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La reforma migratoria de Biden abrirá una puerta cerrada por Trump, pero encontrará un camino cuesta arriba en el Senado

Organizaciones y activistas reciben con beneplácito la promesa del nuevo gobierno de enviar al Congreso, en los primeros 100 días, un proyecto de reforma migratoria con una vía para la ciudadanía para millones de indocumentados, pero advierten que para aprobarla necesitan votos republicanos.
13 Ene 2021 – 05:55 AM EST
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Activistas y organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes respaldan la promesa hecha por el presidente electo, Joe Biden, de enviar al Senado un plan de reforma migratoria integral en los primeros 100 días de mandato, pero advierten que la iniciativa puede nacer muerta si primero no consigue al menos 10 votos republicanos.

Asimismo, reconocen que los esfuerzos prometidos por el gobierno entrante abre un diálogo que en los últimos cuatro años fue clausurado no solo por el presidente Donald Trump, sino también por el Partido Republicano.

“Para comenzar, tenemos la posibilidad de un verdadero debate para reformar nuestro sistema migratorio, algo que ya vienen por años impidiendo los republicanos”, dijo a Univision Noticias Clarissa Martínez, vicepresidenta adjunta de políticas y promoción de Unidos US (ex Consejo Nacional de La Raza).


“Aunque la opinión pública ha sido sólida en el apoyo a una reforma migratoria, el liderazgo republicano lo ha bloqueado. Sin embargo, con esta promesa vamos a ver la posibilidad de un debate en el que todos podemos, como sociedad civil, participar y que lleguemos a una solución que la mayoría respalda”, añade.

Martínez dijo, además, que en segundo lugar “estamos viendo que, al empezar su gobierno, Biden expondrá una visión no solo del sistema de inmigración que se debe reparar, sino del papel que juegan los inmigrantes en el país, un rol que ha sido visto de lejos y han estado viendo en la distancia el sufrimiento de miles de personas en los últimos cuatro años”.

La reforma de Biden

Este martes, la vicepresidente electa, Kamala Harris, dijo en una entrevista exclusiva a la periodista Ilia Calderón, copresentadora del Noticiero Univision, que el plan migratorio del presidente electo incluirá un camino a la ciudadanía para millones de indocumentados, documento que todavía se encuentra siendo “preparado”.

La iniciativa incluirá protecciones para miles de dreamers protegidos por DACA y también indocumentados amparados por el Estatus de Protección Temporal (TPS), quienes tendrán prioridad para regularizar sus permanencias como residentes legales permanentes (green card).

Harris también mencionó que el proyecto incluirá el restablecimiento de la política migratoria, que en los últimos cuatro años ha sido reducida al mínimo.

El plan es similar al aprobado por el Senado el 27 de junio de 2013, iniciativa que incluyó un camino para que los indocumentados recibieran primero una residencia temporal y, al cabo de 10 años, optaran por una residencia permanente. Tres años después calificarían para pedir la ciudadanía.

Harris dijo que el nuevo plan reduciría la espera de 13 a ocho años, pero ello dependerá del apoyo republicano en el Senado.

Presión civil

Las dificultades en el Senado están a la vista. Pero existe confianza en la capacidad de manejo político por parte de Biden y Harris, quienes han integrado la Cámara Alta y a partir del 20 de enero estarán en la Casa Blanca.

“Vamos a contar con la oportunidad de un debate”, dice Martínez. “Y habrá una istración que reconoce el papel crítico de los inmigrantes y que usará su poder para buscar una solución y sumar a esta ecuación las voces de las organizaciones y de los votantes”.


“Seremos nosotros, la sociedad civil, la que exigirá soluciones. Este es el punto clave. Habrá diferentes caminos para avanzar, por ejemplo, acciones ejecutivas, distintas propuestas de ley que lidiaran con los distintos problemas como DACA, TPS y también una propuesta que trate de poner en el curso adecuado al sistema migratorio”, explica.

El optimismo de Martínez contrasta con la cautela de Matt Adams, director legal del Northwest Immigrant Rights Project (Proyecto de Derechos de Inmigrantes del Noroeste -NWIRP-). “Para mí no es suficiente (el plan de reforma migratoria de Biden). El proyecto del 2013 aprobado por el Senado (que los demócratas toman como referencia) fue un compromiso, pero no hubo voluntad para reconocer los problemas del sistema”, indica.

“Hacen falta más cosas. Es un buen comienzo, pero necesitamos más para restablecer las vidas de las personas que están sin documentos en Estados Unidos”, indicó.

"Deberían comenzar de inmediato, desde el primer momento a hacer esfuerzos, pero el problema es que si el compromiso de 2013 ya estaba regalando mucho a los que están en contra de la inmigración, porque quitaron muchos beneficios importantes para alcanzar ese acuerdo, esta vez lo que se debe mejorar es mucho más grande porque se ha hecho mucho daño en estos últimos cuatro años”.

“Harán falta acciones ejecutivas para eliminar las políticas que presentaron Trump y sanear el sistema. Biden tiene que quitar el BAN (prohibición de entrada de extranjeros), proveer de nuevo el TPS a miles cuyos programas fueron cancelados y llevar a cabo muchas acciones que se pueden hacer sin el congreso”, añade.


El director agrega que “se pueden tomar acciones solos, pero hará falta la colaboración de los republicanos para lograr un camino a la residencia. Sin ese apoyo no habrá nada”.

Para Ben Monterroso, director de la organización Poder Latinx, el plan de Biden “es un respiro de esperanza y alivio para nuestra comunidad. Confiamos en que avanzará como lo hizo el grupo de los Ocho en el 2013. Y esta vez los demócratas tienen el control de la Cámara de Representantes”.

El Grupo de los Ocho, integrado por cuatro senadores demócratas y cuatro republicanos, redactó el proyecto de ley de reforma migratoria S.744, que incluía una vía a la ciudadanía para millones de indocumentados en un plazo de 13 años. Cuando el proyecto fue enviado a la Cámara Baja, los republicanos lo rechazaron indicando que sólo estarían dispuestos a debatirlo “parte por parte”, una oferta que fue inmediatamente rechazada por los demócratas.

Esta vez, los republicanos han vuelto a tomar la misma postura. Una fuente moderada dentro del partido de Trump dijo a Univision Noticias que no debatirán ningún proyecto integral. Y que si los demócratas quieren sus votos deberán proponer, como en el 2013, un plan parte por parte, requerimiento que obligará a Biden a idear, quizás, una nueva estrategia legislativa.

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