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Deferred Action for Childhood Arrivals (DACA)

"Estamos en el mismo lugar", un dreamer habla de DACA al cumplirse 12 años del programa

Activistas y dreamers aumentan la presión sobre Biden para que tome una nueva acción ejecutiva y proteja de la deportación a cientos de miles de soñadores indocumentados que entraron a EEUU siendo niños y en 2025 quedarán expuestos a ser deportados, a menos que el Congreso o la Casa Blanca los siga protegiendo.
Publicado 12 Jun 2024 – 10:31 AM EDT | Actualizado 12 Jun 2024 – 10:31 AM EDT
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Cuando recibieron la noticia del decreto firmado por el presidente Barack Obama que los amparaba de la deportación temporalmente y recibirían una autorización de empleo, alrededor de 1.2 millones de dreamers salieron de las sombras para celebrar.

Fue hace 12 años. Obama argumentó que su iniciativa era en respuesta a la inacción del Congreso con el tema de la reforma migratoria, al tiempo que cifró esperanzas en que ambas cámaras del legislativo reanudaran el debate y aprobaran una ley migratoria que no solo legalizara la permanencia de los jóvenes indocumentados, sino de otros 10 millones de inmigrantes sin papeles.

Pero el debate quedó inconcluso tras la aprobación en el Senado, a finales de junio del 2013, de una ley de reforma migratoria bipartidista (SB 744) que fue rechazada por el entonces liderazgo republicano de la Cámara de Representantes. Si bien no hubo suficiente inversión de capital político, la esperanza de un futuro mejor no desapareció entre la comunidad dreamer.

Después de Obama, en 2017 se instaló en la Casa Blanca el gobierno de Donald Trump, quien estableció una política migratoria de tolerancia cero que incluyó la cancelación de DACA. Y si bien la orden fue desafiada en los tribunales y restablecida, el año pasado una corte federal de Texas declaró por segunda vez que DACA es ilegal y mantuvo las protecciones por dos años, hasta 2025.

Actualmente, unos 530,000 dreamers (jóvenes indocumentados que entraron a Estados Unidos antes de los 16 años y se encuentran en el país desde el 15 de junio de 2007 o antes) están protegidos por DACA. Y aunque no están viviendo en las sombras como antes de junio de 2012, temen que el programa desaparezca y le piden al presidente Joe Biden que use su poder ejecutivo y regularice sus permanencias bajo otro programa.

“Esto no es una manera de vivir”

Doce años más tarde de la entrada en vigor de DACA hay un sentimiento de incertidumbre no solo por el discurso de campaña del expresidente Trump, quien busca la reelección por el Partido Republicano, y por el giro que ha tomado la política migratoria del presidente Biden, quien la semana pasada firmó un decreto para restringir severamente el asilo en la frontera con México.

En junio del año pasado Biden lanzó una campaña, en el 11 aniversario de DACA, para presionar al Congreso por una solución permanente para los dreamers, teniendo en cuenta que estaba pendiente un fallo judicial tras una demanda contra el programa entablada por 9 estados republicanos encabezados por Texas.

“Es difícil poner en palabras nuestros sentimientos”, dijo en esa ocasión Karen Reyes, una inmigrante de origen mexicano que lleva más de 30 años en Estados Unidos y trabaja como maestra. “DACA ha sido un gran alivio, mi familia ha podido trabajar, soy maestra, pero al mismo tiempo estamos viviendo de una manera que tal vez no es algo que mucha gente sabe cómo se siente”.

“Esto no es una manera de vivir”, agregó. “El Congreso ha tenido mucho tiempo para poder encontrar una solución permanente y creo que estamos cerca. Bueno, siempre se dice eso, pero la ansiedad que todos los dreamers vivimos es diaria”. En mayo del 2022 Reyes, junto a otros cinco dreamers, se reunieron con el presidente Joe Biden en la Casa Blanca para pedirle que presionara por una solución migratoria permanente. Dos años después La presión se mantiene intacta.

El 13 de septiembre del 2023 el juez Andrew S. Hanen, de la Corte de Distrito del Sur de Texas, falló que DACA era ilegal. Desde entonces los jóvenes indocumentados han estado presionando al Congreso para que apruebe una solución permanente, y a Biden para que use su poder ejecutivo si el legislativo no responde.

“Estamos en el mismo lugar”

Volvimos a hablar con Reyes y le preguntamos qué siente en este décimo segundo aniversario y si piensa que habrá una solución, ya sea legislativa o ejecutiva, antes de las elecciones del 5 de noviembre.

“No soy adivina”, dice. “Es un escenario difícil. Estamos en el mismo lugar (que el año pasado), sabemos lo que se necesita hacer. Queremos una solución, no sólo para los dreamers, sino también para el resto de nuestra comunidad inmigrante. Estamos pidiendo que el Congreso actúe”.

“Podemos esperar lo mejor y que nuestros representantes y el Congreso hagan lo correcto y piensen en la gente. Nosotros podemos hacer más de una cosa a la vez”, dijo en referencia al aumento de la seguridad en la frontera). “Lo que se necesita también es pensar en la gente que durante varios años estamos aquí y no hemos visto el movimiento que se necesita para legalizar nuestras permanencias. Necesitamos una solución para todos ahorita”.

Reyes dijo además que, mientras la situación permanezca estancada como hasta ahora en los últimos 12 años, “están empeorando la vida de las personas indocumentadas. Eso es un retraso, necesitamos movernos hacia adelante de una manera que es justa y humana”, precisó.

Qué pierde EEUU si se cancela DACA

Un informe de la Coalition For the American Dream publicado este miércoles detalla los peligros que experimentaría el país si se cancela DACA.

“Este programa ha brindado oportunidades a más de 800,000 soñadores, que hoy en día son padres, madres, y parejas de ciudadanos estadounidenses y que participan en el mercado laboral, pagan impuestos, crean empleo y benefician a la economía de las ciudades y estados donde residen”, se lee en el estudio.

Cabe señalar que el programa estaba destinado a proteger de la deportación a 1.2 millones de jóvenes indocumentados que entraron al país antes de los 16 años y se encontraban físicamente en Estados Unidos al 15 de junio de 2007 y se encontraban estudiando o se habían graduado de la universidad, entre otros requisitos.

Datos proporcionados por la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS) revelan que de los 1.2 millones proyectados, unos 800,000 se inscribieron por primera vez y en la actualidad unos 530,000 permanecen amparados por DACA. Muchos abandonaron el programa por diversas razones, entre ellas: legalizar0n sus permanencias por otras vías legales disponibles, violaron los requisitos de renovación del programa, fallecieron, fueron deportados o fueron de Estados Unidos, o sencillamente abandonaron el programa.

A la pregunta si cancelan DACA cuáles serían las consecuencias para Estados Unidos, el informe revela consecuencias que define como “fatales”:


  • Se registrarían $648,000 millones en pérdidas económicas;
  • Se perderían 168,000 empleos en empresas cuyos dueños son beneficiarios de DACA;
  • Se podrían incurrir hasta $10,000 millones en costos del gobierno federal durante las próximas tres décadas para apoyar a 120,000 niños ciudadanos estadounidenses que caerían en la pobreza;
  • Casi 1 millón de familiares ciudadanos estadounidenses, incluidos 90,000 cónyuges y 300,000 hijos de beneficiarios de DACA podrían enfrentar una posible separación de un ser querido con DACA;
  • Unos 118,000 niños podrían tener un más limitado a la atención sanitaria con la pérdida de la asistencia sanitaria privada o seguro médico de un padre beneficiario de DACA.

Inversiones económicas desperdiciadas:

  • Se perderían unos $8,000 millones en costos de capacitación empresarial y reclutamiento para los empleados actuales de DACA.
  • Se perderían al menos $63,000 millones de dólares en inversiones pasadas para la educación K-12;
  • Los gobiernos estatales y locales podrían perder hasta $150,000 millones en ingresos futuros.
  • Desaparecerían un mínimo de $30,000 millones en ingresos comerciales de empresas propiedad de DACA.
  • Unos 440,000 trabajadores beneficiarios de DACA podrían perderse de la fuerza laboral estadounidense.

Otros datos relevantes de DACA

  • Poner fin a DACA podría reducir la economía estadounidense en aproximadamente $38,000 millones en ingresos de beneficiarios de DACA subempleados a lo largo de su vida (pérdida por persona afectada de $70,000 dólares en ingresos vitalicios);
  • $234,000 millones si los beneficiarios de DACA ya no trabajan (pérdida por persona afectada de $430,000 en ingresos vitalicios);
  • $295,000 millones si los beneficiarios de DACA y sus cónyuges dejan de trabajar (pérdida por persona afectada sería de $543,000 dólares a lo largo de su vida);
  • $648,000 millones si todas las personas elegibles para DACA y sus cónyuges dejan de trabajar

Alrededor de 35,000 dreamers beneficiarios de DACA en la actualidad trabajan por cuenta propia, incluidos:

  • 8,000 en construcción;
  • 5,000 en servicios empresariales; y
  • 4,000 en servicios.

El informe advierte que obligar a los beneficiarios de DACA a cerrar sus negocios ante la posibilidad de ser deportados significaría un mínimo de $30,000 millones en pérdidas de ingresos comerciales para el país, así como la pérdida de hasta 168,000 empleos, muchos de ellos en negocios propios.

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