estipula que el inmigrante que entra legalmente a Estados Unidos, además de tener visa, debe saber hablar inglés, demostrar que puede mantenerse financieramente durante su permanencia y contribuir significativamente al país.
Perdue y Cotton recomendaron, además, modificar los requisitos que regulan la petición de familiares inmediatos (cónyuges, hijos, padres y hermanos) por parte de ciudadanos y residentes legales permanentes. Hasta ahora, ciudadanos pueden pedir la green card de familiares inmediatos y los residentes se rigen por un sistema de cuotas y preferencias regulado por el Boletín de Visas.
La ‘tolerancia cero’
De concretarse los planes esbozados por Miller –si Trump es reelegido–, ello supondría un endurecimiento de la política migratoria de ‘tolerancia cero’ de Trump, impuesta a golpe de memorandos y órdenes ejecutivas desde que el mandatario llegó a la Casa Blanca en enero de 2017.
Cinco días después de asumir el control del país, el presidente firmó dos de esas órdenes ejecutivas: una sobre el muro fronterizo y otra sobre las 'jurisdicciones santuario', donde decretó que la permanencia indocumentada constituye una amenaza a la seguridad pública y nacional de Estados Unidos.
En los días, semanas y meses posteriores a la emisión de ambas órdenes, el entonces fiscal general, Jeff Sessions, (exjefe de Miller cuando era senador por el estado de Alabama), encabezó una serie de medidas antiinmigrantes, entre ellas la orden de formular cargos criminales a los migrantes que cruzan sin autorización la frontera para separarlos de forma forzosa de sus hijos y que enfrenten cargos criminales.
Los cambios también incluyen modificaciones de fondo de reglamentos que regulan el funcionamiento de la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA) para cambiar el sistema sin que sea necesaria una aprobación por parte del Congreso.
Medidas migratorias "difíciles" de revertir
La advertencia de la posible implementación de nuevas medidas antiinmigrantes bajo el amparo de la ‘tolerancia cero’ no causa sorpresas, pero si agudiza la preocupación en la comunidad inmigrante.
“Creo que es una barbaridad, es realmente una campaña antiinmigrante que no hemos vivido jamás en este país”, dice Bárbara Hines, exprofesora de la clínica legal de la facultad de leyes de la Universidad de Texas, en Austin. “Siempre hemos tenido leyes y corrientes antiinmigrantes, pero esto es una campaña sin cesar para destruir todo el sistema de inmigración. Lo han estado tratando de hacer desde la campaña”, agregó.
Hines dijo, además, que “realmente creo que es una etapa muy triste en la historia de nuestro país, una nación que ha sido fundada por inmigrantes. Y Miller viene de una familia de inmigrantes también”.
A la pegunta si un nuevo presidente podrá revertir los cambios hechos en los últimos cuatro años, Hines dijo que “será una tarea difícil, porque hay daños que no pueden ser reparados”.
Citó como ejemplo el caso de 545 menores que fueron separados forzosamente de sus padres en la frontera en cumplimiento de una política diseñada por Miller y dirigida por Sessions.
“Eso no se cura”, indicó la abogada. “Pienso que el próximo presidente, si pierde Trump, tendrá un área difícil. Podrá derogar, anular, modificar todo lo que este gobierno hizo sin el respaldo del Congreso y ojalá que comience a hacerlo el día después de la inauguración", agregó.
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