"Tal vez no estamos en el mapa, pero estamos en los planes de ICE": inmigrantes se enfrentan a posibles redadas
María, cuyo nombre es otro y pidió ocultar su verdadera identidad, es una inmigrante centroamericana que vive en Miami, Florida, y es madre de cinco hijos, cuatro de ellos ciudadanos estadounidenses.
"Ayer se llevaron a mi esposo junto con varias otras personas", cuenta por teléfono. De fondo, se escucha el llanto de un niño que le pide los brazos. “Él estaba en un estacionamiento donde se pide trabajo con varias gentes cuando llegaron los policías de la migra. Él me contó por teléfono que se llevaron a muchos, que estaba preso y que lo iban a deportar”, agrega.
El estacionamiento se ubica en las afueras de un Home Depot en Florida City, al sur de Miami. Cada día decenas de inmigrantes indocumentados se instalan en el lugar en busca de un empleo por el día, una oportunidad de ganar unos cuántos dólares.
"Él tenía una orden de deportación. Pero eso fue hace más de dos años. No sé por qué hasta ahora se lo llevaron. Pero ya hablamos con unos activistas y dicen que van a ver qué pueden hacer para que salga y vuelva a casa", añade María.
Mientras aguarda noticias sobre la suerte de su esposo, la inmigrante permanece encerrada en su casa. “Aquí estoy con mis cinco hijos, el menor de dos años y la mayor de 18. Da miedo salir, pues estamos peligrando. Ahorita no he salido y no tengo pensado hacerlo. Están diciendo en la calle a la gente que no salgan porque los van a agarrar para llevárselos a su país”, comenta en voz baja, para que nadie más escuche sus temores.
Aunque todo indica que no hubo operativos a gran escala este domingo según reportan grupos activistas a favor de los inmigrantes, ya generó el efecto que probablemente estaba entre los objetivos del gobierno de Trump, en el marco de su política de 'tolerancia cero' frente a la inmigración ilegal: causar de alguna manera miedo colectivo y desalentar a futuros migrantes de intentar venir al país, incluso si lo hacen huyendo de la violencia.
Las redadas de Trump
El esposo de María fue uno de los miles de inmigrantes indocumentados con orden de deportación que el presidente Donald Trump ordenó en junio ubicar, arrestar y deportar. La orden fue suspendida por dos semanas mientras el Congreso debatía cambios a la ley de asilo requeridos por el presidente.
Pero como no hubo debate, la orden se activó la noche del jueves y el viernes, tres semanas después de la amenaza del presidente, los agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) salieron a las calles a ejecutarla.
Una de las operaciones se llevó a cabo en una localidad agrícola de Immokalee, en el centro de Florida, y la otra en el estacionamiento de Home Depot donde arrestaron al esposo de María.
El jueves ICE había respondido a una pregunta hecha por Univision Noticias que "por razones de seguridad" y la "protección del personal" de la agencia, “no ofrecerá detalles específicos relacionados con las operaciones de cumplimiento”.
"Como siempre, ICE prioriza el arresto y la deportación de extranjeros presentes ilegalmente que representan una amenaza para la seguridad nacional, la seguridad pública y la seguridad fronteriza", dijo Matthew Bourke, vocero de ICE.
La agencia ha dicho que tiene en sus manos poco más de un millón de órdenes de deportación. El diario The New York Times reportó la semana pasada que el blanco en estos operativos dispuestos por el presidente son unos 2,000 extranjeros con antecedentes criminales.
Para el gobierno de Trump, incluso la estadía indocumentada constituye un acto criminal. El 25 de enero de 2017, apenas cinco días después de llegar a la Casa Blanca, el mandatario decretó que la presencia sin papeles es una amenaza a la seguridad pública y nacional de Estados Unidos.
El miedo se expande
Unas 654 millas al norte (1,053 kilómetros), en Charlotte, estado de Carolina del Norte, el miedo a las redadas se riega como en Miami.
“Al principio hubo un poco de tranquilidad porque no estábamos en la lista de las ciudades que publicaron algunos medios. “Tal vez no estamos en el mapa, pero estamos en los planes de ICE. De eso no nos cabe duda”, dice a Univision Noticias José Hernández París, director de la coalición Latinoamericana.
“Otro rumor que cobra fuerza desde ayer es que, como Lousiana ya no está en la lista debido al paso del huracán Barry, nos pusieron a nosotros porque siempre nos colocan en la lista. En todas las redadas aparecemos y en todas ellas hemos sido golpeados por los agentes de ICE”, añade.
El activista dijo además que debido a los temores en la comunidad “se están cancelando programas de información que estaban programados. Desgraciadamente es una guerra psicológica. Y creemos que no hay una lista de ciudades. El blanco es cualquier lugar donde esté nuestra comunidad y aquí en Durham llevamos tiempo preparándonos para lo peor”.
A la pregunta respecto a qué harán una vez comiencen los arrestos en Carolina del Norte, Hernández respondió que “ayudar, como lo sabemos hacer. Incluso recibimos llamadas de otros estados y ciudades, como Houston y Pensilvania, porque muchos de los que viven aquí tienen familiares en otras partes y por eso nos llaman. Nosotros amos organizaciones hermanas para ayudarlos de la misma manera en como nosotros lo hacemos aquí”.
Suenan los teléfonos
La Costa Oeste también reporta preocupación e incertidumbre por las redadas de ICE. “Desde el lunes de la semana pasada hemos estado recopilando datos de actividades de ICE arrestando a personas en esta parte del país”, dice Jorge Mario-Cabrera, director de comunicaciones de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Angeles (CHIRLA).
“No hay redadas familiares como habían anunciado. Por lo menos hasta ahora no las hemos visto. Pero si sabemos de arrestos como las detenciones comunes y corrientes de personas, pero se trata de movimientos inusualmente activos. Ahora hay más denuncias de detenciones y avistamientos”, agregó.
De acuerdo con esta información, “es posible que tal vez las famosas redadas masivas no necesariamente estén llevándose a cabo, pero sí creemos que hay una orden de arrestos y que aumentarán en los próximos días”, indicó.
Uno de los operativos registrado por CHIRLA ocurrió el viernes. “A la casa de una familia llegaron al menos 15 agentes de ICE. La familia conocía sus derechos y no abrieron la puerta, no contestaron”, dijo Cabrera.
En otro registrado el martes “cuatro agentes a bordo de dos patrullas los detuvieron. Buscaban al anterior dueño del vehículo, pero terminaron llevándose al señor que conducía porque no tenía papeles”, añadió.
Debido a esto, “la gente dice que están siendo cautelosos, que están pensando dos veces antes de salir de sus casas, observan a su alrededor si hay carros extraños. Estamos obligados a vivir una nueva realidad, ya sea que el presidente lo anuncie o no por Twitter. Debemos estar en alerta permanente”, indica.
Qué pasa si lo arrestan
Cuando un indocumentado con o sin orden de deportación es arrestado en una redada, “ICE primero tiene que pedir un documento de viaje al país de nacimiento del individuo”, explica Receba Sánchez-Roig, una abogada de inmigración que ejerce en Miami, Florida, y que durante 15 años ejerció como fiscal de inmigración en el Departamento de Justicia.
“Obviamente si ICE tiene un pasaporte vigente del detenido, usarán este documento para la deportación”, agregó.
Indicó además que “un país puede emitir, a través de uno de sus consulados, un documento de viaje rápidamente, por ejemplo, en 24 horas. Y si no hay ningún problema, al confirmarse la ciudadanía del individuo arrestado, es deportado de Estados Unidos. Yo he visto a personas que han sido deportadas en apenas 24 horas tras ser detenidos por ICE”.
Sánchez-Roig dijo además que “si están en la frontera y tienen ya una orden de deportación rápida (expedited removal order), pueden ser deportados en un par de horas”.
A la pregunta de si se puede impugnar una orden de deportación, la abogada explicó que "si bien en casi todos los casos eso no significa que tendrá éxito, hay ciertos expedientes que nunca serán reabiertos porque el individuo ha sido condenado por crímenes que no le permiten regularizar su estatus de permanencia en el país”.
Dijo además que el proceso para impugnar una orden de deportación “es a través de una vía, una moción para reabrir el caso de deportación”, trámite que se lleva a cabo en la corte que tiene la jurisprudencia del caso, ya sea el tribunal de inmigración o la Junta de Apelaciones de Inmigración (BIA)”.
“Cuando pedimos que se reabra el caso también pedimos que se detenga el proceso de deportación. No quiere decir que el juez o la junta detengan el proceso, sino simplemente esto va incluido como parte de la moción para reabrir el caso. Si no hay tiempo para esperar una respuesta a la moción para reabrir el caso, empezamos con una moción de emergencia para detener la deportación. A veces le tenemos que hacer esa moción a la corte federal. Todo depende de la jurisdicción del caso”, precisó.
Activistas en otras partes del país, como Chicago, Iowa y Seattle indicaron que las redadas de Trump sembraron miedo en la comunidad. “Estamos muy pendientes enseñándole sus derechos a la comunidad”, dice Claudia Thrane, una activista en Des Moines, Iowa.
“Nosotros en el condado de Chatham, Carolina del Norte, estamos compartiendo a través de las redes sociales la información sobre qué hacer durante una redada. Conocer sus derechos es clave en estos momentos”, dijo Alirio Estévez, un voluntario de la Organización Vinculo Hispano.