Récord en remesas: México recibió de emigrantes en EEUU la mayor cantidad de dinero de la historia
Sergio Aparicio, un mexicano de 45 años, lleva un mes buscando empleo en Indiana. Vivió varios años en California, donde trabajaba en un restaurante de comida asiática. Le fue bien hasta que la pandemia redujo considerablemente su jornada laboral y golpeó su bolsillo. Se mudó en agosto al otro lado del país buscando una mejor oportunidad, que aún no logra encontrar.
Pero ni la difícil situación que atraviesa este originario de la Ciudad de México ha impedido que le siga enviando remesas mes con mes a su madre anciana. “Le he estado mandando dinero para medicinas, comida y también para la persona que me la cuida”, explica quien llegó a este país en la década pasada.
Aparicio se ha ganado la vida en restaurantes, fábricas y talleres mecánicos. Nunca le ha faltado trabajo y en aquel restaurante californiano tenía jornadas de hasta 12 horas. Pero el coronavirus se las bajó a 5. Las últimas semanas las ha pasado llenando solicitudes de empleo en empresas de manufactura en Indiana, un estado menos afectado por la contingencia sanitaria, y él espera que pronto lo contraten.
El caso de Aparicio no es único. El gobierno de México espera que este año cierre con un récord de 40,000 millones de dólares en flujo remesas, la cifra más alta jamás registrada, a pesar de que los paisanos acá son el grupo que más sufre por el desempleo, la tasa de contagios y los indocumentados no recibieron el cheque de 1,200 dólares del paquete federal de estímulo económico.
Muy pocos alcanzaron siquiera la escasa ayuda económica que entregaron el gobierno de California y el ayuntamiento de Los Ángeles. En muchos otros lugares del país no les dieron un solo centavo.
Aparicio cree que este “milagro” que sigue ocurriendo en torno a las remesas está vinculado a los gastos médicos y hasta fúnebres que probablemente necesitaron los familiares de estos inmigrantes.
Desde el inicio de la pandemia y hasta el sábado ya había en ese país más de 726,000 casos acumulados y más de 76,000 muertes. Los estados más azotados tienen una alta población migrante: Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Nuevo León y Veracruz.
“Lo que pasa es que los migrantes están tratando de apoyar a la familia que tienen allá. Porque aquí bajó el trabajo, pero puedes encontrar, en México la situación está muy difícil”, comparó Aparicio en una entrevista telefónica con Univision Noticias. “Si hay un familiar enfermo no te importa lo que tengas que gastar, sobre todo si se trata de tus papás o de tus hijos”, reflexionó.
De acuerdo con estadísticas del Banco de México, entre mayo y julio el flujo de remesas no ha tenido tantas variantes, yendo de 3,445 a 3,536 millones de dólares.
Entre enero y julio, los mexicanos fuera de su país (principalmente los que radican en EEUU) mandaron más de $22,000 millones, esto es 10% comparado con el mismo período de 2019, según el más reciente informe del instituto.
El organismo cree que muchos paisanos enviaron más dinero porque recibieron el cheque que el Congreso estadounidense aprobó tratando de evitar que el covid-19 creara una crisis financiera.
“Sorprende la resiliencia que han mostrado las remesas dirigidas a México”, señala el informe del Banco de México. “Este comportamiento podría haber sido influido por una variedad de factores, siendo algunos de ellos la evolución relativa del empleo en los estados donde se concentran en mayor grado los inmigrantes mexicanos (California y Texas), así como apoyos otorgados en ese país para enfrentar la crisis, como los beneficios por desempleo”, añade.
Si ese fue el caso, el Congreso estadounidense habría apoyado indirectamente a la débil economía mexicana.
Por estados, los que recibieron más dólares en dicho período -comparado con 2019- son Baja California (2.6%), Sonora (17%), Sinaloa (16%), Chihuahua (15%) y Jalisco (14%). En cambio, los que registraron mayores disminuciones fueron Tabasco (-29%), Yucatán (-19%), Tlaxcala (-19%) y Puebla (-12%).
“Nos están salvando”
Este domingo, en una gira por Veracruz, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que para el final de 2020 se pronostica que llegarán hasta 40,000 millones de dólares en remesas, que sería un 12% más que el año pasado. El dinero que envían los inmigrantes sigue siendo la principal fuente de ingresos de México, por encima del turismo y la exportación de petróleo.
“Miren la paradoja, los que se han tenido que ir por falta de oportunidades en el país son los que nos están salvando en lo económico, son los que más nos están ayudando, esas remesas significan la principal fuente de ingresos en nuestro país", expresó el mandatario.
“Los expertos estaban pronosticando de que se iban a caer las remesas porque en Estados Unidos también están siendo afectados por la pandemia. Se equivocaron los pronósticos, porque en vez de caerse aumentaron las remesas”, celebró López Obrador.
Durante el primer semestre del año, los mexicanos que más dinero mandaron a sus familias vivían en Minnesota, Arizona, Maine, Alaska, Montana, Nuevo México, Texas, Nevada y California.
Mientras que los estados y territorios en donde se observó una disminución de remesas son Vermont, Washington DC, Puerto Rico, Rhode Island, Massachusetts, Maryland, Nueva York, Illinois y Hawái.
“Diversos factores podrían explicar la heterogeneidad en el envío de remesas. Por ejemplo, es posible que entre mayor sea la proporción de inmigrantes mexicanos autorizados en un estado de EEUU, mayor la probabilidad de haber recibido beneficios por desempleo y, con ello, menor la probabilidad de una caída en sus envíos de remesas a México”, explica el informe del instituto.
También lo atribuye a la contracción del empleo en actividades económicas que realizan los inmigrantes mexicanos, como construcción, servicios de hospedaje y preparación de alimentos.
Más de 1,300 mexicanos han perdido la vida por el coronavirus en EEUU, de acuerdo con la Cancillería mexicana. Es muy posible que esa cifra sea más alta, pero esta es la que registran los consulados de manera independiente. Entre el 11 de julio y hasta mediados de septiembre el gobierno mexicano apoyó con el traslado de 370 urnas que llegaron a distintos estados de ese país.