Los Ángeles está pasando por los mismos problemas que algunos estados tienen con escuelas independientes. Críticos sostienen que las escuelas charter, que son públicas pero istradas como privadas, afectan negativamente las finanzas del distrito al quitarles estudiantes y los fondos públicos asignados por alumno. Crédito: Ronen Tivony/NurPhoto vía Getty Images
Las escuelas siguen abiertas, pero las clases están paradas, pues el distrito ha contratado un reducido número de personal sustituto que básicamente solo puede cuidar a los alumnos. Los pocos que asisten (menos de un tercio de la población estudiantil) pasan las jornadas viendo películas encerrados en auditorios.
La gran mayoría de estudiantes (y padres) apoyan la huelga y por eso se están quedando en casa para ayudar a hacer presión, pues con cada día que pasa el distrito escolar pierde millones de dólares: los fondos estatales que reciben dependen de la asistencia estudiantil. Hasta ahora, las perdidas se calculan en unos $40 millones –un promedio de $10 millones al día–. Crédito: Robyn Beck / AFP/ Getty Images