Trump presiona por más arrestos y ICE enfoca su maquinaria en lugares de trabajo para detener a inmigrantes por decenas
Los Ángeles/San Juan — Saraí Ortiz vio por última vez a su papá el 6 de junio, cuando agentes de ICE lo metieron en una camioneta a las afueras del edificio del fabricante textil Ambiance Apparel en el centro de Los Ángeles. “Le grité 'dad, daddy'. Me alcanzó a ver, me sonrió y me movió las manos, y fue lo último”.
José Ortiz —un inmigrante mexicano que trabajó por 18 años en ese lugar y no tiene antecedentes criminales, cuenta su hija— fue uno de los más de 40 inmigrantes detenidos ese día en tres operativos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en lugares de trabajo en el downtown de Los Ángeles. contra de la ofensiva migratoria del gobierno de Donald Trump. Las manifestaciones, que en ocasiones se han tornado violentas, se han concentrado en puntos específicos de Los Ángeles y se han extendido a otros lugares de Estados Unidos.
El aumento de operativos en lugares de trabajo en Los Ángeles es parte de una estrategia advertida públicamente a fines de mayo por el ‘zar fronterizo’ de Trump, Tom Homan. Fue empujada también en privado por Stephen Miller, asesor del presidente con una dura retórica antiinmigrante, en una acalorada reunión que, según medios, se realizó recientemente en la oficina central de ICE.
“Verán más operativos en lugares de trabajo de los que hayan visto jamás en la historia de este país”, dijo Homan a periodistas el 29 de mayo en Washington DC.
“Vamos a ‘inundar la zona’. Si no podemos arrestar a un hombre malo en la cárcel (...) lo vamos a buscar en la comunidad. Si no lo encontramos en la comunidad, lo vamos a buscar en el lugar de trabajo”, agregó usando una frase que hace alusión a una estrategia que busca ‘asfixiar’ o ‘aturdir’ por la intensidad y velocidad con la que se ejecuta.
Miller, por su parte, pidió “simplemente salir y arrestar a inmigrantes indocumentados”, sin operativos planificados de antemano ni listas, de acuerdo con los reportes de Reuters y The Wall Street Journal. Su orden informal pone en entredicho la narrativa que ha usado el gobierno de que va detrás de “lo peor de lo peor”. Supone un giro en una práctica habitual de las autoridades migratorias de detener a inmigrantes específicos, con antecedentes criminales o con órdenes finales de deportación.
En lugares de construcción, en el campo, en una planta procesadora…
ICE, abogados, activistas y familiares han hablado en las pasadas semanas de crecientes arrestos migratorios en lugares de trabajo en medio de los esfuerzos del gobierno por llevar hacia los 3,000 la cantidad de inmigrantes indocumentados detenidos cada día.
No ha emergido por el momento un patrón claro sobre sectores ni lugares que hayan sido puestos con más frecuencia en la mira de ICE. Los agentes han ido a construcciones, a campos agrícolas, a plantas procesadoras, pero también a lugares cerrados, como el almacén textil en Los Ángeles, e incluso a buscar jornaleros frente a un Home Depot como habría pedido Miller en su reunión en la oficina central de ICE y como reportamos en el video de abajo.
Casi 100 inmigrantes fueron, por ejemplo, detenidos el 10 de junio en una planta procesadora de carne en Omaha, Nebraska; más de 100 el 29 de mayo en un lugar de construcción en Tallahassee, Florida; 53 el 8 de mayo en otro sitio de construcción en San Juan, Puerto Rico.
ICE ha llegado a algunos lugares con una orden de registro firmada por un juez, como fue el caso del almacén textil en Los Ángeles, confirmó Univision Noticias en un documento judicial. Fue emitida bajo la “sospecha de que en esos lugares eran empleados ilegalmente inmigrantes indocumentados y de que se falsificaban récords laborales relacionados con el estatus de los empleados”, se lee en el documento.
Otras redadas han sido justificadas por ICE como “inspecciones de cumplimiento”. En el caso de los operativos en una construcción en San Juan el 8 de mayo y en un lugar de construcción en Toa Baja, Puerto Rico, "el ingreso se hizo luego de obtener el consentimiento de los encargados de la construcción", dijo ICE a Univision Noticias.
En Puerto Rico, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) ha cuestionado ese procedimiento. “Son redadas que se están dando sin que la agencia o los agentes cuenten con una orden de arresto o una orden de allanamiento para entrar en el hogar o en el lugar de trabajo de estas personas. En ese sentido, son operativos que están motivados por un perfil racial, ya sea porque son lugares donde tradicionalmente trabajan personas que son migrantes o porque la redada se lleva a cabo donde comúnmente viven personas migrantes”, dijo a Univision Noticias Fermín Arraiza, director legal de ACLU en Puerto Rico.
“Se escudan detrás de órdenes istrativas porque los patronos e incluso los ciudadanos muchas veces no están bien orientados en cuanto hasta dónde llega la autoridad de la agencia. Te dicen que son agentes federales, vienen con una orden en la mano, pero no se percatan de que la orden no es suficiente para interferir con lugares que son privados. El lugar de trabajo de una persona es un lugar privado, no es un lugar público donde ICE pueda entrar a hacer este tipo de inspección que ellos alegan que están haciendo y por lo tanto necesitan una orden judicial”, explicó.
Familiares que solo quieren saber de sus seres queridos
Los operativos han sembrado temor entre los inmigrantes indocumentados que llevan años en Estados Unidos o tienen procesos migratorios en marcha. También desolación en familias que en ocasiones pasan días sin saber a dónde fueron llevados sus seres queridos.
En Los Ángeles, Saraí Ortiz solo quería saber este lunes dónde estaba detenido su padre, quien, afirmó, lleva unos 30 años en Estados Unidos. “Es muy doloroso, es algo que crees que nunca te va a pasar (...) Todavía no sabemos (dónde está), no hemos podido hablar con él”, dijo a Univision Noticias.
“Es una gran injusticia, él no ha hecho nada más que ser útil a la compañía, portarse bien, se me hace injusto que nada más hayan llegado y se los hayan llevado así a todos”.
Las redadas también suponen un riesgo, según abogados, porque ha habido lugares en los que trabajadores han intentado esconderse para evitar ser detenidos por ICE, como sucedió en Puerto Rico con el inmigrante dominicano Antonio Báez, quien trepó al techo de un almacén de unos 30 a 35 pies de altura cuando agentes de ICE llegaron a su lugar de trabajo y fue encontrado horas después herido gravemente en el suelo. Báez murió tras haber pasado más de un mes en el hospital sin familia a su lado, porque su hijo narró que le negaron una visa humanitaria para acompañar a su padre.
“Como todo dominicano que viaja a Puerto Rico, mi papá lo que estaba buscando era mejoría y lo que halló fue su muerte”, dijo Miguel Báez a Univision Noticias en una conversación telefónica desde República Dominicana.
“Sus amigos, los pocos que hizo en el tiempo que estuvo allá, pueden dar testimonio de que mi papá trabajaba hasta los domingos (...) Lo que pensaba todo el tiempo era que algún día iba a volver, no iba a quedarse, sino a trabajar hasta que pudiera tener una ayuda económica para su esposa (...) De hecho, lo que estaba pensando era en comprar una casa, en eso era solamente en lo que él pensaba”.
Regresa Trump y con él los arrestos en lugares de trabajo
El gobierno de Joe Biden había pedido a ICE no realizar operativos en lugares de trabajo al considerar que no se enfocan en los empleadores que explotan a inmigrantes indocumentados y desalientan que ellos cooperen entonces con investigaciones federales.
Es algo en lo que coinciden activistas y abogados como los del National Immigration Law Center. Explican que la Ley de Control y Reforma Migratoria de 1986 creó sanciones para los empleadores de trabajadores sin permiso para laborar en Estados Unidos. “En teoría, la ley fue diseñada para que los empleadores rindan cuentas por violar la ley migratoria. Sin embargo, en la práctica las redadas en lugares de trabajo han dado paso principalmente a atemorizar a los trabajadores y sus comunidades, con mínimas consecuencias para los empleadores”, aseguró.
Ese centro elaboró recomendaciones sobre qué hacer si ICE llega a un lugar de trabajo, que brinda a modo de información general y no como asesoramiento legal. “Si necesita asesoramiento para su caso, hable con un abogado de inmigración”, aconseja.
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